The Buckingham Palace -Prince Harry of Wales-

Chapter 16: Decir adiós no es fácil si es a alguien que amas

Volver a Venezuela en estas condiciones, no era lo que esperaba, pero como siempre las cosas siempre cambian en un segundo, y eso era lo que en estos momentos me sucedía.

El día anterior había recibido una llamada de mi padre comentándome que mi madre se había puesto bastante delicada de salud, que su estado no era el normal en su condición -estaba atravesando por un tratamiento de quimioterapia pero cuando me separe de ella estaba bastante recuperada-. Aquel mismo día había pedido permiso y compre el boleto al primer vuelo directo que tuviera de cualquier línea, necesitaba llegar lo antes posible.

Recorrer aquellos pasillos del aeropuerto con el corazón en la mano fue la sensación más horrible que había tenido en toda mi vida. Me sentía tan desorientada, necesitaba alguna cara conocida o sentía que caería en cualquier momento.

Luego de encontrar a mi padre me llevo a casa y sentí como un nudo en la garganta se formaba en milésimas de segundo al ver como estaba mi madre, era casi imposible de reconocer; pero aun en aquellas condiciones seguía teniendo esa actitud de "nada me vencerá" de "saldré de esta" que tanto admiraba. No estaba muy consciente del todo pero ponía tanto de sí que sorprendía, era digno de admirar y yo colocaba toda mi fe en ella; pero aunque no me lo dijeran era casi secreto a voces que estaba realmente delicada.

Pero nunca, nunca había pensado que el momento de perderla llegaría tan rápido, que se separaría de mi tan pronto para mí, aquel día fue el choque de dos emociones, uno era "era tiempo de descansar, no debía sufrir más" y el otro "no puede alejarse de mí, no ahora". Pero ya no tenía más nada que hacer, no podía hacer algo para volver a tenerla a mi lado y realizar tantas cosas junto a ella.

Fue el día más largo de mi vida, el momento en el cual me sentí tan vacía, tan seca de sentimientos, que no podía expresar todo lo que sentía y en donde las lágrimas bajaban de mis ojos sin cesar, en donde en muy pocos brazos me sentía reconfortada.

El día en que todo acabo, en el momento en que todos estábamos en aquel cementerio fue cuando más me sentí tan sin aliento, en donde necesitaba estar sola y que acabara pronto porque todas aquellas emociones se acumulaban en mi pecho y simplemente no sabía qué hacer. Nada podía quitarme ese dolor.

El mes que me había quedado en casa paso tan rápido que no lo sentí, me comportaba tal cual robot, no sabía que hacia ni el porqué, había tanta gente en casa que no me daba cuenta de lo que sucedía, estaba tan distraída con tantas cosas, que hasta a veces me preguntaba el porque me sentía tan tranquila el porque me sentía como si no hubiese sucedido nada.

Pero cuando tuve que regresar de nuevo a Londres fue como un balde de agua fría, todas las emociones se acumularon tan rápidamente que el desespero se apodero de mí, simplemente ahora no sabía qué hacer, todo había cambiado en mi vida y ahora en parte estaba sola en todo aquello. Me daba cuenta que faltaron tantas cosas por compartir con mi madre y de vez en cuando me daba celos con mi hermano que esas cosas si las pudo vivir con ella. Pero ahora ella las vería de manera diferente, desde otro lugar.

Al llegar al departamento me sentí completamente vacía, aun Caroline no había llegado de la oficina y el sentirme sola en aquel instante era una sensación bastante desagradable.

No se cuánto estuve parada en medio de la sala cuando escuche que llamaban a la puerta. Con desanimo camine hacia ella para abrirla, y al ver quién estaba detrás de ella sentí como mis lágrimas volvieron a apoderarse de mis ojos, sentí como me rodeo en un abrazo y camino conmigo hacia mi habitación. Se recostó, conmigo en brazos, mientras el silencio se apoderaba de aquella habitación, solo unos cuantos sollozos de mi parte cortaban aquello mientras sentía sus caricias sobre mi cabello.

Cariño no sabes cuánto lo siento... siento tanto no haber podido acompañarte en aquel momento -comenzó a hablar en voz baja mientras seguía con sus caricias.

Te entiendo... y no debes sentirlo... era difícil que estuvieras a mi lado -dije mientras más y más lagrimas bajaban y sentía como poco a poco se humedecía la camisa de Harry debajo de mí.

No te llame, pues sentí que no era buena idea, quería tenerte a mi lado para hablar contigo y decirte que estoy aquí para ti... que entiendo por lo que estas pasado...pero que debes tomar fuerzas -sentí como me rodeo con sus brazos

Lo se... pero esto es horrible Harry... aún estoy a la espera de despertar de esta pesadilla, porque siento que no es cierto -escondí su rostro en su pecho- quisiera que ella apareciera por esa puerta, llegando de sorpresa, porque no siento que sea verdad

Debes poco a poco afrontarlo, no será fácil...pero el tiempo comienza a sanar todo, no vas a olvidarla, pero el dolor disminuirá -tomo mi rostro en sus manos para secar mis lágrimas- Vamos cariño no quiero verte así

Lo...lo sé -ayude a secar esas lagrimas traicioneras que aun salían.

¿Has comido algo? -hablo mientras me recargaba de nuevo en su pecho.

No... no sé qué comer -hable mientras negaba con la cabeza.

Bueno...pediré que nos traigan algo...no puedes estar sin comer...no quiero que luego se compliquen las cosas -sentí como se movió un poco para sacar su teléfono.

No es necesario...yo puedo preparar algo -suspire con los ojos cerrados.

No... tú te quedaras aquí y yo pediré algo... además esta pronta a llegar Caroline y ella también debe comer algo... sé que cuando te vea tampoco se sentirá muy bien que digamos... a ella también le afecto mucho no poder acompañarte -hablo mientras escuchaba como comenzaba a marcar un numero en su móvil.

Muy bien... iré a cambiarme...quiero ponerme algo cómodo -suspire mientras me levantaba y le miraba- Harry... te amo... nunca lo olvides -me acerque a dejar un pequeño beso en su labios.

Yo también Angela...no sabes cuánto -susurro en mis labios para luego besar mi frente y dejar que me alejara de el para poder tomar mis cosas.