Chapter 4: Así que tú eres Angela {Part II}

9.3K 465 21
                                    

Debía decir que las instalaciones de aquel lugar eran realmente buenas, se podía apreciar que los niños podrían desenvolverse bastante bien y las condiciones de las aulas eran muy buenas. La verdad es que esa era una de las tantas cosas que admiraba en lo que llevaba de estadía aquí en Londres, cada lugar que inauguraban, ya sea escuelas, hospitales, zonas deportivas, eran dignos de destacar y de admirar simplemente pensaba en todo.

Varios niños estaban esparcidos por todo el lugar, la verdad es que corrían por todos lados, se veía felices de tener ese lugar en donde sentirse a gusto, en donde cambiar su perspectiva de la vida y sentirse tranquilos; era bueno encontrar ese punto medio en donde atenderlos y hacerlos sentir queridos.

Y aquí estaba yo junto con un grupo de niñas de unos 5 añitos jugando a la hora del té. Debía verme como una gigante sentada en esa pequeña silla de color rosa y aún más ridícula con una pequeña corona rosa sobre la cabeza… lo que hacía por los niños era más de lo que mi parte adulta me permitía. Gracias al cielo estábamos relativamente apartados de todos en una de las habitaciones de juego. Estaba con varias profesoras conversando sobre como ellas trabajarían en este lugar, mientras simulaba tomar un poco de té, dios mío juro que luego me cobraría esto de Eduardo, aunque imaginármelo a él en mi posición era bastante divertido. Sentí unas nuevas voces ingresar a aquella habitación e inmediatamente me quite aquella pequeña corona, no quería sentirme más roja de lo que ya estaba.

Creo que tenemos un infiltrada en el salón de juegos –escuche esa voz tan conocida a mis espaldas y luego un par de risas, esto era lo que estaba tratando de evitar.

Buenos días su alteza… -dije mientras le colocaba la pequeña corona a una de las niñas y me levantaba de la pequeña silla para encontrarme con otras dos nuevas conocidas caras.

¿Cuántas veces debo repetirte que me llames por mi nombre? –susurro mientras se inclinaba hacia mí.

Lo siento… pero usted dijo que nada de formalidades mientras estuviéramos a solas… y ahora hay mucha gente a nuestro alrededor –acuse mientras me alejaba un poco de él y me acercaba a saludar a los duques de Cambridge – ¿en algún momento me dejare de sorprender por estarlos conociendo?-  les hice una pequeña reverencia para luego colocarme hacia un lado para que los encargados del lugar presentaran las instalaciones.

Así que tú eres Angela… ¿eres la señorita que se ha negado a salir con mi hermano? –escuche una voz a mi lado izquierdo que me hizo volver a la realidad, por amor al cielo Harry le había comentado a su hermano lo que había sucedido ¿es que acaso eso es un gran acontecimiento?

Al parecer si lo soy su alteza –lo mire de reojo y lo vi sonreír divertido- Pero en mi defensa ya tenía una comida pendiente –trate de sonar apenada por aquella situación.

No debes sentirlo…la verdad de vez en cuando le sirve a Harry que le den un golpe en su ego –escuche reír a William y reí junto a él, al parecer le agradaba reír a costa de su hermano.

Deja de estar hablando de Harry mientras esta cerca de nosotros…si no quieres que tengamos problemas en el lugar –le regaño Catherine, pero luego no pudo evitar reír- Siento el comportamiento de mi esposo… es solo que se divierte cuando se entera que alguien le dice que no a su hermano –se excusó ella apenada.

No se preocupe su alteza…en más incomodas situaciones me he encontrado –sonreí mientras le veía, madre mía en persona era mucho más bella, irradiaba tanta dulzura y seguridad que sorprendía.

Nada de “su alteza”… dime Kate…es más cómodo –sonrió y yo solo asentí. Al parecer nadie quería que yo fuera relativamente dentro del protocolo.

