Mi Hermanastro © [✔️] |+18|

036

Advertencia: Este capítulo contiene escenas no aptas para menores de edad. Será señalizada con (*******)

Editado 21/12/21

Ver a mi mamá casarse con otro hombre ha causado todo un mosaico de sensaciones en mí. Este matrimonio hace que mi relación con David sea vista como algo inmoral y aunque han pasado dos días desde que hablé con mi novio debido al enfado, la situación sigue afectándome.

Por otro lado, creo que nunca había visto a mi mamá tan feliz desde la muerte de mi padre y sus sonrisas deslumbrantes durante la ceremonia me hacen pensar que el dolor de tener que esconder mis sentimientos hacía mi novio vale la pena.

Mi cabello se revuelve con el viento que siempre sopla con fuerza en la playa y me relajo en mi asiento disfrutando del distante sonido de las olas. Como acto de reflejo mi mano viaja al diminuto dije que cuelga de mi cuello y mis ojos buscan aquellos pozos azules del hombre que me dio el collar que llevo puesto.

David se encuentra sentado en la mesa de nuestros padres con la copa de champán del brindis que hicimos hace unos minutos a medio tomar. Lo observo suspirar pesadamente y muerdo el interior de mi labio inferior para evitar salir corriendo a sus brazos.

Sé que mis palabras fueron duras, quizás en demasía, pero también era cierto que lo que él había hecho estaba muy mal. David siempre supo que las intenciones de Simón con mi amiga no eran las más sanas y hasta donde sé, él no ha tenido el coraje para hablarlo con alguien y enmendar el error que estaban cometiendo.

Miro a mi mamá bailando con Marcos bajo el gazebo que habían mandado a poner en la playa y no puedo contener la sonrisa que se dibuja en mis labios al verla tan feliz. Mis ojos se desplazan al cielo y el corazón se me contrae al ver la cantidad de estrellas alumbrando la velada.

Mi sonrisa se torna triste y me veo obligada a pestañear varias veces ante el pensamiento de mi papá. Le habría gustado ver a mi mamá seguir adelante con su vida y sé que amaría verla encontrar la calma después de la tormenta como lo había logrado con Marcos.

Cuando mis abuelos maternos habían fallecido uno tras otro en el corto tiempo de un año, mamá había estado destrozada y papá siempre le recordaba que ella debía seguir adelante para honrar sus memorias, había dicho que ellos no la habían criado para que se encerrara en su habitación y desperdiciara su vida llorando.

Supongo que cuando papá falleció ella siguió sus consejos. Tardó un par de años en ponerse bien, y por eso cuando Axel y yo nos enteramos del repentino compromiso todo parecía ir muy rápido. Lo cierto es que mamá ya se encontraba bien desde hacía un tiempo, pero mi hermano y yo no habíamos sido lo suficientemente sensibles como para notarlo.

Suspirando, bajo mi mirada hasta el dije y lo tomo entre mis manos para verlo de cerca.

—Me recordó mucho a ti cuando lo compré —dice David y me sobresalto ante su repentina presencia.

Subo el rostro y me topo con su mirada azulada.

—Me encanta, en serio gracias —digo sin saber que más decir. Aún sigo enfadada por todo lo que sucedió con Luisa y Simón, pero tampoco quiero ser grosera con él.

Él sonríe con la boca cerrada y extiende una de sus manos hacía mí.

—Ven, tenemos que hablar —dice en cuanto tomo su mano. Me levanto de mi asiento y le dedico una última mirada a la feliz pareja que se encuentra riendo mientras bailan ajenos a todo lo que sucede a su alrededor.

David suelta mi mano y camina hacía la casa que por ahora se encuentra vacía. Cuando él abre la puerta y se voltea para dejarme entrar primero los recuerdos de la última vez que estuvimos aquí inundan mi mente. Habían pasado casi cuatro meses desde que empezamos a salir formalmente y todo había ido de maravilla hasta este percance.