Capítulo 41: Hazlo por mi ahora.

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-Mila... ¿Estás bien?

Cerró los ojos, respirando profundo, si ahora sentía como si hubiera tragado veneno y le hubiera quemado la garganta, no sabía por qué sonreía y quería dejar de hacerlo ya, porque ya Ally debía estar pensando mal. Enseguida consiguió un punzante dolor en el estómago que le hizo jadear.

-Ally... por favor, llévame a mi habitación-murmuró Camila, entre dientes.

-Sabes que eso tienes que hablarlo...

-¡Maldita sea, Allyson! ¡Llévame ya! ¡Me está doliendo!-chilló la castaña, palideciendo.

Ally vio que se agarraba el estómago y miró a su alrededor, buscando.

-¿Puedes caminar o prefieres una silla de ruedas?-preguntó Ally alarmada.

-Creo que puedo caminar...

-Buscaré una silla de ruedas, entonces.

-¡Dije que puedo caminar!-replicó Camila, enojándose. Volteó y comenzó a caminar despacio.

-No puedes seguir así, no llegarás a la habitación sin tener la herida completamente abierta-dijo Ally, alcanzándola.

Camila volteó y la miró con el semblante muy serio.

-Obsérvame-siseó

La castaña siguió su camino a paso lento, pero intentando ir lo más rápido que el dolor le permitía. Ally la siguió de cerca, vigilando cada paso, sabía que insistirle sería inútil, porque eso la haría ponerse aún más terca de lo que estaba.

Al llegar a la habitación, se acercó a su cama e intentó recostarse, pero le fue difícil.

-Déjame ayu...

-No soy una inútil...

-¡Sé que no lo eres! ¡No seas infantil y déjame ayudarte! ¡No permitiré que te lastimes aún más!-replicó Ally, molestándose.

Camila gruñó y Ally se acercó de nuevo, con la intención de tomarla de la mano y de la cintura para que ella se apoyara en su hombro y poder alzarla los centímetros que faltaban para estar en la cama. Con un poco de esfuerzo y varios jadeos ahogados de Camila, logró recostarse y cerrar los ojos para recuperar el aliento y poder calmarse de la bronca que sentía.

Sintió la mano de Ally sobre las vendas y enseguida la detuvo.

-¿Qué haces?-inquirió, ceñuda.

-Quiero ver cuánto daño te hiciste-repuso Ally.

-No tengo nada.

-Eso ya lo veremos.

Abrió la venda y para su sorpresa, estaba completamente limpia y la poca sangre que había estaba ya seca, probablemente era de cuando Edik le había vuelto a cerrar la sutura el día anterior.

-Te dije que no me la abrí.

Allyson volvió a cerrar la venda y puso el sobre en la mesa.

-Las fotos pueden mostrar una realidad alterada-dijo ella, sentándose en la silla al lado de la cama.

-No intentes jugarla conmigo a la psicóloga justo ahora. No estoy de humor-contestó Camila, pesadamente.

-Sólo quiero que seas sensata. Ni siquiera sabemos quién tomó esas fotos o si fueron retocadas de alguna forma...

-No fueron retocadas. Ella y ese tipo... ni siquiera sé quién es...

-Es el baterista de la banda.

Lo que me gusta de ti (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora