Seis.

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Subí a mi habitación, y me di un baño.  Deje mi cabello secarse por si solo, y me coloqué un camisón como pijama.  Estaba cansada, así que fui directo a la cama, y me quedé dormida.

Mi frustrante despertador sonó a las seis de la mañana.  Lo apagué, y de mala gana me puse de pie. Puse música, para que no estuviera tan silencioso todo.  Me miré en el espejo. Era un desastre.  Cepillé mi cabello, hasta que quedó presentable.  Saqué unos jeans, un suéter color menta que me quedaba algo grande, y unas botas blancas, y bajé a desayunar.

Desayuné, cepillé mis dientes, y salí de casa. Miré a todos lados de la calle, no vi a Michael. Aliviada, subí a mi auto, y fui a clases. 

Llegué, y vi a Calum en el estacionamiento hablando con otros chicos. Me hizo una señal para que me acercara, llegué, y beso mi mejilla, y pasó su brazo por mis hombros, simplemente dije un “hola” para saludar a todos en general.

-¿Vendrás con nosotros al cine, verdad ____?- preguntó Derek, uno de los chicos que estaban ahí.

-No creo…- Comencé a decir, Michael dijo que pasaría por mi a las tres treinta.

-Oh, ¡Vamos!- dijo Calum- Hoy no trabajas, y ayer no salimos- dijo haciendo un puchero. –Vienes quieras o no.- dijo sonriendo.

-Está bien.  Iré. – dije sonriendo.  No creo que Michael se moleste mucho.

-Esa es mi chica.- dijo Calum.- Bien, nos vemos en la salida.- le dijo Calum al resto de los chicos, nos dimos la vuelta, y fuimos hacia los casilleros.

-¿Cómo vas con Jenny?- le pregunté mientras sacaba y metía cuadernos de mi casillero.

-Es hermosa.- dijo Calum recargándose dramáticamente contra los casilleros, haciéndome reír.-  Tal vez la invite a la fiesta de Marcus.

-¡Ve a invitarla ya!- le dije.

-Pero la fiesta es en un mes.- se quejó Calum. –Se verá demasiado apresurado. – La invitaré en dos semanas.- ¿Tu como vas con cualquier chico, rompecorazones?- me preguntó.

-¡Pésimo por tu culpa!- dije riendo.- ¡Parece que somos pareja!- se unió a mis risas.

-Ya quisieras.- susurró en mi oído, yo solo le di un ligero codazo.

-¡Moriré soltera por tu culpa!- le reclamé.

-Anda solterita, vamos a clases.- dijo riendo.

Entramos a clases, igual de aburridas que siempre. No recibí ni una llamada ni mensaje de Michael, eso me relajaba. 

Por fin dieron el timbre, y fuimos al estacionamiento. Calum me cargaba en sus hombros, mientras corríamos hacia su auto.

-¡Nos vamos a matar!- le dije riendo.  Llegamos a su auto, y ahí estaban Derek, Max,  Sarah, y Meredith.

-¿Vamos en dos autos?- preguntó Max.

-Yo me voy en el convertible de Calum.- dije despeinándolo, aun estaba en su espalda.

-Yo también.- dijo Meredith.

-¡Vámonos todos!- dijo Calum.- Si cabemos.- todos reímos a su comentario.

Todos corrimos hacia el auto <Calum corrió por mi, yo seguía en su espalda> y subimos al auto.  Lo encendió, y empezó a conducir hacia el centro comercial en el que estaba el cine. Todos íbamos conversando, y riendo en el camino.

Cuando llegamos, le envié un texto a mi mama avisándole que pasaría la tarde con Calum. Mi madre lo adoraba, llegó a preguntarme cientos de veces si me gustaba.  Me dijo que estaba bien, y entramos al cine.  Compramos entradas para una película de terror, y mientras comenzaba la función, fuimos por palomitas y bebidas. Nos sentamos en la sala a esperar a que comenzara la película, cuando un texto me llegó.

Llevo treinta minutos aquí. ¿Dónde estás niña?” Michael.

“No estoy en casa.” Respondí.

“Te dije que te recogería hace treinta minutos. Muy mal niña, muy mal.” Respondió. Algo de esa frase me dijo que nada bueno me esperaba.

-Apaga el teléfono mocosa.- me dijo Calum, le di un leve golpe, y apagué el teléfono.

Miramos la película, (muy aburrida por cierto, así que nos salimos a mitad de la función)  y fuimos a caminar por el centro comercial. Fuimos de tienda en tienda, probándonos ropa <la más horrible que encontrábamos> sin comprar nada.

-Ya son siete y media, y dejamos los autos en el instituto.- dijo Meredith.- Vámonos.

Todos estábamos de acuerdo, así que volvimos en el auto de Calum al estacionamiento de la escuela. Llegamos, y cada quién subió a su auto.

-Adiós, nos vemos mañana.- les dije, antes de arrancas e irme a casa. El cielo estaba comenzando a oscurecerse, pero aun quedaba luz.

Estacioné el auto frente a mi casa, y bajé. Saqué las llaves de mi mochila, metí la llave en la cerradura,  y cuando estaba por abrirla, alguien me empujó, casi caigo contra el suelo, pero aquel cuerpo me detenía por los hombros contra la camioneta de mi madre.

Michael.

-Te dije que no me hicieras enojar.

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Perdón por tardarme en actualizar :((

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Las adoro☺

Testigo. [Michael Clifford] EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora