— ¿Vas a quedarte cariño? —preguntó la Sra. Weasley con una sonrisa, la francesa negó con la cabeza.

— Tengo invitados en mi hogar, no puedo fallarles. —replicó a lo que Nina entendió a quienes se refería ante la palabra invitados, la mujer asintió y desapareció por el mismo camino.

— Gracias por todo. —susurró Nina.

Josephine le dio un último abrazo y salió de la casa, rumbo hacia el transportador que ocultó en un callejón, Nina se quedó observando la puerta para luego alejarse de aquel lugar y caminar hacia el comedor donde pudo ver a su hermano jugando a las cartas con Nymphadora Tonks que estaba de vista.

Más no sé quedó con ellos si no que caminó hacia donde Remus estaba.

— Prometiste enseñarme a hacer un patronus. —le recordó interrumpiendo su lectura, el hombre lobo alzó la mirada.

— ¿Crees estar lista? —cuestionó— A Harry le tomó tiempo perfeccionarlo.

— Remus, soy Nina Thompson, un conjuro patronus no es nada para mí.

— Me pregunto a quién habrás sacado ese carácter. —cuestionó en voz alta a lo que su madre quien se adentraba al lugar alzó las manos.

— Ese no es asunto mío. —Remus rodó los ojos.

— ¿Estás segura de querer intentarlo ahora? ¿No estás agotada?

— Ya no siento tanto agotamiento como los primeros días en Francia, se ha vuelto común, ahora es algo normal.

— No se va a rendir Remus. —dijo Nymphadora con una sonrisa en el rostro, el hombre lobo dejó salir un suspiro y asintió.

Nina sonrió emocionada y se levantó para seguir al hombre hacia la habitación que estuvieron usado en el verano, no era un espacio tan grande como el que tenía cuando práctica en Hogwarts, pero era suficiente para ambos.

— Toma tiempo realizar un patronus corpóreo, pero con el tiempo y práctica serás capaz de realizarlo. —comenzó a decir— Saca tu varita.

— No me voy a desmayar como Harry, ¿verdad?

— Harry lo hacía bajo presión al usar un boggart de un dementor, tú tienes el tiempo para concentrarte, aún que no siempre vas a tenerlo, tienes que ser rápida.

— Entiendo.

— Bien, quiero que pienses en tu recuerdo más feliz, el más feliz de todos. —explicó, Nina cerró los ojos unos segundos y comenzó a pensar en uno, no era como si su vida hubiese sido deprimente, pero podía contar con los dedos de su mano sus momentos felices— ¿Lo tienes? —ella asintió— Ahora di Expecto Patronus.

— Expecto Patronus. —repitió, pero de su varita no emergió nada, una mueca se formó en su rostro ante lo sucedido— Supongo que mi vida si es demasiado deprimente para conjurar uno.

— No lo es, el encantamiento es uno de los más complicados de conjurar, te toma tiempo, pero llegarás a hacerlo, quizás solo tengas que buscar otro recuerdo.

— Remus, te recuerdo que viví con Garrett Thompson, tener recuerdos felices no está en mi diccionario.

Remus soltó un suspiro de molestia ante las palabras de Nina, más ella no se dio cuenta de dicha reacción al concentrarse otra vez en realizar el conjuro, odiaba saber por todo lo que ella pasó, pero no podía cambiarlo, siendo eso quizás lo que más molestaba al hombre lobo, porque de no ser por la misma persona que ahora está causado todo esto la vida de Nina podría haber sido diferente, tendría más recuerdos felices que tristes.

Sin embargo, a Nina eso parecía no importarle tanto como parecía afectar a otros, aceptó su realidad que le tocaba y simplemente lo dejaba ser, porque ella tampoco podía cambiar nada de su vida.

Durante días Remus y Nina se reunieron en el mismo cuarto para practicar, el encantamiento, ella se negaba a regresar a Hogwarts si no podía conjura el patronus, lo que muy en el fondo le parecía divertido a los mayores al ver la determinación que tenía.

— ¿Aún no lo consigues? —preguntó Sirius en el marco de la puerta, la menor hizo un puchero y alzó su dedo índice.

— Voy a lograrlo, vas a ver. —aseguró provocando una sonrisa en el rostro de Remus y Black. Nina dio un leve brinco y movió sus manos antes de alzar su varita y pensar en el recuerdo con el que siempre intentaba, más de un momento a otro sus pensamientos se desviaron a otro precisamente en el momento que el encantamiento salía de entre sus labios.

Un grito ahogado salió de entre sus labios al ver la luz plateada salir de su varita, para luego dar paso a un grito al ver lo que parecía ser un perro dar las vueltas a su alrededor.

— ¿Qué pasó? —preguntó Ella entrando a la habitación ante el grito de Nina, la mujer se quedó petrificada en la entrada teniendo la misma expresión que los otros dos hombres en su habitación tenían.

— ¡Lo lograste! —escuchó decir a Harry, ella asintió emocionada y abrazó al azabache, el animal volvió a correr alrededor de ambos antes de desaparecer luego de dejar una caricia en la pierna de Nina.

Ambos adolescentes se concentraron tanto en festejar que ninguno prestó atención a la conmoción de los otros presentes, ni siquiera pudieron escuchar el sollozo de uno de ellos antes de abandonar el lugar siendo seguido por los otros dos. 

Silhouette [2] ➳ Fred WeasleyOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz