Capítulo 36

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La pregunta "¿a qué te refieres?" estaba en la punta de la lengua de Wei Ying, ansiosa pero temerosa por salir.

¿Podría ser que solo estaba hablando tonterías sin sentido? Pero ¿qué pasaría si resultaba tener razón?

De pronto, dejó esas ideas de lado y preguntó en su lugar: "¿Dónde está Hua Cheng?" Antes de que Wei WuXian entrara a la casa, se supone que ambos habían quedado afuera luchando. Entonces, ¿cómo es que ahora solo estaba Qi Rong aquí?

"¿En serio te preocupas todavía por esa basura?"

"Responde."

"Lo he matado."

"Pff, eso es imposible." Wei Ying soltó una risa. No se permitía ser engañado de manera tan fácil. "Responde con la verdad."

"¿Estás seguro? a veces la verdad puede resultar más desgarradora." La afilada mirada de Wei Ying insistió y la afilada lengua de Qi Rong, sin más preámbulos, acuchilló: "Él se ha ido y te ha abandonado, ¿ahora estás satisfecho?"

Aunque mantuvo la vista fija en su adversario y el cuerpo erguido, sus dedos temblaron y su cabeza empezó a palpitar.

"Estoy cuidando de ti, bebé." No era posible que esas palabras fueras falsas, ni esa ni ninguna de las anteriores. Se negaba a creer en lo que Qi Rong decía, pero solo él, en el fondo, sabía que también estaba siendo afectado.

"JAJAJA, dime algo, ¿en serio crees que haber sido recibido por Hua Cheng en la Ciudad Fantasma fue simple coincidencia?" Sus pasos avanzaron hacia Wei WuXian. "Estoy seguro de que ya has notado a todas las almas que vagan por distintas partes en este mundo, ¿nunca te preguntaste por qué tú no estabas en esas mismas condiciones?"

". . ." Wei Ying seguía inmóvil y Qi Rong continuaba avanzando.

"Además, ese engreído hijo de perra no deja que nadie se le acerque, ¿por qué te lo permitiría a ti?" El tono que usaba era cada vez más descarado, burlón e insoportable de escuchar, "A menos que tuviera otras intenciones."

"Já, ¿por qué debería creer en las palabras de alguien que aborrece y envidia a Hua Cheng?"

"Me creas o no, estoy seguro de que tu mente y corazón están dudan-" Lanzas formadas con energía demoníaca se clavaron en todo el cuerpo de Qi Rong.

"Cállate." La voz de Wei Ying se volvió fría y Qi Rong no paraba de reír.

"JAJAJAJAJAJAJA LO VES. EN EL FONDO CREES QUE TENGO RAZÓN. NO PUEDES NEGAR-" Su garganta fue atravesada, pero esta vez, el ataque no provenía de Wei Ying.

La cueva se sacudió, soltando piedras y dejando caer tierra por todos lados. Tras un fuerte estallido, en la pared apareció un agujero del porte de una persona.

"¿Todavía no se te acalambra la lengua de tanto soltar mierda?"

Hua Cheng había aparecido y en su mano izquierda traía a Qi Rong desde el pelo, arrastrándolo por el suelo. Su cuerpo estaba maltratado, su cabello desordenado y sus túnicas rotas. Pero eso no era todo, en su mano derecha faltaban algunos dedos y su pierna del mismo lado, también estaba ausente.

Entre la confusión de Wei Ying, la figura de Qi Rong que había estado con él todo este rato ardió en llamas verdes y azules para finalmente desaparecer.

"Tú y tus sucios trucos." Hua Cheng gruñó mientras continuaba tirando de los cabellos de Qi Rong al avanzar.

"Hua Cheng..." Las palabras temblaron al salir de los labios de Wei Ying y la mirada de ambos se encontraron.

"¿Qué fue lo que te dijo?"

"Solo una parte de la verdad que necesita saber." Hua Cheng soltó con fuerza la cabeza de Qi Rong, haciéndola estrellar contra el suelo y luego la aplastó con su pie.

