Capítulo 11

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El sol era realmente abrasador durante la tarde, hace tan solo unos días había comenzado el verano y la calor era más que insoportable.

La gran mayoría de los habitantes de la ciudad usaban vestimentas ligeras, incluso algunos con sombreros para cubrirse de los tórridos rayos y otros echándose aire con abanicos.

Wei WuXian se encontraba en la misma situación. Con un abanico negro en mano se echaba aire mientras caminaba por las calles fingiendo tranquilidad, mientras que por dentro se repetía una y otra vez: solo disimula, solo debes disimular y así pasará desapercibido. Se dijo a sí mismo todo esto durante su trayecto hacia la tienda del Carnicero.

Sabía que si necesitaba averiguar algo, las calles serían el mejor lugar para conseguir la información. Además, ya estaba acostumbrado a estar dentro del mismo lugar donde preparaban 'alimentos' extraños, esto incluía que era capaz de soportar tanto el olor como la imagen, ya sea de la preparación como del platillo final. Aunque, por su puesto, no significaba que se atrevería a probar algo, aún no se encontraba mentalmente preparado para eso. Así que, como si fuera algo súper natural, entró a la tienda y tomó asiento en el mesón. Al otro lado, en la cocina,  estaba el Jabalí de espaldas, concentrado afilando grandes cuchillos.

"Maestro Zhu." Inmediatamente se dio la vuelta a penas escuchó la voz.

"Joven Wei, ¿qué le trae por estos lados?" Wei WuXian se aclaró la garganta, sin embargo ni una palabra fue capaz de salir de sus labios.

Tosió un par de veces y luego de abanicarse movió sus labios en otro intento de hablar, pero tampoco lo logró.

Wei WuXian sabía que, si no usaba las palabras correctas o que, si su tono de voz no era el adecuado, perdería la cara allí mismo, y definitivamente eso no era algo que se podía permitir. Tampoco quería malos entendidos con el Maestro Zhu o con alguien que le escuchara.

Probó una vez más, ahora, intentando aparentar indiferencia, se abanicó otro par de veces, aclaró su garganta una vez más y mirando hacia otro lado preguntó casualmente: "¿Sabes dónde está Hua Cheng?"

Hace unos días, cuando volvió a la ciudad después de pasar toda la tarde en el río, se encontró con la sorpresa de que Hua Cheng nuevamente había salido. En ese entonces quien le había avisado era Yin Yu y como no le había dado detalles adicionales, tampoco se había atrevido a preguntar más. Pero como ya llevaba varios días fuera, se sentía ansioso por saber dónde estaba y por qué tardaba tanto, un sentimiento bastante extraño y fastidioso a decir verdad.

La pregunta '¿Estará con ese tal He Xuan otra vez?' había pasado por su cabeza incontables veces.

Justo ahora, cuando este pensamiento cruzó por su mente una vez más, el abanico en su mano que se había detenido desde hace ya un rato, se encontraba entre sus caninos siendo apretado. Inconscientemente, Wei WuXian había estado mordiendo el borde hecho de madera.

Mucho menos se percató de la fuerza que estaban aplicando sus dientes, hasta que un crack sonó y una pequeña grieta apareció.

Silenciosamente se río de su propia estupidez y de sus palabras como que tenía que 'pasar desapercibido' o ser 'disimulado'. Este solo acto, había arruinado todo su plan inicial.

Alzó la mirada hacía el Jabalí frente a él. Estaba con una expresión difícil de descifrar. Aunque, luego de prestarle más atención, se dio cuenta de que no era a él quien miraba.

En ese instante una voz grave, pero suave chocó contra su oído "Vaya, que feroz."

Esto fue algo que Wei WuXian no se esperaba. Tanto él como el Maestro Zhu se quedaron sin palabras.

Con torpeza se levantó de su asiento y se giró, sin embargo el movimiento fue tan brusco, que le provocó una pérdida de equilibrio. Cuando estuvo a punto de caer, una de las manos de la persona que ahora estaba frente a él sujetaron la cintura de Wei WuXian y la otra se afirmó contra el largo mesón de madera  que se encontraba a espaldas del torpe Wei Ying.

Los labios de Hua Cheng se curvaron hacia un lado en una sonrisa "Si querías estar en mis brazos solo lo hubieras pedido, no tenías que hacer algo tan arriesgado."

Todos los que se encontraban en la tienda, hace unos momentos habían estado charlando y riendo, no obstante, en este momento, repentinas miradas silenciosas hicieron que todo fuera más incómodo.

Excepto para Hua Cheng, que más bien, parecía estar disfrutando el momento que de un momento a otro, se desarrolló.

Wei WuXian no se dejaría intimidar.

Le devolvió la sonrisa y cerrando con facilidad el abanico entre sus dedos, usó el otro extremo para alzar el rostro de Hua Cheng desde el mentón. Estuvo a punto de hablar cuando otra voz interrumpió:

"¿Terminaron ustedes dos?" Wei WuXian estaba seguro de que esa voz la había escuchado antes.

Cuando ladeó el rostro, se dio cuenta de que justo detrás de Hua Cheng estaba He Xuan sentado tranquilamente con varios platos de comida sobre la mesa.

Lo primero que pensó fue que sería realmente asqueroso si de verdad estaba comiendo lo que el Jabalí carnicero vendía. Un pensamiento fugaz que fue reemplazado instantáneamente por otro:

¿Habían estado allí todo este rato?

Y como si Aguas Negras le hubiera leído la mente, contestó de manera casual: "Estábamos aquí antes de que llegaras."

Alguien destruya mis cenizas, por favor.

Puso la otra mano sobre el pecho de Hua Cheng y lo apartó. "De cualquier manera, ¿qué hacen aquí?"

"¿Es que no puedo estar en mi propio territorio?" Preguntó Hua Cheng en el instante que fue alejado.

Por otra parte He Xuan agregó: "Hoy es el cumpleaños de Lluvia sangrienta que va hacia una flor."

"Oh, así que ya cumples 400." Murmuró Wei WuXian dándole palmaditas en el hombro con el abanico: "Felicidades."

Hua Cheng: "¿400?"

Wei WuXian: "Sí, hace unos días dijiste que tenías unos 300."

"Pero después de 300 no viene el 400." Respondió Hua Cheng de vuelta.

Wei WuXian rió: "¿Cómo es que 4 viene después de 3, pero no 400 después de 300?" con un hump se retiró del lugar sin decir más.

Hua Cheng quiso reírse, pero no se atrevió, por lo tanto volvió a sentarse frente a He Xuan. Ambos estuvieron en silencio por un largo rato. 

He Xuan jugando con los palillos mientras revolvía la comida. 

Hua Cheng jugando con la perla coral atada en el extremo distal de su trenza.

"Bien, ¿qué decías sobre Bai Gu Jing?" Quien se había atrevido a hablar primero no fue solo Hua Cheng, sino que también en ese mismo instante su voz se mezcló con la de He Xuan cuando preguntó: "¿Qué sucede con ese chico?"

Aguas Negras aclaró su voz y prefiriendo dejar el tema de lado, continuó con lo que era realmente importante: "Es la espíritu que controla a los Yaoguai, tiene planeado enviar los que sean necesarios con tal de conseguir a Wei WuXian."

FUGAZ [Wei Ying x Hua Cheng]Where stories live. Discover now