Silhouette [2] ➳ Fred Weasley

iv. xii

❝I'm sorry, Fred.❞

Lo primero que percibió Nina fue el caer de la lluvia en el exterior y la oscuridad de la habitación en la que se encontraba, su cuerpo se sentía pesado y dolía moverse, aun así, bajo las protestas que su cuerpo hacia se levantó y caminó con cuidado hacia la puerta siendo golpeada por la luz del pasillo.

Su cuerpo se sentía casado por lo que caminar apegada a la pared fue la única opción que encontró para moverse, sin embargo, su cuerpo se agotó y cayó al suelo cuando estuvo cerca de las escaleras provocando que algo en la pared se cayera y el ruido llamara la atención de varias personas.

Frente a ella pudo encontrar rápidamente a Caitlin y Francis con el rostro preocupado, ni siquiera quería pensar quienes más estarían en su hogar, de hecho, ni siquiera quería pensar en nada porque eso provocaba un dolor en su cabeza.

— Déjame ayudarte. —dijo Francis, pero Nina negó con la cabeza mientras alzaba la mano.

— Dame un segundo.

— Nos tenías preocupados. —murmuró Caitlin sentándose a su lado, Nina colocó su cabeza en el hombro de su amiga mientras veía a Francis sentarse a frente a ella— ¿Qué fue lo que te pasó?

— No quiero hablar de eso ahora.

— ¡Nina! —escuchó decir, la mencionada alzó la cabeza y vio a George arrodillado frente a ella sujetando su rostro entre sus manos.

— No grites, duele.

— Claro que voy a gritar, ¿Cómo se te ocurre a preocuparnos así?

— Solo está así porque arruinaste su cita.

— No quiero oír sobre tu cita con Angelina. —musitó— Lo intentó con Fred y ahora contigo, ¿Qué se supone que hace?

— Esa es la cosa, no fue con Angelina. —susurró y Nina tomó las manos que se encontraban en su rostro con emoción, el trío pudo ver sus ojos brillar.

— Tienes que decirme todo, no puedes guardar esto.

— Claro que puedo, tuve que enterarme tres meses después que Fred y tú salían.

— Ya supéralo, Georgie.

— ¿En qué momento la conversación cambió así de drásticamente? —cuestionó Francis con sus cejas fruncidas, el trío de amigos solo se encogió de hombros al ser algo que ocurría constantemente y al que se acostumbraron debido al tiempo que se conocían.

— ¿Dónde está Fred? —preguntó Nina.

— En la tienda, fue difícil convencerlo de que se quede. —respondió antes de levantarse aún con las manos de ella entre las suyas logrando que ella también se pusiera de pie, el cuarteto caminó hacia la habitación de Nina para dejarla en la seguridad de su cama.