"Le pregunté a él. Cierra tu asquerosa boca."

Aunque ya estaba bastante mal herido, sin si quiera poder moverse, Qi Rong todavía tenía energías para reír.

"¿Wei WuXian?" La mirada perdida de Wei Ying vagó desde Qi Rong hasta volver a enfocarse en la de Hua Cheng.

"Los aldeanos... ¿Lograron salir?"

"No fue eso lo que pregunté." La ansiosa respuesta de Hua Cheng solo logró sacar más risas en Qi Rong.

"DILE DE UNA VEZ QUE SOLO QUIERES USARLO, DILE QUE-" La suela de la bota de Hua Cheng presionó más fuerte contra el cráneo de Qi Rong.

Después de lo que pareció ser un largo silencio, Wei WuXian tomó valentía para enfrentar a Hua Cheng.

"¿Por qué no dejas que termine de hablar? ¿A qué le temes, Hua Cheng?" La mirada de Wei Ying estaba perdida, sus párpados y pestañas caídas, pero aun así, en su rostro había una sonrisa mientras insistía en que alguien aclarara lo que estaba ocurriendo.

Hua Cheng relajó los músculos de su pierna y dejó de aplastar a Qi Rong. Cuando levantó el rostro, su boca y nariz estaban reventadas en sangre y su sonrisa más maliciosa y satisfactoria que nunca. Claramente era la expresión de alguien que salía victorioso luego de echar abajo a su gran enemigo.

"Ya te dije una vez, ¿no es así? El día en que moriste, estaba ahí porque buscaba un alma que estaba por ser corrompida." Hua Cheng frunció las cejas y sus labios se apretaron entre sí cuando pronunció: "Tu alma."

"Lo recuerdo... Habías dicho que viste cuando fui asesinado por mi propio ejército de cadáveres."

"Te quitaste la vida con tu propio ejército de cadáveres." Enfatizó Hua Cheng.

"Claro, el alma de alguien que se quita la vida está más corrompida que la de alguien asesinado. Pfff, que inteligente, Hua Cheng." Qi Rong era rápido para meterle leña al fuego, sin embargo, no lo suficiente como para esquivar los golpes de Hua Cheng.

"Cállate, ya dijiste suficiente." E-Ming perforó el pecho el pecho de Qi Rong, como si fuera una estaca, lo dejó clavado contra el suelo.

"Muchos se quitan la vida a diario, en distintas partes del mundo..." Wei Ying comenzó a decir, pero inmediatamente fue interrumpido por Hua Cheng: "Estoy seguro de que no lo recuerdas, pero pronto lo harás." 

La mirada sin vida de Wei Ying se desvió hacia el suelo cuando pidió, "Explícate." 

Se sentía incapaz de continuar mirando esos ojos que lo habían engañado y que a la vez lo habían mirado con tanto cariño. Estaba dolido por tener que continuar escuchando palabras de la misma boca que le había hablado con tanta dulzura. 

Hasta ahora, se había entregado tantas veces a este hombre sin dudar, confiando plenamente en él y, aunque había tardado en darse cuenta del motivo por el cual lo hacía, en vez de sentirse emocionado por descubrir sus sentimientos, estaba tan herido en su lugar.

Al igual que el instante en que uno pierde la vida y empieza a recordar todo lo experimentado a lo largo de ella. Ahora, por la cabeza de Wei WuXian pasaba cada uno de esos momentos; desde que vio la silueta de Hua Cheng frente a la cama cuando recién despertó en la Mansión Paraíso, hasta el momento de felicidad que sintió cuando lo vio entrar por esa grieta en la pared.

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Ayer pasé súper rápido a publicar el capítulo que no saludé :c.
Espero estén teniendo bonita semana, cuidense mucho y espero que estén disfrutando la lectura(?) 👀

FUGAZ [Wei Ying x Hua Cheng]Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin