Dulce noche.

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—¿Te crees gracioso, niñito? —habló en media burla, empuñando con fuerza la prenda del más alto.

Son agarró el cuello de la camisa de aquel hombre, jaló de esa haciendo que el sujeto levantara no solo su mirada, sino que su cuerpo elevara con sus pies. —¿Quieres reír con gusto? —cuestionó acercando su rostro al otro. —¿Te crees un héroe?

—¡Deténganse! —YangMi interrumpió corriendo hasta donde los sujetos separando a éstos. —¡Ni se les ocurra pelear! —pidió estando en medio de ellos imponiendo distancia entre sus cuerpos. —No están en la calle, paren esto. —miró al moreno con nervio, luego desvió su mirada y observó con temor a su padre. —Papá, calma por favor.

—¿Qué diablos haces acá? —preguntó el hombre tomando el brazo de la fémina. —¿Mhm? ¡Respóndeme!

—¡Señor Sung! —Won habló ahora acercándose a la conmoción. —Es mi culpa señor, le pedí que viniera ya que no deseaba que se quedara sola en la casa. —excusó sosteniendo la mano de su amiga. —Sólo se quedará unos días.

El señor miraba y escuchaba a la azabache, suavemente fue soltando la mano de su hija. —¿Quienes son ellos? ¿También se quedarán acá? —cuestionó mirando a los muchachos.

—¡¿Qué pasa allá fuera?!

—¡Mamá! —respondió la de negros cabellos, tirando suavemente a la castaña para pegarla a su cuerpo.

—¡No pasa nada! —YangMi interrumpió. —Papá pasó a buscarme, habían cosas que hacer y lo olvidé. —movió su brazo para liberarse del agarre de su amiga. —Vendré en otro momento. —desvió sus ojos hasta los de su progenitor para dirigirse a éste. —Tengo mi mochila en la casa, pasaré a buscarla, espérame aquí, ¿sí?

—Tienes cinco minutos, te espero en el auto. —murmuró aún con enojo, luego llevó su mirada al moreno quien le observaba con cierta ira. —¿El gato te comió la lengua?

Im colocó su mano en el pecho de su mayor al éste dar a entender que actuaría. —Hyung, cálmate, volvamos adentro. —golpeó suavemente su hombro al pasar por su lado haciendo que éste le siguiera. Rápidamente llegaron al interior de la residencia, estando ahí buscaron a las muchachas. Éstas estaban en la cocina, la mayor entre las dos mojaba su rostro con agua fría. Su mano pasaba por toda su cara, se le miraba temblar, sus mejillas empalidecer.

—Explícame, ¿qué está pasando? —hablaba la azabache tomando la temblorosa mano de la contraria. —Dímelo por favor, YangMi. —la mencionada negaba sin emitir habla alguna. —¿YangMi? —se mantenía cabizbaja, con su mirada puesta en el lavabo, respiraba profundamente, sus párpados cerraba con fuerza.

El azabache tomó los hombros de la fémina para de un suave tirón hacer que volteara su cuerpo y así poder encararla. —No sé que está sucediendo, pero por favor, habla. —miraba los marrones ojos de la chica, conectado su mirada con la de ella. —Escucha —bajó su cabeza por un momento, al levantarla fue bajando sus manos a los antebrazos adversos. —, dame tu teléfono. —pidió, a lo que Won reaccionó rápidamente. Tomó el móvil de su amiga y extendió hasta el mayor, quien al tomar el dispositivo agendó su número en él. —Si llegas a necesitar algo, o sucede algo, ya sea grave o no, llámame sin importar la hora, ahí llegaré a ti. —sonrió cálidamente. —Puedes confiar en nosotros, seré el intermediario.

—Los llamaré, así que por favor, no me contacten hasta que yo no lo haga. —rodeó a la menor con sus brazos para abrazarle con fuerza. —HeeSeok, perdóname. —se alejó con lentitud con una delicada sonrisa en sus labios. —Debo irme.

Wrong Train ➵ Im ChangkyunWhere stories live. Discover now