Extra 2. Entre deseos.

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El rostro de la menor se iluminó tras una enorme sonrisa aparecer en sus rosados labios, percibiendo la ternura adueñar de su pecho. —Quieres decir-

—YangMi me atrae cómo potencial pareja. —confesó el hombre con cierta vergüenza. Sus orejas habían teñido en rojo, su rostro desviado al mismo tiempo que reía con sutilidad.

—¡¿En serio?! —exclamó el castaño. —¡Qué alegría eso, HyunWoo-hyung!

—Bueno, algo me decía que terminaría así. —Won reía divertida al hablar, notaba el mayor entre ellos verle un tanto confuso. —Desde un inicio, sin que nadie lo notara, terminaban uno con el otro. —tomó un poco de su bebida, creando una sonrisa más pequeña. —La ayudabas, hasta le diste tu número, ¿no? —el moreno asintió a su pregunta, a lo cuál ella continuó. —¿Vez?

Un pesado suspiro se logró escuchar de su parte, negó con sutilidad para finalmente hablar. —Todo suena muy lindo, pero hay un problema. —la azabache ya sabía cuál era esa tan molesta situación.

—El que se haya ido. —añadió la chica creando una mueca se incomodidad en sus labios.

El mayor ladeó su cabeza por un momento, suspirando una vez más. —¿No había dicho nada antes de irse? —cuestionó inicialmente. —Me es extraño, lo poco que llegué a conocer de su persona, no concuerda con lo que hizo.

—Lo único que supimos de ella, luego de que su padre fuera a buscarla —aclaró su voz y vió seriamente al mayor. —, llamó a HeeSeok tarde en la noche. —mientras hablaba, en ocasiones veía a su pareja, quién recargaba la cabeza sobre su cuerpo, buscando aquel confort. —Le había mencionado que se ausentaría al trabajo y universidad por un tiempo. —besó los adversos cabellos para ver al azabache mostrarse un tanto inquieto. —Desapareció sin más.

Won se alejó un poco del cuerpo del muchacho para ver con cierta seriedad y tristeza al moreno. —No responde las llamadas o los mensajes que le he dejado. Además, ella y su padre se habían mudado un tiempo atrás, nunca supe a dónde. —encogió sus hombros, riendo con cierto sarcasmo. —No sé si era plan de ella, pero si deseaba desaparecer, alejarse, lo logró.

El azabache suspiró sutilmente, un tanto apenado y decaído por lo que escuchaba. —Dudo mucho que ella deseara alejarse sólo porque sí. —los dos jóvenes vieron un tanto intrigados al sujeto, sintiéndose un tanto inquietos. —Debe haber algo más.

—Son. —llamó la de negros cabellos luego de haber visto por unos momentos a su pareja. —¿Qué quieres decir con eso? —cuestionó finalmente.

—No confío del todo en su padre. —encogió sus hombros, negando a sus propias palabras. —Estoy loco, no tomes mi palabra.

—Tienes razón. —ella volvió a hablar, sorprendiendo al moreno por esa, tan simple, respuesta. —Su padre siempre ha sido un hombre muy extraño. —agarró su móvil dejándolo en la mesa, tomando sus manos mientras jugaba con sus dedos. —Siempre se me hacía alguien hipócrita, cómo si todo lo que hiciera tuviera un precio a pagar.

Im vió a su pareja y pensó un poco en silencio. —Ahora que lo mencionas, cuándo la fue a buscar, la trató muy extraño. —resopló al recordar brevemente. —Y para que HyunWoo-hyung reaccionara de aquella manera algo más he de haber.

—No saques conclusiones, ChangKyun. —le regañó él, suspirando pesadamente. —No saben cuanto deseo poder saber cómo ayudar y —pausó cortamente, tragando en seco. —, bueno, poder verla aunque sea una última vez.

Won suspiró suavemente, creando una delicada sonrisa en sus belfos. —Igual yo, pero —sonrió con poco más ánimo, haciendo la mayor confundir. —sé que pronto la veremos.

—Ella volverá, y no se irá. —añadió el castaño quién, una vez más, dedicaba un tierno beso a la cien de ella. —Tú eres quién mejor la conoce.

Una sutil risa la chica expresó. —Tienes razón.

[ . . . ]

Es imposible, Im. —repetía la fémina, al mismo tiempo que su cuerpo reposaba sobre el sofá. —Ella no pudo haber hecho eso. —reprochaba con molestia y melancolía.

—HeeSeok, amor, ya lo comprobaste, ese ya no es su número telefónico. —su mano tomaba la de su compañera, brindándole suaves caricias a ésta. —Ya han pasado varios días, puede que pronto te contacte para darte su nuevo número. —pronunciaba brindándole confort a su pareja, dedicándole un delicado beso en la frente.

La fémina suspiró delicadamente. —Ya lo dijiste, han pasado varios días —levantó su mirada, una algo cristalina, ante la idea de perder a su hermana. —, ella no me contactará. No lo hará. —reafirmó, a lo que el castaño le abrazó, apegándola cálidamente a su cuerpo.

—Por favor, calma. —otro beso dedicó, ésta vez tocando la cabeza de la adversa. —Ya verás que todo se resolverá. —suspiró suavemente, viéndole detenidamente. —Confía en ello.

—ChangKyun, sé que será así, pero tengo un muy mal presentimiento. —encogió sus hombros cerrando sus párpados por unos momentos, eso al percibir la confusión en el otro. —Algo me dice que habrán más problemas que soluciones. —exhaló pesadamente, mostrando los nervios que a sus adentros sentía. —Solamente deseo que ella esté bien.

Un frío silencio apoderó de la estancia, ambos pensaban, soluciones y más problemas. ¿Qué vida era esa? Al igual que en ese cálido espacio, en otro lugar,  distante cómo tan cercano, unos llorosos ojos veían con dolor los brillantes astros en el negro cielo. Sus manos abrazaban su propio cansado cuerpo, tan frío, pero su memoria al recordar le hacía calentar el corazón.

—Es hora de irse, ¿no? —decía para si misma, sonriendo en pura pena, riendo delicadamente para no ser escuchada.

Una estrella fugaz, viva y frágil, atravesó en su mirada, misma que brilló suavemente. —Sólo deseo vivir en armonía y felicidad. Es lo único que pido. —murmuró cerrando sus párpados tratando de descansar en aquella marchita soledad.

Wrong Train ➵ Im ChangkyunOnde histórias criam vida. Descubra agora