¡Shinsou, los gatos y yo! (Shinkami Omegaverse)

Especial 76 K "Risas, corazones y gatos"

Capítulo XXIV

Aclaraciones: Pese a ser un especial, como va conforme a la linea principal del rol se considera un capítulo mas.

Es mi primera vez haciendo esto pero espero lo disfruten y les guste.

Advertencias: Contenido no apto para menores de 15 años, si aun así leen es bajo su propio consentimiento y no se sorprendan de que algo no les agrade.

¡Sin mas disfruten!

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Con preocupación y algo de incomodidad miraba desde la mesa con taza de té en mano como su gato rasgaba la puerta en señal de que la abriera para poder salir y desaparecer otro día mas.

Cuando Sho salio por primera vez del departamento aquel día lluvioso, tanto Shinsou como él se preocuparon mucho, y aunque pensó que era cosa de un día, desde ese momento cada día Shou-chan salia 2 veces al día, en la mañana y por la tarde, los primeros días trato de evitarlo, pero Hitoshi le aconsejo dejarlo ser, quizás empezaba a interesarse por su entorno.

Y aunque había sido difícil y la preocupación se quedaba en su corazón, aceptó el nuevo reto y dejo a su gato ser, de eso ya 1 semana.

- Esta bien, ya abro - Se levanto de mala gana para abrirle la puerta a su gato - Solo no engañes a Izu, que yo no te he criado así - Bromeo tratando de relajarse sobre el asunto pero el gato se le quedó mirando como si le hubiera ofendido de tal manera que era imperdonable.

Y en cuanto la puerta fue abierta, levanto la cola con dignidad y salio sin mirar atrás, sacando una pequeña risa al rubio que empezaba a ver el lado bueno del asunto.

Cerro de nuevo su departamento dispuesto a empezar la limpieza, pues aprovecharía que Shinsou había ido a la editorial y se había llevado a Izu para limpiar su propio departamento.

La impresión que tenia de su departamento no había cambiado mucho desde que se había mudado.

Seguía siendo extremadamente pequeño, con las paredes faltas de pintura, el baño con un leve goteo en la regadera que resonaba por todo el lugar, la enorme cama seguía pareciendo de la era de su abuela, de hecho ni siquiera había cambiado las cobijas, usaba los cobertores y sabanas que le había dejado la dueña del edificio cuando se mudo.

Que también eran de la era de sus abuelos pero eran cálidas y abrigadoras.

Pero ahora ya no le parecía "deprimente" si no hogareño, ahora el viejo ropero estaba lleno de sus cosas y algunas de Shinsou, el librero estaba atestado de libros de referencias y algunos estaban sobre el escritorio y hasta en el piso, las paredes estaban llenas de manchas y etiquetas que habían causado sus amigos.

Pero sin duda lo que mas le gustaba era el aroma de su departamento, pues cuando llego tenia ese aroma a "antaño" y "limpiador" pero ahora no había ni un solo rincón donde no prevaleciera el aroma de su alfa.

Ese cálido y dulce aroma a pino y cereza.

Al pensar en ello sintió que las mejillas se le pintaban de rojo y se ponía algo nervioso, empezaba a extrañarlo y ni tenia mucho de haberse ido.

- Dios, debo relajarme - Suspiro hondo y camino hasta su armario para darse una ducha, debía despejar su mente, pero en cuanto abrió el viejo mueble, una avalancha de ropa y bolsas cayo sobre él.

Tardo un poco en quitarse todo de encima, y bufo cansado, se supone iba a limpiar y termino peor, recogió un poco el desorden hasta que una de las bolsas cayo.