Capitulo 48

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La estancia en la que se encuentra es amplia y elegante pero el aire se siente triste, claustrofóbico y sumamente pesado; pareciera diseñada para hacerte sentir inferior y constantemente amenazado

-Rouhan- lo llama Wen Ling a detrás a sus espaldas -El concejo quiere hablar contigo-.

La escena cambia a un lugar más deprimente y oscuro, sillas altas con sombras amenazantes y deformes lo rodean haciéndolo sentir tan asustado como cuando un perro se acerca, las sombras parecen burlarse de el incluso cuando no han producido ni el más mínimo sonido.

-Ese bastardo no debería nacer Rouhan- dice una voz venenosa que parece venir de todos los lugares de la habitación -Lo sabes mejor que nadie, aún eres muy joven e inexperto- el tono usado desborda hipocresía total -Y los posibles padres... uno está casado, otro comprometido y el último ocupado en una situación delicada de su secta- la hipocresía sigue presente pero también la burla -Lo mejor sería deshacerse de ese estorbo-.

-No puedo... no quiero- su voz se escucha más joven y frágil de lo normal -Es inocente, puedo fingir lo que gusten pero no me hagan esto- la sumisión es tan fuerte que está seguro no es el quien habla a pesar de que las palabras salen de sus labios.

Las sombras sonríen retorcidamente, complacidos por el terror que le produce el perder al niño no nato, han encontrado una nueva debilidad en el joven e inexperto Wen Rouhan.
Nuevamente la escena cambia y un muy pero muy joven Lan Qiren se encuentra sentado frente a él con sus manos posadas en su muy prominente vientre.

-Me gustaría quedarme hasta que nazca, pero no puedo- dice Qiren con un tono apesumbrado -La carta decía que mi hermano será recluido y alguien debe cuidar de la secta y de Xichen- aleja las manos del cuerpo del menor -Pero si algo malo pasa, no dudes en enviar una carta-.

La escena vuelve a cambiar ahora se encuentra tumbado en una cama con Wen Ling parado junto a él sosteniendo un pequeño bulto envuelto en cálidas mantas.

-Es un niño- anuncia el Wen mayor entregándole al pequeño paquete.

-Hola, mi pequeño A-Xu- el cariño en su voz es tan fuerte que lo hace sentirse reconfortado.

Entonces todo pasa como un borrón de colores y voces sin mucho sentido, de vez en cuando distingue un par de imágenes de Wen Rouhan cuidando a un bebé, de Wen Xu dando sus primeros pasos, de esas distorsionadas sombras amenazándolo constantemente, de Wen Xu llorando, Jiang Fengmian cargando a Wen Xu con amor, Jin Guangshan llorando amargamente en su hombro, Lan Qiren preocupado, pero algo que resaltaba en todas esas imágenes era la evidente soledad que desprendían. Frases sueltas como "No dejes que te manden tú eres el líder" o "te amo A-Rou" retumban a su alrededor.
Finalmente todo a su alrededor se aclaro un poco y lo dejo ver una escena que si conocía pues era el día exacto en el que había despertado en ese cuerpo.

-Si solo van a decir estupideces que alteren a mi paciente les pido que salgan de la habitación- dijo Wen Ling sumamente molesto.

-A-Ling, por favor- interviene aún cuando no desea hablar -Sal de la habitación, me revisaras más tarde-.

-¡¿Estás loco?!- gruñe Wen Ling.

-Solo serán unos minutos- dice nuevamente sin poder evitarlo, como si su cuerpo no lo obedeciera -Necesito hablar con ellos-.

A regañadientes Wen Ling sale de la habitación y azota la puerta al cerrarla. Siente como su cuerpo se endereza en la cama a pesar de lo mareado que se encuentra y le hace frente a los ancianos Wen quienes lo miran como si se tratara de una anulidad y no del líder de su secta.

Cambiando el destino del SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora