Capitulo 25

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Karin caminaba por todos los pasillos de la guarida llamando a cada uno de sus habitantes, guiándose con su sentido sensorial fue ubicándolos a todos, pasó de prisa por la habitación de la pelinegra tocó la puerta y solo se dedicó a dar el mensaje: <<A la sala principal de inmediato>>. No le importaba si hacía caso o no. Izumi había pasado a ser totalmente indeseable para ella. Fue hacia Kyo, que se encontraba en el jardín interno meditando, le habló con suavidad para no alterarlo y con un simple <<Necesitamos reunirnos en la sala principal>> salió en busca de Suigetsu que, extrañamente, lo ubicaba en la sala bar de la guarida. Cuando llegó a dicha sala se encontró con un albino desplomado sobre la barra. 

K: Oye tiburón! Necesitamos ir a la sala principal -no tubo respuesta -Despierta!!!!

Suigetsu levantó la cabeza con una sonrisa bobalicona en el rostro ruborizado, Karin se sorprendió de verlo así.

K: Estás ebrio? -él se irguió, tomó la botella que tenía cerca y le dio un trago revelando que era el último de la botella -No puedo creerlo! Lo que me faltaba! 

S: Relajate pelos de elote, estoy sano! -dijo con su sonrisa tonta sacando de quicio a Karin!

K: JA! Solo mírate! Estas totalmente ebrio y Orochimaru está a unos minutos de llegar.

Él se levantó tambaleante y fue a quedar cerca de la pelirroja, ella dio un paso atrás al ver que el albino se le acercaba demasiado.

S: Qué pasa? Me tienes miedo? -dijo acorralandola contra la pared

K: Ja! miedo a ti?...ya quisieras -sin embargo si se encontraba algo nerviosa de ver cómo era acorralada por él.

Suigetsu sonrió macabramente y terminó por presionar el cuerpo de la científica con el suyo contra la pared, Karin lo miraba fijamente mientras sentía un creciente vacío en el estómago.

S: Orochimaru se pondrá furioso si me ve así -dijo tomandole el rostro, Karin estaba muda -porqué no me dejas morderte?

Karin abrió los ojos con mucha impresión, el espadachín NUNCA le había pedido que se dejara morder por él, habían llegado a un acuerdo de sanarse mutuamente, si, pero en los entrenamientos, y solo si era necesario. Pero en ese momento no era nada urgente como para pedirle que se dejara morder, su chakra estaba intacto y su cuerpo no tenía heridas...No tenía sentido.

Suigetsu al ver que Karin no le respondía volvió al ataque.

S: Vamos Karin!!! -dijo en forma de ruego -no puedo actuar de manera cuerda estando ebrio y presentarme así ante la serpiente sería un suicidio tomando en cuenta que tambien tengo que cuidar a su hijo -terminó aun sosteniendo la cara de la chica.

"Bueno...si así consigo que actúe de forma normal..." pensó. Lo único que quería era salir de esa situación lo antes posible. Tenerlo tan cerca se estaba volviendo una tortura extrañamente interesante.

K: Te encargarás de no dejarme ni una sola marca -dijo en tono demandante. Suigetsu sonrió de lado -...Y será mejor que recuperes tu cordura y me sueltes.

Suigetsu desabrochó los dos primeros botones de la bata de Karin, separó la tela que cubría su cuello y sin muchos rodeos mordió profundamente el inicio del cuello de la pelirroja.

Karin suspiró sintiendo esos dientes afilados entrar de golpe en su carne, de nuevo le parecía extraño que no fuera doloroso, era más como un dolor momentáneo y luego una calidez al salir su sangre, parecía un vampiro bebiendo de su cuello. En el momento que le permitió morderla imaginó que mordería su brazo, nunca pensó que se fuera por su cuello.

Suigetsu sentía de nuevo ese sabor a sangre y esa sensación de éxtasis al sentir cómo entraba el chakra de la pelirroja en su cuerpo, era casi como una droga y en su estado de ebriedad, cuando vio a la científica irrumpir, no pudo dejar de desear esa sensación de nuevo.

La excusa perfecta «SUIKARIN»Where stories live. Discover now