Treinta y uno.

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Me separé levemente de Michael, para no mostrarle que lo que dijo me tomó por sorpresa, cuando si lo había hecho. ¿Cómo se enteró?

-Si estaba con Satsu- mentí mirándolo a los ojos.

-No mientas.- dijo sonriendo de lado.- ¿Dónde estabas?

-Con Satsu.- insistí.

-Al menos que Satsu use la colonia de su hermano, mientes.

-¿De qué hablas?

-Hueles a colonia.- dijo como si fuera obvio.-¿No recordaste usar perfume acaso?- se burló.

No dije nada.

-¿Dónde estabas? Y no mientas.- se puso más serio.

-Con un amigo.- dije en voz baja.

-¿Con quién?- me soltó.

-No sucedió nada realmente, solo vimos películas.- comencé a decir intentando evadir su pregunta.

-¿Con quién?- repitió.

De nuevo no dije nada.

-Mierda, ¿con quién?- me tomó fuertemente de los hombros, haciendo presión en ellos.

-Me lastimas.- susurré. Pero no dejó de hacer presión.

-¿Con quién estabas?

-Con Derek.

-¡Deja de mentirme!- dijo haciendo más presión en mi hombro.  -¿Con quién estabas?

-Con Calum.- susurré. Michael dejó de hacer presión en mis hombros. Suspiré, y lo miré. Tenía la vista perdida, con el ceño fruncido.

-¿Michael?

Me miró rápidamente, y después a su auto. De inmediato supe que quería hacer. Metí mi mano en el bolsillo de su chaqueta, y saqué las llaves del auto.

-Dámelas.- me dijo.

-¿Para qué las quieres?

-Para poder ir y matar a ese idiota. – dijo tendiéndome su mano.- Dámelas.

-No.

-¿No?- dijo alzando las cejas.

-No.- repetí.

-Dame las putas llaves antes de que me moleste más.

-¡No te voy a dejar ir a hacerle a algo a Calum!- le dije.

-No necesito tu permiso, primor.

-Igual no te voy a dar las llaves para que vayas a hacerle algo.

-Te dije muchas veces, que te alejaras de él, y no me hiciste caso.- dijo acercándose a mí. –Dame las putas llaves, ahora.

No le dije nada, así que caminó rápida y bruscamente hacia mí. Tiró de mi brazo, y me arrebató las llaves.  Caminó hacia el auto, tiré de su brazo, casi en vano.

-Tranquila, no lo voy a matar.- dijo sonriendo de lado.- Solo me voy a divertir.

Tiró de su brazo, para librarse de mi agarre. Caminó hacia su auto, y le quitó las placas. Las lanzó en el asiento del copiloto, y subió a su auto.  Cerró la puerta de este, y bajó el vidrio.

-Nos vemos más tarde.- dijo sonriendo, antes de  lanzar un beso y arrancar.

-¡Te odio!- le grité, sacó la mano por la ventanilla, despidiéndose con esta.

Tomé mi cabello entre mis manos, y grité para mí misma.  Subí a mi auto, y saqué mi teléfono. Encendí el auto mientras le llamaba a Michael. Buzón. Comencé a conducir a casa de Calum, mientras lo llamaba.

“¿Hola?”

“Calum”.  Suspiré aliviada.

“Mh, sí, este es mi teléfono.” Rió.

“¿Dónde estás?”

“Oh, estoy en la farmacia que está cerca de mi casa. Zylen se cortó y vine a comprar curitas.”

“Ahí quédate, voy para allá.

“¿Para qué?”

“Tú solo quédate ahí. Es que… dejé mi blusa en tu casa.”

“Ah, está bien. ¿No ibas a ver a Michael?”

“No. Quédate ahí, por favor.”

“Está bien…”

Colgué, y conduje a la farmacia que Calum decía, si la conocía.  Me estacioné frente a esta, y Calum estaba saliendo de ella con audífonos puestos, jugando con la bolsa de lo que compró en sus manos.

-Hola.- le dije en cuanto se acercó a mi auto.

-Hola.- dijo quitándose los audífonos.-¿Vamos por tu blusa?

-¿Mi blusa? Ah, sí.- dije recordando la excusa que le dije para ir por él.

Subió al auto, y comencé a conducir lentamente.

-¿Por qué manejas como mi abuela?- preguntó.-E n realidad ella no maneja, pero me entiendes.

-No tengo prisa.- dije sonriéndole, y aumenté un poco la velocidad.  Mientras más tardáramos más probable era que Michael ya se hubiera ido.

Estábamos en la esquina de la calle de Calum, y vimos una patrulla estacionada en la calle, con las luces encendidas. Inmediatamente me puse nerviosa.

-¿Qué habrá pasado?- me preguntó.

-No lo sé.- dije.

Me seguí acercando a la casa de Calum, y definitivamente la patrulla estaba frente a esta.

-Detente.- me dijo Calum. Frené, y ambos vimos su casa. Había cristales rotos en toda la cochera, y el auto de Calum y de su madre tenían los cristales rotos. Las ventanas tenían agujeros de balas.  Miré a Calum, que miraba incrédulo lo que había sucedido en su casa en su ausencia.  La madre de Calum estaba hablando con el oficial, y Zylen la estaba abrazando, llorando. Calum me miró, y de inmediato bajó del auto, corriendo hacia su ahora destrozada casa. 

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Hola♥

Tarde, pero subí.

Perdón  si se les hace "corto" but, no se si hayan notado que todos los capítulos tienen casi el mismo largo, así es que este es el largo con el que más frencuencia subiré. Hago lo posible por hacerlos más largos, but comprendan que mi mente se seca.

Actualizo cuando puedo bc tengo un intento de vida social, so, si hago cosas de vez en cuando.♥ Pero generalmente es en fines de semana.

Buah, that's it.

Voten y comenten si les gusta.♥

Testigo. [Michael Clifford] EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora