Llamada

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El doctor Woon entra emocionado con algo que aparece una tablet a la habitación:

— Kim, ¿cómo te sientes?
— Bastante bien, ¿qué sucede?

Siento intriga del porque entró así.

— Es bueno saber eso, te tengo buenas noticias.
— ¿De qué trata? — Pregunto alertada, me siento sobre la camilla— .
— Mira esto.

Se para a mi lado mostrándome la tablet no sin dejar de verla él, es una proyección de una cámara de seguridad que está en la habitación de Byul, ella se ve feliz, es la hora de la comida, se ve muy entretenida conversando con la enfermera, está comiendo ya sin ayuda de ella.
Es el cuadro que más esperé ver y cada vez sentía más imposible.
No despego la mirada de su cara, de verdad luce feliz, satisfecha, sus ojos tienen de vuelta ese brillo tan característico.

— ¿Cómo va? — Pregunta el doctor con una evidente sonrisa, siento que estoy reflejando la misma felicidad— .
— No tengo palabras, sólo... — Siento que en cualquier momento podría llorar de la alegría— es increíble saber que está de vuelta.
— Aún es muy pronto para saber si realmente volvió, necesitamos hablar con algún familiar para que venga o mínimo entable una conversación sobre su vida de hace algunos años, hasta donde ella recuerde, debemos saber si no dejó estragos en su memoria todo esto. También pareciera que está bien, yo me siento igual de aliviado y eufórico que tú. De verdad. Pero debemos de tener una observación de cuando menos 72 horas.
— Pero ella se ve mejor...
— Sí, y eso es magnífico, pero no podemos saltarnos procesos. Los exámenes más avanzados que sacamos tardaron en llegar, también de eso quería hablarte, encontramos que antes de aquél accidente ella estaba tomando aciclovir.
— ¿Qué es eso?
— El aciclovir es un fármaco antiviral derivado de la guanosina que se usa en el tratamiento de las infecciones producidas por el virus varicela— zóster y el virus del herpes simple, incluyen la varicela, la estomatitis herpética, el herpes labial, el herpes genital y el herpes zóster. En realidad eso no es lo importante, sino que haciendo un estudio muy detallado encontré que éste medicamento junto con los antidepresivos que le daba su psicóloga, crearon una reacción química que abría la puerta a algún síndrome o desorden mental, al momento de recibir el golpe en las partes específicas del cerebro la puerta se abrió por completo, por ello es que velozmente desarrolló el síndrome, fueron esos factores lo que lo provocaron así.

Me quedo en silencio analizando lo que el decía. Es como si de una u otra manera tuviera que pasar por ésto, pero me hace dudar un poco, ¿por qué Byul necesitaba tomar ese medicamento? Los antidepresivos lo entiendo, pero...

— Probablemente el cuidado y la vigilancia sea de 5 días — su voz me saca de mis pensamientos— , ya que es un lapso aproximado del tiempo en que ella reaccionó a todo lo que estaba en su cerebro y la contusión.
— ¿Y esa cuenta cuando comienza?
— Hoy. — Vuelve a sonreír— Nos comunicaremos con sus familiares, mientras tú podrías ir a casa y volver cuando gustes, cuando menos el día que la demos de alta.
— ¿entonces ya puedo irme? — lo miro sorprendida, aún estoy conectada al suero— .
— Sí, Kim. Sin problemas, todo está bien contigo, sólo fue un desmayo por tantas emociones.
— Quiero irme ahora.
— Bien, una enfermera vendrá, por favor frecuenta lo más que puedas a MoonByul.
— Sí, lo haré.

[...]

