Mentiras que no son Mentiras

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Capítulo XX
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No solo la casa era grande y refinada, la familia también lo era, en cuanto entraron al comedor los recibió una expendida mesa bien acomodada y abastecida con cubiertos para un ejercito, pero no solo eso, lo incómodo en ese lugar no era tanta extravagante elegancia, si no la penetrante mirada de ambas mujeres sobre sus personas.

Escudriñando los, estudiándolos.

Fuuka y Emiko Kirishima eran dos mujeres Alfas de buen porte y mucha belleza, "Padre" era Fuuka, la pelirroja arrebatadora con mirada gélida y calculadora presencia, mientras "Madre" era Emiko la de cabellos negros y dulce sonrisa, pero que miraba con recelo a los presentes.

— Es todo un deleite que vinieras a vernos Kami, sin tu brillante presencia esta casa no es lo mismo ¿Notaste el cambio de decoración? ¡Escogi lo que pensé te gustaría! — Si bien se hubieran sentado, la señora Kirishima inmediatamente había sonreído y empezado la plática con cariño con el rubio.

— Si Señora Emiko, todo es muy hermoso, a mi me alegra ver que están bien —

— Siempre tan dulce y agradable mi pequeño, no como otros que son como bestias poco agradables —

Kaminari se sintió pequeño ante eso y su sonrisa fue de shock, para después mirar de reojo a quien iba eso, ya que la señora Fuuka no reparaba en sus comentarios, pero contrario a lo que pensó, Bakugo miraba su celular sin importarle lo mas mínimo haber sido llamado "Bestia".

— Vamos papá, dejen tranquilo a mi Amigo Kaminari, y mejor empecemos a comer ¿Quieren? — Kirishima con una sonrisa tranquila hablo, tomando la mano de su pareja por abajo del mantel, Bakugo apretó el agarre sin dejar de mirar el celular.

En realidad estaba apagado.

— Bien, empecemos —

Los platillos fueron  traídos rápidamente y la comida empezó, en silencio y sin que ninguno mirara a otro, solo dejando escuchar el tintineo de los cubiertos al chocar con el plato.

— Escuche que te mudaste algo lejos Den-chan, espero tu trabajo vaya bien, después de todo tu trabajo es uno muy bueno —

— Si gracias, va mejor que nunca, Shin es escritor así que el me ayuda cuando tengo mucho — Denki sonrió con algo de filo, metiendo a Shinsou en la conversación causando que este pasara el bocado de golpe, y cuando levanto la mirada.

Efectivamente la de las dos mujeres ya estaba sobre él.

— Mmm, escritor... No es algo muy reconocido a menos que seas de los mejores creo — Comentó al aire la señora Emiko comiendo sin interés alguno.

— Hitoshi es de los mejores, sus libros han sido premiados varias veces y siempre tiene mucha demanda — De la nada Aizawa fue quien hablo, sin siquiera mirarlas seguía en su comida como si nada.

— Oh, Shinsou Hitoshi ¿Verdad? Que extraño que haya recibido premios y yo no he leído nada de él, siempre leo solo a los mejores — Bien, Emiko también sabia contestar, aun con su dulce sonrisa sus palabras eran afiladas, pero Aizawa era profesor.

Los profesores siempre sabían sacarle el doble filo a las palabras ajenas.

— Escribe libros para niños, es normal que si ya no tiene pequeños no lo conozca —

— ¿Niños? Creí que escribiría algo mas serio, entonces solo cuenta cuentos — La señora Fuuka fue quien contesto, mirando a Shinsou como si fuera inferior.

— Supongo, pero para alguien que quiere formar una familia numerosa es el mejor trabajo del mundo, y mas si salen pequeños curiosos como Denki — Soltó sin mas, con una sonrisa divertida mientras cerraba los ojos.

¡Shinsou, los gatos y yo! (Shinkami Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora