Donante Personal (EDITANDO)

25: -"Desde cero"

Este solo asintió lentamente y volteó su cuerpo para luego caminar hasta la cama y sentarse.

Me moví del lugar y lo observé con lentitud, sus ojos me seguían en toda la habitación. Me senté en el mueble que yacía a la derecha de su cama.

- imagino saber de qué quieres hablar.

Lo miré y ladeo la cabeza.

- me imagino a que sí.

Suspiré.

- quiero que por fin nos hablemos de frente y sin ocultarnos nada, porqué sinceramente no puedo seguir viviendo de esta manera.

- pues yo tampoco.

Alcé una ceja y este comprendió que quería que siguiera hablando.

- quiero que me perdones por todas las cosas mal que he hecho, por siempre cagarla... Nunca quise hacerte daño con mis acciones.

- ¿Ah no?

Este negó lentamente, sus ojos me transmitían tantas cosas. Una de esas emociones era la tristeza.

- te contaré todo desde mi punto de vista, ya que me imagino que viniste aquí justo porqué mi tío habló contigo.

Asentí lentamente sintiéndome como si estuviera apunto de tener una gran revelación.

- tengo tantos años que perdí la cuenta. Tantos años que ni me molesto en celebrar mi cumpleaños porqué ya no me interesa si es otro año más o otro menos en mi vida. He andando por todo el mundo, he conocido tantas cosas en la vida y he vivido mucho. Soy un total viejo para tí, si nos ponemos a pensar.

Sonrió de lado como si se acordara de algo.

- mi tío es todo lo que tengo y no te negaré que aparte de ese amor fraternal que tengo hacia él, no conocí ningún otro amor hasta que me topé contigo.

Me miró con cautela.

- sé que se escucha extraño, pero desde que te ví cuando apenas eras una niña, despertaste una clase de ternura en mí que nunca había conocido. Deseé desde ese entonces que crecieras para que fueras mía y yo sea tuyo. Se oye demasiado egoísta, pero era como si hubiera encontrado a... Mi alma gemela.

Suspiró y perdió su mirada en el suelo.

- como tal vez debes de saber, por una razón más que evidente tuve que tener donantes antes de tí y tuve que saciar sus necesidades tal y como demanda la ley vampírica.

- ¿Cuál es esa ley?

- una de sus leyes demandan a que debe de haber un equilibrio para que cada humano también se sienta cómodo con el amo. Cómo un dando y dando... Me das tu sangre mientras yo te brindo protección, comida y todo lo demás que vendrá por añadidura depende de que relación se quiera.

- prácticamente me estás diciendo que si un donante quiere tener sexo contigo ¿Debes de complacerlo?

- no exactamente.

Alcé mis cejas y asentí lentamente sintiéndome un poco mal.

- ¿Me estás diciendo que te podías negar ante Sofía pero aún así lo hiciste?

Asintió.

- pero no lo hice por eso... Créeme que no ha sido nada fácil complacerte ni estar bien contigo. Empezaba a sentirme desdichado al no poder tener un solo rato hermoso contigo aunque lo intentara. Ya no quería sentir lo que sentía por tí, quería sacar lo que tenía del pecho que me hacía sentir tan culpable y miserable, pues veía que nuestra relación no iba hacia ningún lado aún sabiendo que duré todos aquellos años enamorado de tí y esperando a que crecieras para poder tenerte a mi lado.