Bajo del taxi que me deja frente a casa, todo estaba como antes, excepto el color de la casa. Ahora la fachada se ve más brillante , la puesta de sol siempre golpea las paredes y ahora era más llamativa. Es un color lindo.
Busco mis llaves en mis bolsillos para notar que no las tenía, ¿están en casa o las perdí?
No hay otra opción. Tocó el timbre de casa, sin estar consiente de la acción me quito los zapatos para poder entrar.
No he terminado de quitarme el par cuando veo a mi madre abrir la puerta y permanecer recargada en el arco de la misma.
Me quedo quieta, su cabello se ha tornado platinado los últimos años, su cuerpo delgado y su sonrisa tranquila. Estoy tan agradecida de que sigue conmigo; No es tan grande, pero aún así todos los días son buenos para agradecer la vida, y más si te da escenas donde la mujer que te cuidó durante toda tu vida te está sonriendo y sus ojos brillan por el reflejo de la puesta de sol en ellos. Un profundo sentimiento me llena el pecho, no creo poder retenerlo:

— Después de tanto has vuelto.
— Han sido días infinitos, pero por fin tenemos buenas noticias. — Hablo con dificultad, no quiero llorar, lo he hecho durante mucho tiempo— .
— La primera es que estás aquí y qué estás bien. — Se aleja del marco de la puerta y camina a abrazarme— .
— Supongo que sí. — Sus manos acarician con tanto amor mi cabello, que no puedo evitar sentirme como una niña pequeña— .
— Ven, vamos adentro.

~

Nunca había comido tanto como últimamente, podría comerme un oso en éste momento. La enfermera vino a hacerme compañía a penas unas horas atrás, estoy feliz de poder hablar con alguien, pero más alegría me da poder disfrutar nuevamente de la vida, (¿si se llama así?) De los sabores, el perfume tenue de la enfermera, las texturas de las sábanas y los cables que aún tengo conectados. Es un poco fastidioso al principio, a este momento estoy acostumbrada a ellos y al insistente dolor del brazo.
A veces entra algo de sol por las mañanas, es tan hermoso ver la habitación inundada con un color amarillo.
Miro al reloj, aún falta tiempo para la cena, pero se siente como si no hubiera comido nada durante años, bueno, quizá sólo durante días... ¿No comí nada o sólo estoy soñando?
Me cuesta mucho diferenciar que es lo que pasó y qué no, es como si todos mis recuerdos tomaran el mismo formato que siempre tienen mis sueños, pero sé que hay cosas que sí pasaron, y otras cuantas que no estoy segura de su aparición en la realidad.
He llegado a la conclusión de que mi tristeza me arrastró a soñar despierta con Dean, de las voces no tengo ninguna explicación, quizá sí me volví loca después de todo, pero creo que está bien.

La verdad es que todo eso me tiene sin cuidado ahora, me interesa más el que aunque todo parece igual, ya no se siente que los días son la repetición del anterior, porque cada día puedo sentir, experimentar o probar algo nuevo.

Me siento ansiosa, por lo mismo mis manos están jugando la una con la otra constantemente.
Miro el reloj, son las 6:00PM, estoy desesperada por poder ver la luz de la puesta del sol entrar por la ventana. Es lo único que estoy esperando en éste momento. Quizá faltan algunos minutos más.
Yo me siento bien, todo pareciera estar normal, en mi mente hay demasiadas preguntas, ¿estoy viva y por eso siento que todo está bien? ¿O morí y por eso ya no hay sufrimiento? No lo sé. Otra vez, no hay a quién preguntarle, pero ya no importa, sea lo que sea estoy totalmente dispuesta y motivada a disfrutar de cada día que tenga, así tenga que pasar la eternidad en el hospital.
La luz advierte que pronto será más marcada, me siento tan emocionada.
Sin avisar entra el doctor que ha estado aquí siempre, trae un teléfono en su mano:

— MoonByul, ¿cómo te sientes?
— Bien, tengo hambre.
— Aún falta tiempo para la cena.
— Sí, lo sé. Estoy esperando a que llegue la hora.
— Tienes una llamada.
— ¿Llamada? ¿De quién?

¿Quién tendría interés en hablar conmigo?

— Sí, contesta. — Me pasa el teléfono, lo acerco a mí— .
— ¿Hola?
— Byulyi, mi niña, ¿cómo sigues?

Mi corazón se rompió en mil pedazos al escuchar la voz de mi madre al otro lado de la línea.

IljidoWhere stories live. Discover now