Capitulo 10

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Astrid.

Tocó la campana y tenía clase de biología, esa clase la compartía hoy con Hipo, Merida, Valerio, Elsa y Kristoff.

Llegamos al salón y me senté en una mesa detrás de Kristoff y Elsa, Hipo se sentó junto a mi y Valerio se sentó junto a Merida.

—Hey—saludo Hipo.

—Hola—sonrei.

—Te ves muy bonita—sonrio y yo me sonroje.

—Gracias.

Hipo

Decir que se ve muy bonita era poco, se ve hermosa.

No es como que no lo haga diario, pero todo lo que traía puesto, como venía peinada y su leve maquillaje la hacían ver hermosa.

—Te traje la pastilla—me dijo sacando de su mochila una caja de pastillas—Bueno te traje 3 que me sobraban.

—¿No las usas tú?—le pregunté tomando la caja.

—Por alguna razón cuando llegue aquí, aunque no es mucho tiempo no le he tenido que usar—sonrio—antes la tomaba diario pero ahora no ha sido necesario.

—Gracias—sonrei.

—Se pone debajo de la lengua y esperas a que se disuelva.

—A ti no te da algo por tomarla o algo así—pregunte curioso.

—No, realmente no es exactamente para dormir, es para que te relajes y puedas descansar—me explicó—si la tomas tarde y debes despertar en 4 horas amaneces relajado y de buenas—sonrio—Bueno yo así amanezco.

—¿Por qué no la tomaste cuando te despertaste a las 5?

—Por que eran dos horas en las que debía despertar y si la tomaba no iba a despertar.

Seguimos platicando de cosas similares, de todas las cosas que tomo para intentar dormir y las que yo intenté, ella me dijo que esas pastillas fueron las que más efecto le hicieron.

El maestro llegó y comenzó la clase normal como siempre.

Acabó 20 minutos antes la clase pero no nos dejó salir, solo nos dejó que hiciéramos cualquier cosa.

Vi a Astrid que se tomaba una selfie y yo le puse mi mano arruinando su foto.

—¡Auch!—si, me golpeó en el brazo—¿Podemos dejar la violencia de lado?

—No es violencia, es comunicación—sonrio apuntando su cámara hacia mi y tomándome una foto mientras sobaba mi brazo herido.

—Oye, podrías tomarme en un mejor ángulo.

Ella se rió y rodo los ojos, acomodó el celular de tal manera que nos veíamos los dos, ambos sonreímos y después comenzamos a jugar con los filtros de Snapchat.

Le pedí que me pasará las fotos y subí la primera que nos tomamos  a mi estado en WhatsApp.

Ella respondió inmediatamente mi estado.

La chica millonaria.Where stories live. Discover now