Capitulo 3

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Desperté por unas lamidas en mi cara, obviamente desperté asustada hasta que pude ver con claridad  una pequeña perrita, blanca con los ojos azules.

—¿Te gusta?—pregunto mi hermano sobresaltándome.

—Si—le respondi mientras la acariciaba—¿De quien es? 

—Tuya—respondió con una sonrisa mientras se sentaba frente a mi y tambien dejaba caricias en ella.

—¿Mía?—pregunte confundida sin detener mis caricias sobre la perrita

—Así es—sonrió—ayer cuando subiste a dormir hable con mamá y papá, les recordé que tu estabas insistiendo por una perrita pero no te dejaban, ahora con todo lo que sucedió, se les hizo buena idea para que te sintieras un poco mejor, así que hoy fui a adoptarla para ti.

Senti mis ojos cristalizarse y un nudo en la garganta, enserio adoro a mi hermano siempre busca la manera de apoyarme y de hacerme sentir mejor, inmediatamente lo abrace y el correspondió el abrazo.

—Gracias—susurre.

—De nada enana—se separo del abrazo y beso mi frente—debemos apresurarnos aun nos quedan maletas por hacer y nuestro vuelo es a las 12

—¿Donde estan mamá y papá?—pregunte.

 —Fueron a la empresa, nos verán en Berk en una semana—asentí siempre sucede asi que estamos acostumbrados, Jack se fue a su habitación y yo comencé a hacer mis maletas.

Paso una hora y ya había terminado de empacar, me senté en el piso y vi mi habitación, aun tiene mis muebles, mis padres llegaran a la nueva casa con la mudanza, algunas cosas se quedaran aquí y nos compraran nuevas, mi amado carro y  mis libros son  lo que mas me importa que lleguen sanos y salvos.

Por ahora solo llevaremos ropa, como nos quedaremos en casa de mis tíos unos días no podemos llevar mucho hasta que nos instalemos en nuestra casa.

Me comencé a vestir y no me quise arreglar mucho, pues cuando vamos en avión me gusta ir cómoda, así que solo me puse una sudadera delgada rosa, un pantalón negro y mis converse blancos. No me maquille solo me coloque unos lentes de sol y deje mi cabello suelto.

Baje a mi perrita que hasta ahora solo había estado sentada jugando con una pequeña pelota de esponja que le dio Jack.

No puedo solo llamarla perrita, necesita un nombre.

Me senté en el piso junto a ella la cargue y comencé a acariciarla, ella empezó a lamer mi mano y sonreí.

—Llegaste en medio en medio de una tormenta en mi vida—murmure aun acariciándola.

Tormenta.

—Ja, me agrada Tormenta ¿Te gusta ese nombre?—ella ladro y lamió mi mano de nuevo—Sip, creo que si, ese es tu nombre.

—Astrid—entro mi hermano a mi habitación—debemos irnos enana, hay reporteros afuera de la casa, si no quieres personas de aquí molestando y fastidiando no contestes la pregunta ¿a donde se mudaran?—asentí y me levante del piso aun con tormenta en mis brazos—¿Sabes? estaba pensando no la puedes llamar perrita el resto de su vida ¿Y si le pones Luna?.

—Ya tiene nombre, se llama tormenta—sonreí.

—Eres pésima para los nombres—rodo los ojos con una pequeña sonrisa

—Cállate—dije golpeando su hombro—Vamonos, ya quiero ver a Valerio.

—¿Crees que tenga una amiga que me quiera presentar?—pregunto riendo mientras tomaba su mochila con su laptop y se colocaba los lentes de sol.

La chica millonaria.Where stories live. Discover now