Veintitrés.

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-¿A qué clase de soledad?

-A morir solo.- dijo.- Imagina, no tener a nadie, ni siquiera amigos, pareja, a nadie con quien compartir historias. Porque ahora podemos hacer lo que sea con cualquier idiota, y no importa. Puedes “ser amigo” de todos- dijo haciendo comillas con los dedos.- pero al final, ¿quién se queda? Es decir, piensa, de por sí pienso que la vejez es depresiva.- dijo riendo.- Solo, ha de ser aún peor.

No supe que responderle a Michael, y él lo notó.

-Creo que…también le tengo miedo a la soledad.- dije. Me imagine rápidamente a mi estando sola, cuando fuese mayor. Sería horrible.- Y a las serpientes.

Michael rió. Me gustaba su risa.

-Wow, que profunda eres.- dijo. Seguimos riendo, y diciendo incoherencias un buen rato. En realidad no sé cuánto, pero lo pasé muy bien. Michael estaba acostado sobre la piedra, y yo sentada como indio. Hablamos en gran parte de películas, música, o de mi, ya que Michael se negaba a contarme de él.

Chequé la hora en mi teléfono, eran las diez y media.

-Michael.- susurré.- Ya es algo tarde, tengo que volver.

-Claro.- dijo poniéndose de pie.  Saltó la piedra, y me tendió la mano para bajar. La tomé, y caminamos hacia la motocicleta.

“Ya voy para allá”. Le envié a mi madre.

“Tienes suerte de que tu papá haya salido.”

-Vamos.- me dijo Michael. Subió a la motocicleta, y yo subí detrás de él. Lo abracé por la cintura, y arrancó.

Tardó aproximadamente diez minutos en llegar a mi casa. Había manejado a una velocidad increíble.  Llegamos, y detuvo la motocicleta frente a esta.  Lo solté, y bajé de la motocicleta.  Me paré frente a la motocicleta, y jugaba con las puntas de mis pies. Por primera vez estaba nerviosa sobre que decirle a Michael, siempre solía bajarme, y solo entrar, pero sabía que esta vez tenía que decir algo.

-La pasé muy bien.- dije.

-¿En serio?- dijo haciendo una mueca y soltando una pequeña risa.

-Sí.- admití.- Aunque casi morimos de regreso-exageré, y el rió.- me divertí.

-Yo también.- dijo.  Ambos nos quedamos en silencio unos segundos, y miramos a distintas direcciones.

-Adiós.- dije finalmente.

-Adiós.- dijo.- Te llamaré.

-Lo sé.- dije sonriendo. Me giré, y entré a la casa.

Subí y fui a la habitación de mis padres.  Mi madre estaba sentada viendo televisión.

-Volví.

-¿Acabaste tu tarea?- preguntó.

-Sí.- mentí.- ni siquiera abrí la mochila. Fui a mi habitación, y comencé mi tarea.  Para mi suerte, tenía demasiada. Solo dormí tres horas esa noche.  Al siguiente día fui al colegio con pesadez.  Llegué, y de inmediato Kate corrió hacia mí.

-¿Cómo te fue?- preguntó emocionada.

-Bien.

-¿Bien? No inventes.- dijo.- ¿Qué hicieron?

-No mucho.- le dije.- Fuimos en motocicleta a…

-Wow, ¿tiene una?- preguntó asombrada.- ¿Pues en que trabaja su familia?

-No lo sé.- dije nerviosa riendo.

-Bueno, ¿a dónde fueron?

-Me llevó a un lugar en las montañas donde puedes ver todo el pueblo. Y estuvimos ahí todo el tiempo.

-¿Y qué sucedió?

-Nada.

-¿Nada?

-Nada.

-¿Ni un beso?

-Nada de nada.- dije.- Pero, así estuvo bien. La pasé muy bien con él.

-Entonces… te llevó a un lugar de lo más lindo- dijo moviendo sus manos.- y, ¿no intentó nada?

-Nada, entiende.- dije riendo.

-Entonces…-  dijo caminando hacia su casillero.- Tal vez… si se preocupa más en conocerte, está empezando a sentir algo.- dijo, antes de alejarse a su casillero. Si algo idolatraba de esa chica era su manera de dejarte en suspenso.

Entré a las clases, y me quedé pensando sobre lo que Kate había dicho.  ¿Será cierto? Realmente no sabía que pensar, Michael era algo raro. A veces era un agresivo, otras veces solo era seco, después protector, tierno, demás. Sin duda era complicado.  

Salimos de clases, y fui directo al trabajo. No tenía muchas ganas de llegar a casa.  Estuvo algo tranquilo.  Cuando tuve oportunidad, revisé mi teléfono, tenía un texto de Michael.

“Hey, ¿sigues en el trabajo?”

“Sí, salgo a las nueve.”

“Oh, ¿crees que puedas salir después?”

“No lo sé, no creo que mi padre quiera.”

“Entonces… mañana. Igual te sigo vigilando.”  Reí a lo último.

Por alguna razón, no quería esperar a mañana. Quería verlo, para saber si lo que decía Kate era cierto, ya que de alguna manera estaba esperanzada. No era que Michael me gustara. Pero, había algo de él, que me agradaba. Mucho.

Pensándolo bien, recógeme en mi casa.”

“Genial, te veo a las 9:00. ;)

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Holaaa

Ya sé que me tardé en actualizar, pero juro que ya no sucederá. (O casi nunca) Voten y comenten si les gustó plz. Me ayudaría mucho.

Btw, quiero dar un aviso bebe. Como ya entré a clases y es el último año y shalala,  no tendré mucho tiempo para actualizar, entonces la mayor parte del tiempo actualizaré en fines de semana. Ya sea de viernes a domingo. Juro que haré todo lo que pueda por actualizar entre semana, pero si no puedo pues ya avisé ggg.

Love ya.

Testigo. [Michael Clifford] EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora