Capitulo #5

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El departamento de inteligencia le había cooperado en lo que pudo, el departamento de investigación tenía trabajos atrasados y por lo tanto no podían centrarse en la fabricación de una nueva arma, incluso la experta en armas de konoha le había dicho a Suigetsu que su idea era muy buena pero que ella no podía ayudarlo pues no era científica como para entender el modo en que él se licuaba. Había pasado las últimas tres semanas pidiendo ayuda a todos los departamentos de kiri, viajando a aldeas de armeros y hasta solicitando ayuda de conocidos como Tenten, pero nadie le daba otra respuesta aparte de: suena como una gran espada pero no conozco un medio para licuarla junto contigo...
Eso le recordaba lo raro que era él con su peculiar forma genética.

Estaba sentado bajo un árbol sagrado de la aldea, su cara lucía cansada y desprovista de su típica astucia. Se sentía frustrado...
De repente alguien le tocó el ombro y aquella mujer le sonrió con dulzura. Ella...
Ella siempre siendo comprensiva con él, ella siempre aparecía como caída del cielo. Él la miró y sonrió con pesadez.
-S: Luzco patético no es así?
Ella se sentó a su lado

I: No! Te he visto luciendo patético y esa no es tu cara en este momento. Yo diría que más bien pareces...otra persona

Suigetsu levantó una ceja

S:No entiendo...

I: Qué ocurre?- dijo seriamente- Mizukage-sama me dijo que no te ha visto últimamente y que sales mucho de la aldea para fines personales -lo picaria un poco-, algún lío de faldas?

Suigetsu soltó una pequeña carcajada cínica

S: vamos Imi! Sabes que no soy del tipo romántico...mi problema no es de faldas. Es de objetivos

Izumi lo miró con interrogante en el rostro impulsandolo a explicarse mejor

S: Al parecer estoy siendo muy ambicioso con mi espada

I: oh es eso...

Izumi entendió cuán importante era para él su nueva espada, recordó de pronto algunas conversaciones que tuvo con el peliblanco en el pasado y más específicamente una que tuvieron hacía una semana.

I: Oi! Que hay de ese tipo del que me contaste una vez?, la semana pasada me dijiste que de alguna manera tenías cosas que solucionar con él y sus súbditos

S: debes estar loca! -dijo casi saltando- ni siquiera sabes quién es cierto? No te di un nombre, si supieras no dirías lo mismo. Y sus «subditos» eran mi antiguo equipo...sabes a lo que me refiero?

I: los criminales? -dijo con reproche -quieres decir que aún sientes lazos con esa gentuza?

Ahora si estaba escupiendo las palabras, pero jamás imaginó la reacción del Hozuki

S: Hey!!! Cuida tu boca- dijo en un susurro- yo fui parte de esa gentuza -sentía que su sangre hervia- no te permito que hables sin saber

Izumi nunca había visto a Suigetsu así.

I: Bien...mira no los conozco como tu...en fin! Los extrañas?
S: ja! No diría que eso sea lo que siento
Izumi lo cortó con una carcajada
I: vaya vaya! -recibió la mirada golosa del peliblanco- así que ni siquiera sabes como sentirte con ellos!
S: déjame en paz, no debí mencionartelos jamás
I: a ver, hablemos sin tapujos Sui! Soy tu amiga!!! -Suigetsu la miró con desconfianza- ya que sé que son tu antiguo equipo...háblame de ellos por su nombre
S: estas loca!

Pero terminó haciéndolo. Le había contado sobre Sasuke y su buena relación actual, sobre Juugo, Karin y hasta Orochimaru. Sin mucho detalle pero contandole alguna cosas sobre cada uno. Le contó sobre el tiempo q había pasado desde que no los veía y de lo que cada uno había sido para él. Izumi no cabía en su asombro, aquella gentuza como ella los había llamado tenían características algo tristes y al parecer todos habían tenido un pasado complicado, pero, según lo que decía su amigo, no eran malas personas, incluso lo más sorprendente era haberlo escuchado decir que fue él quien acudió a la vieja serpiente, que no fue un secuestro. Aunque muchas cosas no encajaban. El sannin hizo muchos experimentos con él porque él mismo se lo pidió, hasta ahí todo "bien", pero esa mujer, Karin, luego lo retuvo, junto a otro tal Kabuto, en un tanque durante casi dos años para que no escapara. Y aún así no parecía odiar del todo a la chica. Ella sí que lo había tenido de conejillo de indias. Suigetsu no había explicado el porqué se fue por su cuenta con el sannin pero todo parecía tener un trasfondo.

Terminaron de charlar casi al anochecer, Izumi entendió mucho del pasado criminoso del albino, muchas cosas se aclararon respecto a él. Después de todo ella había logrado tener más información de la que realmente esperaba tener. Ahora sólo quedaba lo último...

I: él te ayudará! Es el único que te conoce de antes y según me has contado, es un completo genio.

Suigetsu la miró. Estaban a punto de tomar cada uno su camino y de repente ella había vuelto a hablar.

I: además...Esa Karin también te ayudará! Y sólo así podrás desahogarte un poco toda la frustración que llevas.

Suigetsu no entendió la última parte pero algo en él se movió al sólo contemplar la idea de volver a compartir tiempo con el viejo sannin y taka.

Cada uno se separó por su lado. Lo hablaría con la almohada y mañana decidiría.

La excusa perfecta «SUIKARIN»Where stories live. Discover now