Donante Personal (EDITANDO)

37: -"Pensamientos peligrosos"

Acaricié su pelo con parsimonia.

- tranquilo - susurré - estaremos juntos hasta el final.

Este me sonríe con sinceridad y me observa, sus ojos se esclarecen y con lentitud se levanta de la cama, alzándose sobre mi cuerpo mientras lo hace. No aparta su mirada de la mía y luego baja a mis labios, abre los suyos mientras los sigue observando, como si estuviera pensando en algo.

- de verdad es que no podría encontrar a nadie como tú.

Sube su mirada hacia mis ojos y mientras me sostiene la cintura, me acerca más a él. Sube su mano hasta mi mejilla y la acaricia con lentitud, sonrío enternecida.

Baja su cabeza y me besa lentamente, explora mi boca con pasión pero con paciencia. Lo sostengo hacia mi y lo abrazo. Sus manos paran en mi espalda baja, acariciando, para luego bajar hasta los globos de mi culo y apretarlos hacia su cuerpo, chocando pelvis y generando una fricción deliciosa.

Sus besos descienden por mis mejillas, pasa la lengua por el lóbulo de mi oído y baja lentamente por mi cuello, gimo y acaricio su pelo mientras beso el suyo.

Alza mi vestido y mi mente se nubla de pronto.

Su tacto empieza a ser doloroso para mí y mi mente viaja a aquél momento tan fatídico. Tanto, que puedo oír su risa burlesca en mi mente como si fuera la realidad y siento sus manos ásperas en vez de las de Erick.

Junto mis cejas y sin querer empiezo a empujar lo que tengo enfrente.

- no...

Siento sus dedos como si fueran cucarachas sobre mi piel y el asco del recuerdo me invade en todo el cuerpo. Mi mente solo me recuerda su cara y como se aprovechaba de mí.

- no...

Sentí que me sacudían lentamente.

- Cher.

Abro los ojos, dándome cuenta de que estaba llorando a cántaros. Lo miro sintiéndome destrozada por dentro, con vergüenza y con miedo.

- lo siento - lloro - no puedo hacerlo.

Erick me mira consternado.

- ¿Qué te pasa?

Su rostro es un total poema de confusión. Sostiene mi cara con sus manos con suavidad.

- cuéntame, no sé qué te pasa.

Me sostuvo por los brazos y me guía hasta la cama para que me siente. Junta sus cejas y me mira triste. Me acompaña y me frota, lo miro.

Su cara decae y deja de mover sus manos en mis brazos.

- ¿Es por él?

Lo miro.

- ¿No quieres hacerlo por el imbécil de Zev?

Junto mis cejas mientras escucho lo que dice.

- ¿No lo quieres hacer porque ese lobo está aquí? ¿Tan culpable te sientes?

- ¿Acaso te estás escuchando? ¿De qué carajos estás hablando?

Me levanto de la cama y lo miro. Me observa de manera acusatoria y puedo ver los celos en su rostro.

- es que siento que me estás rechazando por él.

Cruzo mis brazos y lo miro.

- el retrete le tiene envidia a tu boca ahora mismo.

Lo señalo.

- mira cuánta mierda estás hablando.

Él se acerca a mí y abre sus brazos en forma de interrogante.