Capítulo 75: El miedo que...

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Después de comer se habían quedado viendo películas. Lauren mantenía abrazada a Camila en su regazo, mientras le acariciaba distraídamente el cabello y veían la parte final de la película del Rey León, que era la que había elegido la castaña, mientras pegaba brinquitos como niña chiquita encima de la cama rogándole que la vieran porque era una de sus favoritas. No pudo negárselo y terminaron viéndola, al fin y al cabo ella había accedido a ir a la piscina.

Nunca había visto esa película y confesárselo a Camila fue que ella dijera de inmediato "No tuviste infancia". Al igual que es un insensible el que no haya llorado cuando Mufasa muere y Simba le ruega que se despierte.

Cuando pasaron esa escena, descubrió a Camila llorando a lágrima viva y, evitando reírse, la abrazó y le dijo que era sólo una película de muñequitos. Había sido peor, porque la castaña le soltó un almohadazo tremendo y le gritó que era una insensible malvada sin corazón que no tuvo infancia, después corrió hacia el baño y Lauren, deteniendo la película en el momento en el que Simba huye por petición de Scar. Lauren entró al baño y le pidió disculpas por haber dicho eso. Camila accedió, pero le había dicho De todas formas eres una insensible que no ha tenido infancia.

Después de aquello no había estado muy pendiente de la película. Sí, se había medio asqueado cuando Timón y Pumba comían gusanos e insectos, pero luego de eso no le había parado mucho y perdió finalmente el hilo.

Todavía seguía pensando en lo sucedido en la piscina y que Camila, aparentemente, no recordara haber dicho lo que había dicho. Seguía dándole vueltas a la situación y no hallaba explicación; salvo tal vez, que la castaña estuviera comenzando a presentar rasgos tempranos y síntomas de una posible senilidad o predemencia de Alzheimer. De inmediato lo descartó, al darse cuenta que estaba siendo ridícula, el sólo pensamiento era ridículo. Tenía que ser algo más.

Vio a Simba convertirse finalmente en rey y Camila se estiró para quitarse la pereza y volteándose, miró a Lauren, que todavía seguía metida en sus pensamientos. Sonriendo, se alzó un poco y le dio un beso pequeñito en la mejilla, consiguiendo que la mirara y le sonriera igualmente.

-Sabes que a mí no puedes mentirme.

BAM BAM, fue lo que escuchó en sus oídos cuando sintió como si su corazón diera un vuelco, palideció y frunció el ceño, confundida y nerviosa.

-¿De qué hablas?- preguntó Lauren, queriendo que no se le notara la preocupación en el rostro.

Camila alzó una ceja y la miró fijamente.

-Admite que no prestaste atención a la película- exigió, convirtiendo su seriedad, una media sonrisita burlona -Admítelo.

Lauren soltó el aire que había estado aguantando sin darse cuenta y por el alivio tan grande que sintió, comenzó a reírse con nerviosismo.

-Ahh, era eso...

Camila rió también y después de darle un beso, la abrazó.

-Claro… ¿Qué pensaste que era?- preguntó, juguetona

-Uh… yo… no, nada…

-¿Lo admites?

-¿El qué?- preguntó Lauren, distraída por sus besos.

-Que eres una insensible que no tuvo infancia y que además… no terminó de ver la película, tontita- susurró Camila, ladeando la cabeza. Lauren se mordió el labio inferior y le dio un beso.

-Está bien, lo admito… - murmuró -Pero con una condición…

-¿Cuál?

Lauren sonrió malévolamente y con buenos reflejos la tomó de la cintura y rodó con ella en la cama, hasta colocarse encima de ella y provocarle un sonrojo que le encantó.

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⏰ Última actualización: Aug 15, 2020 ⏰

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