Capítulo 39

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Dos semanas habían pasado del accidente y las cosas no mejoraban, los amigos de Hipo y Astrid intentaban hacer algo pero era difícil.

Hipo no podía intervenir necesitaba recuperarse y descansar.

Astrid no quería que intervinieran, un pequeño enojo de Hans y ordenarian matar a Hipo.

La relación con Hans era horrible, si creyó que ser su novia la primera vez fue malo, ahora era peor.

Ella no quería besarlo, la daba asco y cuando el intentaba forzar un beso le daba uno en la mejilla, claramente Hans se enojaba pero no podía hacer una gran escena, no en público.

—¡SI YO TE QUIERO BESAR, LO VOY A HACER!—Grito el muchacho cuando se encontraban en el departamento de él.

—No lo vas a hacer, no tienes derecho si estamos en privado.

—En privado o no soy tu novio y tienes que aprender a tratarme como tal—el pelirrojo empujó a Astrid al sillón y se puso sobre ella.

La rubia se asusto y comenzó a forcejear con el para quitarlo de encima, Hans intentaba quitar su blusa pero la rubia no lo permitió. Ella lo pateó en su miembro y el instantáneamente cayó al piso doblándose de dolor.

—Las relaciones sexuales no eran parte del trato—le dijo firme—No somos novios, somos publicidad para la maldita empresa de tus padres en privado no somos nada.

Ella salió del departamento con la cabeza en alto, pero por dentro estaba muy asustada. Hans la puso haber obligado a tener relaciones de no ser por qué ella logro patearlo.

Sabía que eso le traería problemas pero no estaba dispuesta a tener relaciones con Hans.

—¿Que tienes?—pregunto Lu preocupada cuando la vio entrar a su casa.

—Vamos a mi habitación—pues en la sala se encontraba su hermano y Valerio también angustiados pero aceptaron que ella fuera a hablar con Lu

—¿QUE HIZO QUE?—Grito molesta Lu una vez que la chica le contó lo que había sucedido con Hans.

—Lu, no se lo dirás a nadie—pidio.

—Astrid esto es aún más serio, intento violarte—le dijo desesperada pero la rubia tenía la vista fija en la foto que tenía de Hipo con ella abrazados—Cariño, debe haber otra manera mejor para que puedas volver con Hipo.

—No la hay—suspiro y volvió a sentir los brazos de su amiga envolverse alrededor de ella y comenzó a llorar.

No había mucho que pudieran hacer.

*

—Creo que no fuimos lo suficientemente claros contigo—regañaron los padres de Hans a través de la pantalla del celular, se habían ido a Inglaterra hace un par de días—Tienes que tratarla bien.

—Esta condicionada, tiene que hacer lo que yo diga—espeto molesto.

—Ella lo dijo, no estás en condición de tener esas actitudes Hans, si cumple su función como tú novia ante la sociedad no tiene que cumplirla como tú novia en privado.

—Que sirva mínimo para complacerme—reprocho molesto.

—Hans ¿Ella ha ido al hospital?.

—No, la escuché hablar con Lucrecia dice que no quiere ir por qué no puede darle falsas esperanzas a Hipo

—Bien, no hagas una estupidez.

Los padres de Hans colgaron y el chico quedó molesto. Astrid pagaría por esa patada y ese rechazo.

La chica millonaria.Where stories live. Discover now