La chica millonaria.

Capitulo 1.

Mi nombre es Astrid Hofferson Frost y  vivo en Inglaterra.

Asisto al colegio de las Encinas junto a mi hermano mellizo Jack, tenemos 17 años.

Me encuentro arreglandome para asistir a la escuela, nuestra escuela es muy prestigiosa, en ella solo hay hijos de personas importantes.

Como nuestra amiga Carla, hija de una marquesa y de los dueños de bodegas de vinos.

Lucrecia, hija del embajador de México en Inglaterra.

Y hay muchos más.

Nosotros somos hijos de los más  famosos diseñadores de moda en el mundo Liv y Aaron Frost.

Solo hay 3 personas que fueron becados, hay quienes los ignoran pero realmente no son distintos a nosotros.

Intente salir con uno de ellos, pero tuvo un accidente muy fuerte en su motocicleta. Lo llevaron a Suiza para que recibiera rehabilitación.

–Rápido niña, debemos desayunar antes de irnos—esa era la voz de mi hermano apresurandome como siempre.

–Vamos– murmure con una sonrisa, llegamos al comedor y nos sorprendió ver a nuestros padres sentados en la mesa esperándonos, a estas horas suelen estar en el trabajo sobre todo cuando trabajan en una nueva colección.

–Hola hijos— saludaron con una sonrisa.

—Debemos ir al trabajo pero queriamos decirles algo—anunció mamá.

—¿Todo bien?—pregunté extrañada

—Si, cariño—suspiro un poco nerviosa—Debemos ir a vivir a Berk, tenemos bastante trabajo por allá y nos sería más cómodo mudarnos que ir y venir. Ademas estariamos cerca de mi hermana—sonrio con cierta emoción.

Eso me tomo por sorpresa ¿Vivir en Berk? Hemos ido un par de veces y es lindo, pero nosotros ya tenemos una vida aquí, tengo amigos y tengo novio.

—¿Y la escuela?—pregunta Jack, sacándome de mis pensamientos.

—Iran a la escuela a la que asiste Valerio, su primo. Escuchen sabemos que es difícil irnos por qué ustedes aquí tienen amigos y tu Astrid sales con Hans pero...

—Esta bien, no hay problema—sonrei aún atontada por la noticia. No puedo quitar crédito a qué mis papás se ven emocionados por vivir allá y no quiero ser egoísta.

—Gracias hermosa—mi mamá tomo mi mano y mi papá sonrio levemente—¿Y tú Jack? ¿Que piensas?

—Esta bien, extraño pasar el tiempo con Valerio—se encogio de hombros.

—Excelente hijos nos iremos en dos días, después de la fiesta de caridad de su amiga Heather.

—Bueno, debemos ir a la escuela— dije después de darle un sorbo a mi jugo—nos vemos luego—bese la mejilla de cada uno y Jack hizo lo mismo.

—Adios, cuídense mucho.

Jack y yo salimos de la casa en silencio al auto de él los dos tenemos auto pero nos turnamos para ir a la escuela.

—¿Estás muy segura que no tienes problema con irnos?—pregunto arrancando el auto

—Segura—me encogi de hombros— ¿Por qué? ¿Tu si?

—No, por qué yo no tengo novia aquí, pero tú si

—Creí que te caía mal Hans— reí—Ademas ¿Carla no cuenta?—pregunte extrañada.

Él y Carla tienen una especie de relación algo como amigos con derecho.

—Y aún sigue sin agradarme, no se que le ves—reí más fuerte—Carla es muy superficial y lo sabes, solo es algo casual. A ti te costara despedirte de la cosa que llamas novio.