Capitulo 42

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Una muñeca dislocada fue el veredicto del médico Lan después de revisar a Wen Xu la noticia en cierta forma le trajo alivio a Rouhan pues los llantos de su pequeño hijo le habían producido una fuerte angustia <¿En qué momento se convirtió en mi hijo?> se preguntó confundido al darse cuenta del título y el cariño con el que veía al que en un posible futuro se volvería un homicida.

-Debe descansar por una semana al menos- las indicaciones del médico lo devuelven a la realidad.

-Pero estará bien ¿verdad?- pregunta Jiqng Fengmian con una pequeña y llorosa Yanli en brazos.

-Con los debidos cuidados y las cantidades correctas de energía espiritual en la herida no debería tener ningún problema- responde el médico antes de hacer una respetuosa reverencia y retirarse.

-Al menos no fue algo muy grave- dice Guangshan arrullando a su hijo.

-Afortunadamente- murmura Qiren con Wen Xu en brazos ya que debido a su estado Rouhan no podía ni debía cargarlo.

-¿Wen Xu va a estar bien?- pregunta Xichen sujetando la mano de Rouhan quien sonríe ante la preocupación del niño.

-El va a estar bien- le confirma Rouhan.

Apenas salían del ala médica de Gusu cuando un discípulo menor los intercepta indicando que Qingheng-Jun los solicita en el comedor pues se encontró el arma con la que se asesino al segundo anciano, Rouhan rápidamente se excusa diciendo que no puede dejar a su hijo solo después de su accidente.

-Ayudaremos a Rouhan con los niños y después le informaremos que paso en la junta- le informa Fengmian al joven discípulo sabiendo que será imposible convencer al Wen de apartarse de su hijo.

Apresuraron él paso y una vez dejaron a los niños y a Rouhan en sus habitaciones los otros tres se apresuraron a la junta pues era primordial saber que se diría para proceder con precaución en la noche durante el último asesinato. Rouhan aburrido después de esperar tan solo cinco minutos se puso a jugar por un rato con Lan Xichen, sorpresivamente el niño no distaba mucho de el joven que conoció en su vida pasada tal vez resaltando un poco más la inocencia típica de los niños pequeños, aunque tampoco podía decir mucho al respecto pues durante su vida como Wei Wuxian solo intercambio un par de palabras con el heredero de la secta Lan. Pasada media hora Lan Xichen se quedó dormido por lo que Rouhan salió de la habitación permitiéndose sentarse a descansar en el pequeño trozo de jardín que se encontraba frente a su habitación necesitaba pensar todo lo que había descubierto hasta ahora, aunque por ahora marchaban bastante bien las cosas aún debía meditar los movimientos que todavía le quedaban por realizar para cambiar el destino de las personas que ama, ahora incluyendo a Wen Xu y Wen Chao entre ellos.

<Cuando me deshaga del concejo ¿qué debería hacer?> piensa tranquilamente <Es decir debo conseguir información de la situación política de esta época y además instaurar un nuevo concejo... tal vez la rama médica de los Wen sea buena opción así tendré a A-Qing y A-Ning cerca> un movimiento en su interior lo hace reír un poco <También debo evitar que tú y tu hermano se vuelvan unos asesinos despiadados ¿no es así?> una suave sonrisa adorna su rostro mientras traza suaves círculos en su vientre.

-No debería tener la guardia baja tanto tiempo líder- dice una desagradable voz detrás de él.

Rouhan voltea de inmediato solo para encontrarse con uno de los ancianos de su secta, el desagradable hombre cargaba a Wen Xu cuidando no despertarlo pues el pequeño todavía dormía debido a las hierbas medicinales que le dio el médico para el dolor.
El maldito anciano tenía un amenazante cuchillo contra el cuello del menor, Rouhan frunció el ceño pero no se movió para evitar cualquier posible herida en su hijo.

-¿Qué quiere?- pregunta Rouhan sin apartar su mirada de las arrugadas manos del hombre que sostenían fuertemente a Wen Xu.

-Entender- dice el anciano -Como es que el "gran y poderoso" Wen Rouhan se atreve a no investigar por mano propia los asesinatos de sus... protectores- el sarcasmo marca cada una de sus palabras y el agarre sobre el arma aumenta -La única alternativa que veo es que te encuentres involucrado de alguna manera-.

-¿Pero de que habla?- pregunta Rouhan frunciendo el ceño confundido -¿Porqué yo estaría involucrado en esto?- mira nerviosamente al niño en brazos del anciano -Suelte a mi hijo... lo que sea que desee de mi no lo involucra-.

-Ja!... siempre has sido débil ante tu hijo y con ese que esperas solo te volverás más débil- se burla el anciano -Con el bajo... control tu dices toda la verdad-.

-Suéltelo, por favor- los nervios de Rouhan son evidentes-.

-Lo haré una vez me hayas explicado porque si no te encuentras involucrado en este asunto no haz hecho nada para frenarlo- dice el anciano.

-¿Y qué quiere que haga?- pregunta el líder Wen frustrado     -¿Andar por ahí amenazando a todos los invitados?-.

-Sería una buena opción- dice el anciano sorprendiendo al menor -Después de todo nadie es superior al Sol-.

-Esta demente- murmura Rouhan -Eso solo pondría a las otras sectas en nuestra contra-.

-Ha... Rouhan, con esa mentalidad tan simple y burda te estancaras al igual que los otros incompetentes- la burla resalta en esas palabras -Al igual que tu padre-.

-No hable de esa manera y suelte a mi hijo de una buena vez- dice Rouhan cada vez más molesto por las palabras del anciano -Esto es entre usted y yo-.

-No, no, esto es entre el concejo de Quishan Wen y tu- dice el anciano acercando la daga al cuello del infante -Tu decides, actúas de una vez y dejas claro que la secta del supremo Sol es intocable o este bastardo paga las consecuencias-.

-Ninguna de ellas- asegura una voz detrás del viejo antes de que un golpe seco le llegue a la nuca.

Rouhan se precipita rápidamente hacia el anciano para sostener a su hijo y evitar que toque el suelo; el líder Jiang mantiene un semblante serio y su espada aún en alto, a simple vista se le nota furioso. Detrás suyo se encuentran todos los líderes de las sectas invitadas con diversas expresiones que van desde la sorpresa hasta el enfado debido a la información que el concejal les dio sin darse cuenta y claro de igual forma indignados por sus acciones tan cobardes.

<Ja!, viejo costal de arrugas me facilitaste las cosas, tu solo hundiste al concejo de Quishan Wen> piensa divertido Rouhan, ocultando su sonrisa en las revisiones que hace a Wen Xu <Mira que usar a un niño de cebo, ya deseo ver el castigo que te darán a ti y todos tus... socios>.

Cambiando el destino del SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora