4: -"Besame"

149K 9.1K 3.2K
                                    


Editado.


- vete a la sala cariño, estoy cocinando - negué haciendo un puchero.

- quiero ayudarte mami.

Exclamo con esa vocesita tan particular mía, mamá me subió a la meseta de la cocina y me dió una bolsa de algo, no sabía que era.

- sostenme esto Cheryl.

Sonreí moviendo mis piesitos, me encantaba ayudar a mamá en lo que sea.

Pensaba en las muñecas que había dejado afuera, si mamá se enterara que yo dejé las muñecas me castigará, está lloviendo, ay Dios mío. Pero dejé de pensar tanto en las muñecas y presté atención a la cara de mamá, que había cambiado de color mientras perdía la mirada por detrás de mi.

- ¿mamá? - pregunté.

Escuché el noticiario.

'Las sospechas eran ciertas, repito, las sospechas eran ciertas, los vampiros existen. Hemos perdido la guerra, evacuen sus casas, irán por ustedes, repito, irán por ustedes, afuera es peligroso, pero dentro de sus casas es aún más, evacuen, repito, evacuen'

Eso fue lo único que escuché.

Los ojos azules de mi madre se toparon con los míos.

- princesa, te amo - me abrazó.

- ¿Qué pasa mamá?

Tenía tantas dudas en mi pequeña mente.

¿Qué eran esas oraciones? ¿qué pasaba?

Era aún tan inocente que no sabía lo que estaba a punto de desatarse. La dictadura estaba comenzando, teníamos que evacuar sea donde sea, el gobierno había dado un boletín de evacuación, pero era demasiado tarde, los vampiros habían ido arropando cada lugar del país, acogiendo humanos para su propio beneficio.

Mamá me cargó entre sus brazos y fuimos hacia la puerta, detrás de ella habían maletas listas para lo que venga y en el auto había comida en lata.

Mamá cogió las llaves y corrimos al auto, no sin antes recoger el cerdito de los ahorros. Saltamos al auto, todo fue tan rápido, ni siquiera me detuve a pensar que hay de las muñecas que dejé bajo la lluvia.

Emprendimos el paso hacia el norte con el mapa en la mano. Mamá miró por el retrovisor y yo hice lo mismo conectando nuestras miradas.

- Todo va estar bien, princesa, yo te protegeré - me dijo con un hilo de voz.

Me paré del asiento y fui a abrazarla por detrás.

- ¿por qué estás triste, mamá? - le pregunté inocente.

- por nada princesa, duerme un rato, te avisaré cuando lleguemos.

Yo solo asentí y procedí a acomodarme en el asiento de atrás, quedándome profundamente dormida.

- ¡CHERYL!

Escuché un grito ensordecedor de mi madre, me levanté de un respingo, asomé mi cabeza por la ventana y vi que muchos hombres la agarraban.

Donante Personal  (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora