Capítulo 65: Mi Diciembre (Parte 2)

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Aquel grito hizo que Shawn se levantara de un salto, asustado y comenzara a mirar a todos lados, completamente aturdido y sin entender lo que pasaba. Alzó la mirada y se encontró con el rostro serio de Camila y al mirar al otro lado se encontró con Lauren.

-¿Qué... ?

-¡¿Se puede saber qué significa esto?!-gritó Camila, sintiendo la rabia fluir por su cuerpo y lanzándole la caja con la ampolla de morfina a Shawn. Él lo miró y suspiró, sintiéndose descubierto.

-Eso es...

-¡Es morfina, Shawn! ¡Me dijiste que estarías bien! ¡Que pasarías bien la noche! ¡Que no te hacía falta quedarte en mi casa porque no te dolería nada! ¡Me mentiste!

-Lo siento... yo no quería preocuparte, yo no quiero molestarte. Es sólo para aliviar el dolor...

-¡Te dije que no me es molestia, Shawn! ¡Te dije que si te sentías mal yo no tendría problema en que me llamaras fuera la hora que fuera... !

-¡Está bien, Sí, te mentí! ¡Me duele todas las malditas noches! ¡Estoy harto de que me trates como a un niño! ¡No soy tu hijo, no soy tu hermano, no soy absolutamente nada tuyo!

El rostro de rabia de Camila se transformó de inmediato en uno de dolor y tristeza, Shawn en ese instante se sintió una bestia, no había querido decir eso de ninguna manera. Era su amiga, su mejor amiga en todo el mundo.

-Mila... lo siento, yo no quise...

-Si vas a venir, vístete ahora. Te espero en el auto.

La voz de Camila fue tan seria y monótona que sus palabras se le clavaron como agujas en el corazón, ella salió de la habitación y Lauren la siguió rápidamente.

Las ganas de llorar fueron inevitables, las lágrimas salieron sin ningún tipo de esfuerzo y resbalaron por sus mejillas sintiendo un sabor amargo en la garganta. Se limpió la nariz y la sangre quedó en su mano, recordándole nuevamente que era un maldito imbécil y bestia.

Camila entró al auto y cerró la puerta de un solo golpe, del lado del copiloto se abrió también y entró Lauren, acercándose de inmediato y abrazándola con fuerza para confortarla.

-Él no quiso decir eso, Camz... sólo está molesto...

-Yo sólo q-quiero que confíe en mí... quiero que sepa que puede contar conmigo...

-Él sabe todo eso, princesa-susurró Lauren, acunando el rostro de Camila entre sus manos-Sólo que él tiene un poco de razón, lo tratas como a un niño, parecías su mamá...

-¡Yo no lo trato así!-protestó Camila, frunciendo el ceño.

-¿Ah no?-preguntó Lauren, alzando una ceja sarcásticamente. Camila pensó mejor y luego bajó la mirada, avergonzada.

-Yo sólo quiero cuidar de él. No quiero que le pase nada... podría haber tenido una sobredosis de morfina, pensé eso incluso cuando no despertaba...

-Pero no la tuvo, Camz-repuso Lauren, besando su frente-Estoy segura que es sólo para el dolor... vi en sus ojos que decía la verdad, niña.

-Pero...

-Además... -continuó Lauren, con dulzura-Se trata de cuidarlo y ayudarlo, no que te comportes como su madre y lo sobreprotejas como a un nene de 3 años.

-Lo siento...

-No es a mí a quien debes decirle eso.

Camila sonrió y tomando por el cuello a Lauren y agarrando su mano, la besó suavemente y muy despacio, disfrutando de la calma que Lauren quería transmitirle por medio de sus labios moviéndose al compás de los suyos. La puerta trasera se abrió y cuando ya iba a entrar Shawn, al ver a las dos en la posición en la que estaban, desvió la mirada, avergonzado.

Lo que me gusta de ti (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora