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"No se por que preguntas algo tan obvio." Hana se repetía esa misma frase mientras caminaba de regreso al departamento. No podía creer lo que le había dicho, jugaba con sus manos con frecuencia y estaba segura de que su rostro estaba de igual color que su cabello. Apenas había avanzado un poco yéndose lejos del cuarto de ensayar y la verdad no sabía a donde más ir, sus dos amigas estaban ocupadas y no tenía a donde más ir, lo único que no quería, era estar sola en ese momento. Su teléfono la asustó anunciando una llamada, cuando miró quien era, dudo en contestar, la verdad no quería hablar con Hoseok en este momento y apagó su teléfono.

Cuando se vio más alejada se relajó más para ir a un paso más despacio. Miro el cielo nublado y como poco a poco sentía pequeñas gotas caer, parecía que estaba a punto de llover. Camino hasta resguardarse en la estación para esperar el autobús y en cuanto logró llegar y sentarse la lluvia se hizo más fuerte junto con un estruendoso trueno. A pesar de que la lluvia estaba muy fuerte, a ella le gustaba ver y sentir algo de tranquilidad que la lluvia le brindaba . ¿Como vería a Hoseok a los ojos después de esto? Se sentía como la más gran tonta de toda la ciudad, desde un principio supo que esto no sería buena idea y se regañaba a sí misma por aceptar desde un inicio. Mientras estaba inmersa en sus pensamientos, no se dio cuenta de que alguien más se sentó aún lado de ella, parecía agitado, como si hubiera corrido todo un tramo para buscar un lugar donde estar. Hana volteo para mirar de quien se trataba y abrió los ojos cuando miro al castaño sacudiendo su cabello mojado por la lluvia, tenía sus labios más rojos indicando que la lluvia estaba fría. Hana lo miro, pero aún así prefería mojarse a enfrentarse con el otra vez, se levantó de su asiento dispuesta a irse a otro lugar, pero el castaño la tomó de la muñeca impidiendo que se fuera.

– ¿Que es lo que quieres Hoseok? Querías una respuesta y te la di, ya puedes dejar de pelear por tonterías con Yoongi.– Le dijo la pelirroja soltándose de su agarre.

– ¿Desde cuando?– Preguntó.

– ¿Resolverá algo si te digo?– Le devolvió la pregunta. Pero solo consiguió que el castaño bajara la cabeza, en realidad no lo sabía, ni siquiera sabía por que quería saber eso.– Bueno, entonces no tengo por qué decírtelo.– Agregó al no escuchar una respuesta.

– Solo quiero saber, si no te sientes incómoda con eso.– Respondió en voz baja.

– Haremos algo.– Dijo haciendo que Hoseok se levantara del asiento. – Haremos el baile, pero no lo haré por qué espero algo más de ti, se muy bien lo que piensas y lo que sientes por una de mis amigas, solo querías una respuesta y te la di.– Dijo carraspeando para evitar que se le juntara el nudo en la garganta. Se acercó más a el y a pesar de la diferencia de altura la pelirroja lo miro a los ojos.– Estoy enamorada de ti, no importa desde cuando, pero no espero nada de ti.– Agregó sin dejar de mirarlo.

El castaño seguía igual de inmóvil como hace unos momentos cuando estaban ensayando. ¿Que debería hacer? ¿Por que se sentía tan confundido? No sabía que era la sensación que estaba sintiendo en esos momentos, pero al verla tan segura de lo que sentía y sin ninguna duda en sus sentimientos, hasta el mismo deseaba la valentía que ella tuvo. Pero, ¿por qué no esperaba nada? ¿Pensaba acaso que no podía cambiar?

– Lo siento.– Respondió con voz baja.

– Nos vemos mañana.– Respondió poniendo los ojos en blanco. Aún así antes de que se fuera, el castaño volvió a tomar su mano.

– ¿Y si te demuestro que puedo cambiar? – Preguntó haciendo que la pelirroja se detuviera.

–¿Sientes algo por mi? – Preguntó haciendo al castaño sonrojarse.

– No lo se.– Respondió con sinceridad. En el interior sentía como todos sus sentimientos estaban mezclándose.

– ¿Que esperas que haga? No soy tu segunda opción, Hoseok.– Sin embargo y como la pelirroja se esperaba, ya no hubo una respuesta de su parte. Y eso fue como la realidad fue a ella, en realidad no esperaba nada, pero ¿por qué sentía que su corazón lo acababan de aplastar? Sin nada más que decir, Hana camino hacia otra parte sin importarle si se mojaba en el camino, lo único  que quería era salir de ahí. Esta vez el castaño no la detuvo, pues el también tenía mucho en que pensar y quizás, como la noche anterior no pudo dormir, estaba seguro que esta noche iba a hacer igual.

Amor no correspondidoحيث تعيش القصص. اكتشف الآن