Me acaban de informar que debemos dirigirnos hacia el área verde del lugar –apareció delante de nosotros Harry y yo me hice a un lado para dejarlos pasar; yo ya había hecho mi aparición, ya había hecho el ridículo, así que ya había terminado mi día.

Fue un placer conocerles –sonreí mientras daba un paso hacia atrás pero tomaron mi mano.

Creo que los tres estaremos encantados si nos acompañas –hablo Harry y enseguida me dispuse a dar la negativa pero el me detuvo- Me prometiste que la próxima vez que nos viéramos no me darías ninguna negativa.

Lo que prometí fue en cuanto a una comida…no a esto –susurre mientras sentía algunas miradas sobre nosotros-

Muy bien luego de esto iremos a comer…así que nos acompañas –susurro mientras me colocaba su mano detrás de mi espalda para que comenzara a caminar y no tuve de otra que hacer caso… retomo lo que decía que Eduardo esto me lo pagaría muy caro- Hace mucho que no nos veíamos ¿has estado bien?

Si… si lo he estado, solo he tenido mucho trabajo –lo mire por un momento mientras hacíamos nuestro recorrido por los pasillos de la institución para salir hacia las áreas verdes del lugar.

Espero que pronto tengas un descanso… trabajar tanto a veces no es bueno –sonrió mientras me guiaba hacia la izquierda y luego a la derecha…este recorrido se hacía eterno.

Al parecer…esto es lo que mi jefe llama descanso –lo mire- podrías apartar tu mano de mi espalda…no quiero ser descortés…pero muchas personas nos están mirando y me siento incomoda

Lo siento…no es mi intención –aparto de inmediato su mano y yo lo agradecí.

No te disculpes…lo comprendo –sonreí mientras salíamos por fin al exterior y vi como llamaban a los tres representantes de la fundación para darles la bienvenida y yo di un paso hacia tras, ya eran muchas cosas para un solo momento.

Pude contemplar como aquellas 3 personas que eran tan importantes para aquella nación, se desenvolvían tan bien con los niños y con las personas que les daban las indicaciones del lugar, que era de admirar cuando entregados y dedicados a estas labores eran ellos. Hacían notar que todo esto lo hacían con el mayor de los gustos, si tenían todas las condiciones para ayudar, ellos lo harían sin pestañear. Luego de casi una hora de eternos juegos ya era momento de concluir con aquella visita; y este era el momento para mí en donde no quería que nada de esto y acabara, porque ya nada evitaría que saliera a comer.

Bueno ya es tiempo de irnos –sonrió Harry mientras acomodaba las mangas de su camisa, aquel hombre se había vuelto un desastre, el cabello lo tenía realmente alborotado, las mangas de su camisa estaban en sus codos y el sweater que el tenia puesto tiempo atrás, quien sabe a dónde fue a parar- ¿Qué me miras? –alzo una ceja.

Lo…lo siento –aclare mi garganta mientras miraba hacia otro lado- Es que realmente se ha vuelto un real desastre –sonreí divertida.

Ohh… eso siempre me sucede cuando estoy cerca de los niños…me vuelvo uno más de ellos –rio divertido mientras se acomodaba el cabello y tuve la tentación de yo misma ayudarlo, pero eso sería realmente incomodo- El auto está esperando por nosotros así que es tiempo de irnos –yo solo asentí y lo comencé a seguir, él había recordado lo que le había comentado sobre la cercanía y se mantuvo relativamente distante, aquello lo agradecía.

Cuando nos acercamos a los autos, no encontramos con William y Kate, nos despedimos de ellos, me sorprendió sentir un abrazo de despedida de su parte pero yo encantada de recibirlo y de devolverlo, pude ver que cerca de nosotros habían algunas personas con unas cuantas cámaras en mano, pero trate de ignorarlos, sino lo hacía saldría huyendo de allí y no era la idea, luego de terminar de despedirnos Harry me guio hacia el auto y subí detrás de él y allí fue que comencé a rogar no sentirme tan incómoda y fuera de lugar en aquel recorrido.

The Buckingham Palace -Prince Harry of Wales-Where stories live. Discover now