Donante Personal (EDITANDO)

17: -"Perdonar sin olvidar"

Editado.

Pensé en las diferentes cosas que habían pasado en mi vida y por último en lo que me había pasado el día anterior con Mike. Crucé mis brazos y suspiré dándole vueltas a todo lo que me dijo.

No puedo creer que haya dicho cada una de esas cosas como si fuera lo más normal del mundo, como si en realidad no pudiera vivir sin mí.

Restregué mis ojos y miré mis uñas luego de eso.

Erick entró a la habitación con una bandeja encima de sus brazos. Alcé mis cejas al verlo.

- hola.

- ¿Por qué me traes esto?

- pues intento hacer algo lindo para ti, lo hice todo yo.

- no me digas.

Arrugué mi cara sin creerle, todo estaba tan perfecto a la vista. Se veía deliciosa toda la comida.

- ¿Estás tratando de comprarme?

- si quisiera comprarte lo haría con algo mejor, solo quiero agradarte un poco ya que reconozco que he hecho las cosas mal y sé que no puedes perdonarme así por así por lo que hice, pero espero que lentamente logre hacerlo.

Lo miré mientras comía un bocado.

- a mi estómago le agrada esto, pero en verdad vas a necesitar mucho para que te perdone.

- lo siento, de verdad, no quise hacerte lo que hice, no fue intencional.

- pues estabas tan en tu nube que no te diste cuenta de que me lastimabas, tuve que golpearte. Aparte de todo, duré días sangrando como puerca degollada, todo por no escucharme cuando te dije que claramente me dolía, imbécil.

Con cada palabra mi voz iba subiendo de tono, sabiendo que ya le estaba gritando.

- no sé ya como disculparme, Cher.

Miró al suelo y en sus facciones se denotaba la tristeza.

- solo sé que si pudiera volver al pasado, lo haría. Hubiera deseado que todo esto fuera diferente porqué siempre soñé con tenerte, pero nunca así.

Me miró a los ojos.

- pues bien, estás perdonado.

Sonrió con alegría.

- ¿En serio?

- si.

Alcé mis hombros.

- y... ¿Ya puedo besarte?

Esta vez yo sonreí.

- no tan rápido amigo ¿No has escuchado de la oración que dice, “perdona pero nunca olvides”?

Su cara volvió a ser triste como hace un momento.

Miró el suelo y asintió.

- ya entiendo... Bueno, come bien. Si me necesitas solo llama.

Un ligero jalón en mi corazón me decía que tal vez debería de ser más amable, pero mi mente me decía que debía seguir como estaba.

El diablito de mi hombro zapateó molesto y cruzó sus brazos, regañandome por tratarlo de aquella manera.

El teléfono sonó despertándome de mi sueño, miré hacia un lado y lo tomé. Era raro que sonara en mi habitación.

- hola.

- te enamoraste de él ¿Verdad?

Junté mis cejas al escuchar la voz de Mike.

- ¿Qué carajos te pasa imbécil?

- Cher, solo necesito que me lo digas, quiero saberlo, no puedo vivir sin saber eso.

- deja de estar diciendo estupideces y déjame en paz.

- no lo haré, te necesito Cher, no quiero estar con nadie más que no sea contigo.

- ¿Te estás escuchando? - pregunté.

Parecía un loco, no sabía que Mike podría llegar a aquellos cabales, ni siquiera sabía que era tan... Así.

- si y sé muy bien lo que digo - suspiró - ya no dices groserias, te vistes como una mujer, no como una adolescente, nunca había visto esos ojos delineados - acotó recordando el día anterior.

- eso claramente no te interesa Mike.

- solo tienes que responderme.

- no tengo que decirte nada, no lo haré viendo cómo estás de loco.

- pues no te dejaré en paz hasta que no lo hagas.

Maldita sea. Suspiré.

- para ser donante tuve que abandonar muchas cosas - murmuré lentamente.

- ¿Te estas escuchando tú? ¿Cheryl Wilson, acaso eres tú? - me preguntó.

- si, por un carajo. Me escucho y se llama aceptar la realidad, cosa que deberías hacer tú. Además, traté de escaparme, no funcionó, tuve que ajustarme a lo que venía, no te hagas el sorprendido - él me interrumpió.

- en verdad prefiero que tú estuvieras muerta, allá, en la intemperie, que con este tipo entonces.

A pesar de ya no quererlo en mi vida, la vieja imágen de Mike me hizo querer llorar.

¿En qué carajos se había convertido?

- ¿Te estás escuchando? - pregunté -  Bueno, los dos hemos cambiado, viéndolo desde otro punto de vista... Estás más demente que nunca.

- prefiero que estés muerta antes que con ese tipo, Cher, siempre fuiste mía y siempre lo serás.

Alcé una ceja y suspiré sin poder creerlo. En serio está loco, parece un psicópata.

- no descansaré, hasta tenerte a mi lado.

- estás enfermo Mike, busca ayuda - murmuré.

- la única ayuda que necesito eres tú, mi rubia. Estamos juntos desde pequeños, no me hagas eso.

- supéralo Mike, lo siento mucho pero no podré hacerte caso en este juego.

- lástima, porqué si no eres mía, no serás de nadie.

Y luego el pitido del final de la llamada me sorprendió. Me quedé con el teléfono en el oído como si no pudiera creer lo que estaba oyendo y necesitaba escucharlo una vez más para asimilarlo.

No puede ser que esto me esté pasando a mí.

Volví perras.