Capítulo 30|Te diría que sí.

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30|Te diría que sí.

30|Te diría que sí

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Falta una semana para las vacaciones decembrinas, así que con el trabajo y la escuela me han servido para despejar mi mente de los problemas que se desatan de manera interna con la familia

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Falta una semana para las vacaciones decembrinas, así que con el trabajo y la escuela me han servido para despejar mi mente de los problemas que se desatan de manera interna con la familia. En lo personal, es complicado salir adelante cuando una persona en especial ya no me acepta como el día que me sostuvo entre sus brazos al nacer. Saber que ha preparado una cena en donde debo presentarme, ocasiona que sienta varias punzadas en el pecho, aún no sé cómo reaccionaré al verla, ¡ni siquiera he pensado en lo que le diré!

Claro, sí es que quisiera escucharme.

Me concentro en la música que sale de las bocinas y de mis alumnos que tratan de ejecutar un movimiento sujetados en las barras. He progresado con el grupo de ballet y break dance, que me siento orgulloso hasta donde he podido llegar, la coordinadora encargada del estudio de danza, me ha felicitado por el progreso de los alumnos.

Me acerco a la barra donde niños y niñas están enfilados y les hago varias correcciones, seguidamente, les hago una muestra de cómo deben mantener la espalda y los pies al momento de ejecutar cualquier movimiento al estar bailando. Así transcurre mi clase de domingo por la mañana hasta darla por finalizada.

Los alumnos abandonan el salón mientras se despiden, reviso la hora de mi celular y falta media hora para que otro maestro venga a dar su clase, así que me ánimo a conectar de vuelta mi celular para reproducir la música que he escogido para mi audición.

—Toc, toc, disculpa, ¿la clase ha finalizado?

Cuando alzo la cabeza, sonrío al ver a Julie entrando al salón, va vestida con unos pantalones de mezclilla, zapatos deportivos y un suéter colorido. Afuera hace un frío tremendo que te congela hasta los huesos sin importar la hora del día que sea.

—Ha llegado a tiempo para su clase de danza, señorita Valtersen —hago una ligera reverencia y tomo su mano —wow, tienes los dedos fríos.

Ella realiza una mueca mientras trato de que sus manos entren en calor llevándolas a mis labios.

Cuando colisionamos #2 ✔Kde žijí příběhy. Začni objevovat