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Editado 21/12/21 (Por fin, casi me tardo un año jajajaja)

Maratón 2/2 -Capítulo final

David me acaricia la cabeza consiguiendo que despegue la mirada del beso apasionado que se da Elena con Damon y me ocupo en darle un beso el triple de apasionado a mi novio. La batalla de bocas se pone candente y David comienza a meter su mano por debajo de mi camisa cuando un par de palomitas me dan de lleno en la cabeza.

Suelto una risa traviesa y le doy un último beso a mi novio antes de girarme para encarar a Axel que nos observa como si estuviera a punto de devolver el almuerzo.

—Ni que fueras un santo —me burlo y me inclino hacia adelante para tocar el chupete que porta mi mellizo en la clavícula.

Aunque me esté burlando de mi hermano, la verdad es que me siento plena al tener indicios de que su relación con Cam no se ha ido por la borda como estaba a punto de hacerlo hace unas semanas.

Desde que tengo uso de la razón mi felicidad ha estado ligada a la de mi hermano y a pesar de haberme sentido demasiado feliz al haber obtenido el visto bueno para estar con David, saber que Axel no era feliz me bajaba los ánimos un montón.

La escena en el televisor se torna candente y para ahorrarnos la incomodidad, mi hermano le pone pausa a la serie y recoge su comida dejándonos la sala de televisión libre a mi novio y a mí.

Le guiño un ojo a mi hermano y me señalo el cuello en el mismo lugar en que él tiene la mancha morada y eso lo saca corriendo de la sala.

—Está embobado con Cam —le digo a David.

Espero que suelte alguna burla o a que se ría, pero cuando lo veo tiene la mirada perdida se nota a leguas que está pensando en cualquier cosa menos en lo que le acabo de decir.

—Oye —le digo agarrándole el brazo y noto el momento en que sale del trance para volver a poner toda su atención en mí.

—¿En qué pensabas? —Pregunto curiosa.

Él me sonríe repentinamente apenado y yo le devuelvo la sonrisa al ver cómo sus mejillas se tornan rojas, gesto que no hace más que aumentar mi curiosidad. Mi chico rara vez se pone nervioso y cuando lo hace siempre me enamora más.

—No quiero que nos separemos nunca —dice él y yo levanto una ceja sorprendida por el rumbo de sus palabras.

—Por supuesto que yo tampoco lo quiero, pero ¿por qué lo dices? —Indago tras darle un beso casto en los labios que le arranca una de esas sonrisas que tanto me gustan.

Él se acomoda en el sillón para apoyar la cabeza contra el respaldar y me toma entre sus brazos para llevarme contra su cuerpo.

—Ven conmigo a California —pide con la mirada llena de ilusión y yo dejo de respirar conmocionada con lo que implica su petición. Quiere que nos mudemos juntos.

Una sonrisa se dibuja en mi rostro, pero se va tan rápido como llegó cuando sin poder evitarlo, evoco el recuerdo de las inscripciones universitarias que envié. Para nuestra mala suerte las fechas de inscripciones acabaron hace unas semanas y yo, que estaba convencida de que no volvería a estar con David me inscribí en cuatro universidades en el Este del país y tan sólo envié una en California. A Berkeley, que desgraciadamente es una de las universidades con menos posibilidades de obtener un cupo.

David nota la desilusión en mi expresión y pega su frente con la mía de manera reconfortante.

—Yo sé que sólo te inscribiste a Berkeley, pero también sé que tienes un promedio impresionante, serían unos imbéciles al negarte el cupo, preciosa —dice estrechándome contra su pecho.

Mi Hermanastro © [✔️] |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora