Donante Personal (EDITANDO)

26: -"El nuevo mundo"

Mis dedos se desplazaban con total facilidad sobre las teclas, mis oídos se llenaban del sonido tan hermoso. Me sentía por primera vez tranquila aunque se habían cambiado mis planes completamente.

O no cambiado... Detenido.

Debía de pensar todo bien antes de hacer cualquier movimiento, y aunque todo parecía estar bien en la vida que se había formado junto con Erick, algo no me dejaba estar en paz.

Y es que reconocía que mi conciencia no me dejaría tranquila con ese tema.

La libertad... Pero no solo la mía, la de todos los humanos.

Era una dictadura, los humanos eran el ganado, los juguetes y el hazme reír de todos estos vampiros... Aunque claramente no todos son así.

Había reconocido que no todos los vampiros eran malvados ni buscaban solo aprovecharse de los humanos, pero había empezado a escuchar como se manejaba estos magnates vampíricos para regir el mundo humano y de paso su mismo mundo también.

El día anterior a ese me había enterado de cosas que nunca me había atrevido a preguntar, y que claramente no sabía porqué no me molestaba en ir a las clases en VN.

Mi madre me acariciaba el cabello mientras yo solo la escuchaba hablar sobre el mundo en que vivíamos.

- me sorprende que no lo sepas, eso está en las clases vampíricas.

- nunca me molesté en ir si eso es lo que preguntas.

Esta me miró con acusación pero de forma bromista.

- Patrick me contaba...

Suspiró.

- me decía que te vigilaba pero que sabía que no podía obligarte a hacer nada que no quisieras, además, decía que obligarte a escuchar de los vampiros iba a causar sensaciones en tí ya que fuiste arrancada de mis brazos.

La observé cuando me dijo aquello.

- me decía que solamente ibas a las clases que no tenían que ver con los vampiros, y aún así te sacaban de clases por X o Y razón.

- nunca me llevaba bien con esos profesores.

Suspiré.

- pero hablando de todas las cosas ¿Puedes contarme cómo te convertiste?

Me miró y sonrió.

- pues, es una historia un poquito complicada y para nada chistosa.

Mi cuerpo reaccionó a la idea interesado, el diablito de mi hombro recostó su cuerpo sobre su estómago y observó atento al chisme.

- resulta que no estaba para nada interesada en que me convirtieran, porqué como tú, estaba un poco resentida con los vampiros. Estaba presentando problemas con mi corazón, mi salud se fue deteriorando poco a poco sin saberlo ya que una anemia crónica se estaba formando en mí. Un día normal, mi corazón paró de un momento a otro y no estuviera viva si no fuera por Erick, quién me convirtió.

La miré asombrada.

- no me jodas.

- pues si te jodo.