Love scene || Haikyuu

━Sakusa Kiyoomi

Male Reader

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El sonido del silbato dio por finalizado el entrenamiento de basquetbol de aquel día, las exclamaciones de cansancio no se hicieron esperar escuchandose por todo el gimnasio.

—Estiren antes de irse—Recordó el entrenador—No queremos que alguien sufra una lesión.

—Sí—Respondieron al unísono.

—¡Ahhh! Me duelen mis piernas—Un pequeño gritito de dolor salió de los labios del pelinegro de tu amigo, al comenzar a caminar fuera del gimnasio—

—A mi los brazos—Suspiraste de solo pensar que tendrías que ayudar el día de hoy a cierto azabache con sus remates.

El tratar con Sakusa de alguna manera hacia que terminarás agotado, como si el azabache te robara la energía. Si bien ambos eran amigos desde la infancia por lo que al final terminaste por acostumbrarte a su extravagante personalidad y obsesión por la limpieza.

Ambos jóvenes se adrentaron a la escuela para dirigirse a las duchas de la misma, no sin antes tomar sus respectivos bolsos.
Una vez aseado decidiste ponerte un poco de gel antibacterial en las manos llamando la atención del pelinegro.

—¿Ayudaras a Sakusa otra vez?—Pregunto curioso.

—Sí—Tomaste el cubrebocas para comenzar a poner los resortes en tus orejas—Al parecer quiere mejorar sus remates—

—¿Sabes jugar voleibol?—pregunto sorprendido evitando que subieras el cubrebocas.

—Un poco—Sonreíste ligeramente para finalmente subir el cubrebocas hasta tu nariz y cubrir parte de ella.—Nos vemos mañana—Sin más tomaste la perilla de la puerta, siendo recibido por el aire fresco fuera de las duchas.

[...]

—Lamento la tardanza—Hablaste nada más abrir la puerta del gimnasio, encontrandote la pesada mirada oscura de Kiyoomi.—

—¿Te duchaste antes de venir?—Pregunto.

—También es bueno verte Sakusa—Comentaste de manera sarcástica—Sí, lo he hecho.

—¿Tres veces?

—S-Sí—Asintió poco conforme con tu respuesta, para posteriormente colocar una botella de gel antibacterial ante ti, extendiste la palma de tu mano hacia él y comenzaste a esparcir el gel en estas una vez más.

El olor a desinfectante en tus manos comenzaba a generarte cierta satisfacción.

Dejaste tus cosas en una banca, para proseguir a calentar un poco y dirigirte a donde estaba el pelinegro el cual limpiaba los balones con un pañuelo.
Algunas veces te sorprendía la habilidad que tenía el pelinegro para dejar limpias, relucientes y brillantes las cosas.

—Empecemos—Se levanto de su lugar para encaminarse a la cancha, lo seguiste por detrás—¿Aun recuerdas como bloquear?—

—Ha pasado tiempo pero no estoy tan oxidado—Comentaste posicionándose al otro lado de la red.

El pelinegro asintió para después lanzar el balón al aire lo suficientemente alto para darle tiempo a correr y saltar para golpear la pelota con fuerza. Con rapidez y agilidad moviste tus pies y saltaste extendiendo tus brazos lo suficientemente alto, quedando justo enfrente de él para cuando golpeo el balon.

Abrió los ojos con sorpresa al tenerte  delante de él bloqueado su campo de visión, pronto la pelota chocó contra tus delgados y largos brazos, haciendo que el balón comenzara a caer. Una nueva de desagrado apareció en el rostro del azabache al ser bloqueado.

—Ahh, hace mucho que no paraba alguno de tus remates—Comentaste con nostalgia—Que recuerdos—Reiste un poco ante tu propio comentario.

—Eso no durará mucho—Murmuro, sacandote una carcajada ante su lado competitivo.

—Si, si, como digas—

Sin duda molestar a Sakusa se había convertido en uno de tus mayores placeres.

Fin.

Una disculpa de ante mano, hacer la personalidad de Sakusa fue más duro de lo que pensé.