La chica millonaria.

Capítulo 44

Había pasado una semana y Astrid poco a poco mejoraba pero aún no despertaba seguía inconsciente.

Los padres de Hans habían llegado la mañana siguiente del accidente a Berk, fueron arrestados gracias a qué Lu había dado las pruebas necesarias. Y ahora ellos se iban a pudrir en la cárcel, intentaron salir sobornando a la policía pero eran tantos crimenes juntos que era prácticamente imposible, claramente Christian e Hipo no habían sido los únicos accidentados por ellos.

Hipo iba diario al hospital incluso se quedaba a dormir tomando la mano de Astrid, esperando que su Lady despertara.

En ese momento se encontraba dormido tomando la mano de la chica, sentado en una silla con la cabeza recargada en la camilla escuchando los sonidos de las máquinas del hospital. Sintió una mano acariciando su cabello e inmediatamente se levantó y vio a su princesa ahora despierta.

—Hola—susurro un poco débil y sonrio levemente, el castaño sonrió y beso la mano de la chica.

—Hola mi amor—susurro con felicidad inclinándose a ella y dejando un beso en su mejilla, el castaño salió rápidamente al pasillo para llamar al doctor e informar que ya había despertado Astrid.

—Señorita Frost que bueno que despertó—entro el doctor seguido de los padres de Astrid, Jack, Lu, Valerio e Hipo.

—Cariño—se sentó su madre frente a ella y tomo su mano, Astrid sonrió y el doctor se acercó a ella junto a una enfermera para poder revisar que todo estuviera bien.

—Por ahora todo parece estar bien, aunque deberemos hacerte un par de exámenes neurológicos y de sangre—explico el doctor y todos lo veían atentos—Para asegurarnos que no hay una infección. Si puedes intentar moverte poco a poco para que puedas tener un poco de movilidad estaría muy bien—la chica asintió aún un poco atontada por el medicamento.

—¿Entendiste algo de lo que te dijo?—se burlo Jack al ver qué su hermana veía al techo ella estaba un poco aturdida pues las medicinas eran fuertes, la chica con un poco de esfuerzo levantó su mano y le enseñó el dedo medio haciendo reír a todos.

Cómo estaba acostada, quería intentar sentarse a si que la ayudaron para que no hiciera un movimiento brusco y se lastimará.

—¿Te duele algo?—pregunto su padre una vez la chica quedo sentada y ligeramente recargada en una almohada.

—Mi espalda y mi mano—la alzó le habían puesto una intravenosa para evitar que se deshidratara—¿Que pasó?—pregunto—No recuerdo mucho.

—¿Que recuerdas?—le pregunto Hipo sentándose frente a ella en la camilla.

—Cuando corrí hacia ti, no recuerdo más—admitio tomando la mano del chico, todos sonrieron ante eso, pero sabían que tenían que decírselo todo. Nadie se atrevía por lo que Lu decidió continuar.

—Preciosa después de eso todos corrimos a los autos para llevarte al hospital.

—¿Y Hans?—pregunto asustada. No quería que el estuviera suelto.

—Hans murió—respondio Lu con cautela—La policía lo estaba persiguiendo ya qué dejó a sus guardaespaldas en el bosque y ellos ayudaron a saber en qué dirección iba, aparentemente se distrajo y no vio un barranco que estaba al frente.

—Sus padres fueron arrestados, Lu pudo conseguir pruebas necesarias para que se pudran en la cárcel—explico Jack y la rubia bufó.

—No sufrió el hijo de puta—hablo molesta y Lu e Hipo la apoyaron.

—Pero ya no está y eso es lo importante—la abrazo su madre.

Astrid suspiró, recordaba cuando llegaron al bosque y vio a Hans apuntarle a Hipo, cuando noto que su chico dragón cerró los ojos dispuesto a morir no lo toleró.