Atónito

264 51 10
                                    

El doctor Woon estaba a penas unos metros de distancia cuando grité, de inmediato se aproxima a paso rápido:

— ¿Qué sucede? — Pregunta mientras corre hacia la habitación sin darme tiempo de explicarle— .

Y en realidad no es como que pudiera explicar algo, no puedo definir con palabras todos los sentimientos que tengo en este momento, pero jamás sentí mi cuerpo tan frío ni me sentí tan mareada antes.

Corremos hacia adentro, él rápidamente toma el pulso de ella, de inmediato toma una máquina que tenía ahí cerca de entre tantas, las clásicas cosas que usan para reanimar el corazón, un par de objetos que a penas son más grandes que una cajetilla de cigarrillos, unidos a la máquina por algunos cables delgados y rizados.
Él está intentando hacer que funcione el corazón de Byul nuevamente y estoy segura de que si no lo logra, entonces nos enterrarán hoy a ambas. No puedo resistir a más cosas así.

Hace su primer intento, el cuerpo de Moon se sacude violentamente sin dar respuesta positiva.
Una enfermera entra a la habitación, el doctor vuelve a dar una descarga, ésta vez su cuerpo se levantó más que en el intento anterior, sin respuesta nuevamente.
Inevitablemente mis ojos se nublan, no tendría porque estar presenciando esto.
Si es doloroso saber la situación por la que está pasando es todavía peor ver qué no va a volver.
Cuando te sientas mal recuerda que puede ser peor. Siempre puede ser peor.

El sonido insistente me taladra el cerebro y el corazón. Sin pensarlo me doy vuelta:

— No está respondiendo, sube el voltaje. — Indica el doctor a la enfermera— .
— Podría ser arriesgado.
— ¡Hazlo!

Su grito sonó tan desesperado, estoy segura de haber podido hablar yo por él, definitivamente me hubiera escuchado así.
El sonido que transmite la máquina ha cambiado, es como si se pudiera escuchar algún tipo de radiación, es más fuerte ahora que antes del cambio de voltaje.
Se escucha un impacto más y su cuerpo caer nuevamente a la camilla...
Un silencio de apenas dos segundos fue cortado por los signos vitales que marcaba la máquina. Ha regresado.

"Gracias por no dejarme..." Pienso para mí antes de sentir que mi vista se torna obscura, el mareo es insoportable, sin espacio a nada más pierdo el equilibrio.

[...]

Abro los ojos, me asustó al notar que éste no es el techo de mi casa.
Volteo a los lados para notar que mi brazo está conectado a suero.
¿Por qué?
No hay nadie aquí, supongo que... Me desmayé, por eso tuvieron que canalizarme, vaya.

Miro hacia el techo, entre más miro las balastras más noto cuán viejas y sucias están. Así fueron las últimas semanas que pasó aquí Moon.
Moon. ¿Cómo está? ¿Está bien? ¡Debo saber de ella!
Siento demasiada ansiedad por tener noticias nuevas.
Lo último que recuerdo es haber escuchado que su corazón había funcionado nuevamente y después no recuerdo si quiera haber tocado el piso. No recuerdo nada más.
Volteo hacia donde, en la habitación de Moon había un reloj, pero en ésta habitación no hay.
Miro al lado derecho para ver mi ropa parcialmente doblada y a lado mis pertenencias, me estiro libremente, en seguida siendo restringida por el dolor de que se haya movido la jeringa que me inyecta el suero.
Cómo acto reflejo vuelvo a mi posición original, que horrible es que algo externo a tu cuerpo te lastime por dentro.

Con más cuidado alcanzo mi teléfono, son las 5:17PM.
Llegué aquí al medio día, posiblemente pasamos una hora antes de desmayarme.
Le atribuyo ésto a la mala alimentación que había estado teniendo desde que comenzó esta pesadilla, además de la ansiedad y tantas emociones en un sólo momento.

Bufo ante el pensamiento, detesto no poder estar para ella ahora que me necesita.
Entre los tantos pensamientos me sorprende el recuerdo de aquél beso.

IljidoWhere stories live. Discover now