Cuarenta y dos.

96.7K 7.2K 1.7K
                                    

Michael apartó la mirada y miró hacia el frente  sorprendiéndose a sí mismo de lo que acababa de decir, igual que yo. No pude evitar sonrojarme y de alguna manera agradecía que se volteara, para que no me tuviera que ver roja como tomate. 

-Voy por una cerveza.- dijo, y se fue hacia la cocina.

Suspiré, y me puse de pie. Fui a la cocina, y ahí estaba Michael recargado en la barra con una cerveza frente a él, y fumando un cigarrillo.  Me miró, y regresó la mirada al frente.  Me quedé quieta detrás de él mirándolo fumar. Cuando finalmente terminó de fumar, me miró, y se giró a darle un trago a la cerveza.

-¿Qué pasa?- le pregunté apoyando mi barbilla en su hombro.

-Nada.- dijo, sacudiéndose, quitándome.

-Michael, dime.

-Que nada, entiende.- escupió seco antes de darle un trago a la cerveza.

-¿Nada? Seguro.- pregunté sarcástica.

-Sólo déjame, ¿quieres?- se giró hacia mí molesto, tomó su cerveza  salió de la cocina.  Lo escuché subir las escaleras, y después azotar fuertemente la puerta de alguna habitación.

Bien, esa no era la reacción que estaba esperando.

Caminé lentamente hacia la sala, y dudé entre salir o quedarme allí, pero realmente si me iba de la casa no sabía que haría, tenía miedo de ir sola por la calle de noche hasta llegar a casa de Kate o Calum, pero a la vez no sabía qué demonios se suponía que debía hacer si me quedaba en casa de Michael.  Finalmente caminé hacia el sofá, y me quedé ahí sentada, esperando. Pasó una eternidad, según sentí, y la casa estaba en completo silencio. Saqué mi teléfono, y le envié un texto a Kate.

Hey”

“Hola”

“Me peleé con mi mamá.”

“¿De nuevo? ¿Por qué?”

“Me vio besándome con Michael.”

“O POR DIOS JAJAJAJAJJA si eres idiota.”

“Gracias, eh.”

“¿Qué le has dicho?”

“Comenzó a gritarme, y hablar de sus tatuajes, ya sabes.”

“Tu madre…”

“Sí, así es ella.”

“¿En qué terminó su pelea?”

“Me fui de la casa.”

“No inventes.”

“Es en serio.”

“¿A dónde te fuiste?”

“Estoy con Michael.”

“¿Y qué haces hablando conmigo, idiota?”

“Michael está arriba, furioso.”

“¿Por qué?”

“No lo sé.”

“¿Qué hiciste idiota?”

“Deja de decirme idiota Kate, me estás hartando.”

“Ese no es el punto, idiota.”

“Estúpida.”

“¿Qué le hiciste?”

Testigo. [Michael Clifford] EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora