Capítulo 29|No todo es felicidad.

575 93 82
                                    

Dedicado a Julymg8 ♥️

29|No todo es felicidad.

29|No todo es felicidad

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

La semana ha pasado tan rápido, que, al estar centrada en las montañas de deberes, he tenido que limitar mi trabajo donde gano un poco de dinero con tal de subsistir

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

La semana ha pasado tan rápido, que, al estar centrada en las montañas de deberes, he tenido que limitar mi trabajo donde gano un poco de dinero con tal de subsistir. Hoy es el dichoso día en que la universidad está por tirar todo por la ventana, para que la comunidad escolar realice sus muestras escénicas en todos los ámbitos artísticos para el público en general.

Me apresuro a ponerme las calzas deportivas frente al espejo improvisado que he puesto en mi habitación. Puedo escuchar a las chicas gritando que es momento de darse prisa o llegaremos tarde, con un pie flexionado, por poco me voy de espaldas al suelo. Me miro una última vez de pies a cabeza, mi ropa no está tan mal, hasta parezco una granjera con todo y mis trenzas.

He estado empeñada en mi proyecto de arte y estoy emocionada por presentarlo, siento que he progresado y que mi talento como el de los demás, no debe ser comparado, estoy satisfecha con el resultado.

De igual manera, mis amigos han estado centrados en sus respectivos trabajos. Entre ellos: Los chicos bailarines. Ellington y Rick han trabajado muy duro con tal de ver a su profesora estricta feliz, sobre todo Ellington al ser el bailarín principal junto a Sherlyn, tuve que reprimir mi curiosidad para ir a espirarlos en sus últimos ensayos, con tal de que la magia de no se esfumara al verlos bailar dentro de poco.

—¡Es momento de sacar nuestros traseros, chicas! —Avisa una desesperada Greta con ganas de darnos una paliza —no puedo creerlo, estamos a unos cuantos metros y llegaremos tarde.

Remi se ríe y le palmea el hombro.

—No seas dramática, querida. Vamos.

Cojo mi celular y la llave guardándolos en el bolsillo.

Al llegar a los terrenos del edificio, la marea de personas se hace presente frente a nosotros, eso ocasiona que recorramos el perímetro para acceder por otra puerta menos concurrida. En el interior, parece que los pasillos están a punto de estallar. El bullicio es audible como si estuviéramos en un mercado. En menos de quince minutos, cada área le es asignado un horario del programa, es un alivio que los profesores no nos hayan pedido hablar frente al público o en serio mi pánico escénico iba a amenazarme con salir a la luz seguido de mi inconsciente tartamudeo.

Cuando colisionamos #2 ✔Where stories live. Discover now