capitulo 7

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En este capítulo, Allie tiene aproximadamente el tamaño de una niña de 6 meses (aunque actúa como una niña de cuatro años), Kaden todavía tiene 18. (Sí, salté un poco de tiempo del último capítulo :))
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-¿Alpha? -, Pregunta una voz vacilante desde detrás de mi puerta.

-Entra -, llamé.

La puerta se abrió para revelar a mi Delta, Jack, que entraba con una pila de papeles. Justo detrás de él está mi beta, John.

-¿Qué es?- Pregunto, pensando que ya lo sé.

-Son los pícaros de nuevo, Kaden-, dice John.

-Jack y yo pensamos que querrías ver las estadísticas de cuántos hemos perdido-

Agarro los papeles de sus manos. -Gracias, muchachos. Los revisaré y nos pondremos en contacto con ustedes para hablar-, asiente Jack. -Solo llámenos cuando sea -

John asiente y luego parece recordar algo; él lucha para reprimir su risa.

-¿Qué pasa, John?- Pregunto.

Deja que su risa se suelte mientras el sonido retumba en mi pequeña oficina. -No vinimos aquí solo para darte esto-, admite.

-Bueno, ¿para qué más estás aquí?- Gruño

-Nuestra Luna está aquí para verte-, dice John, su voz casi burlona.

Solté un gruñido involuntario. -Espero que tu tono no esté insinuando que te estás burlando de tu Luna-

John retrocede ante mi mirada dura. -No, no lo estaba, Alpha-, murmura disculpándose. -Estaba haciendo referencia a cuán joven es comparada contigo-

Gruño en voz alta. Puedo sentir cómo retumba mi escritorio. -Para tu información, John,- gruño. -Ella será tu Luna en tres años. Así que te sugiero que comiences a tratarla con respeto, en lugar de burlarte de ella por su edad-.

John y Jack asienten simultáneamente, sus caras blancas como una sábana.

Me siento mal por arremeter contra ellos, pero no puedo evitarlo cuando mi lobo sale así. No le gustan las personas que faltan al respeto a nuestro compañero, y francamente a mí tampoco.

No es como si me fuera a la gente, nunca lo ha sido. Pero incluso si estos dos tipos son mis mejores amigos, no hablarán de mi Allie de esa manera.

-Solo ve y tráemela-, les ordené a los dos, suspirando y pasando mis dedos por mi cabello. He perdido demasiados miembros de la manada por estos ataques de colorete. Se está yendo de las manos. Y no tengo idea de cómo detenerlos.

Pero no puedo detenerme mucho en los pícaros, ya que tan pronto como mis pensamientos se desplazan hacia ellos, mi puerta se abre y una pequeña figura entra en mi habitación.

-¡Kaden!- Allie chilla, tratando de llegar a mí. Sin embargo, sus pies todavía están un poco inestables, y termino caminando para recogerla.

-Hola, nena-, dije, caminando de regreso a mi silla y sentando, Allie en mi regazo.

-¡Te echo de menos!- Allie anuncia.

Yo sonrío. -Yo también te extrañé, bebé. ¿Qué has estado haciendo?-

Levanta la cabeza para mirarme, sus ojos azul bebé centellean. -Mami me hizo galletas y papi se las comió todas-, dice, un poco triste.

Su tristeza me transfiere y de inmediato quiero quitársela. Nunca la quiero molesta, ella siempre merece ser feliz.

-¿No recibiste ninguna galleta?- Pregunto, envolviendo mis brazos alrededor de ella más fuerte.

Ella sacude su pequeña cabeza. -No. Papi se comió un montón de ellos-

"Deberíamos ir a buscarle sus propias galletas. Ella las quiere", insiste mi lobo.

Estoy de acuerdo con él.

-¿Bebé?-

-¿Qué?- Allie responde, respondiéndome pero sin levantar la cabeza de donde está apoyada contra mi pecho.

-¿Quieres tus propias galletas?-

Ella se tensa en mis brazos antes de pararse en mi regazo, sonriendo de oreja a oreja.

-¡Sí! ¡Si, quiero, si, quiero!- ella dice, aplaudiendo.

-Está bien, vamos-, la levanto en mis brazos otra vez, y la llevo por las escaleras de la manada hasta la cocina. Mi mamá está de pie junto a la estufa.

-¿Mamá?- Pregunto.

Ella se vuelve hacia mi. -¡Kaden! ¿Qué pasa?- ella pregunta, una mirada preocupada en sus ojos.

-¿Allie está bien?- Miro hacia mi compañero que ha escondido su rostro en el hueco de mi cuello. Ella está temblando ligeramente.

Inmediatamente me tenso. -¿Allie? ¿Estás bien, bebé?-

Ella sacude la cabeza y no hace ningún movimiento para mirar hacia arriba.

-¿Qué pasa?- Susurro, besando su cabeza repetidamente en un esfuerzo por calmarla.

Parece funcionar un poco, y Allie levanta la cabeza para encontrarse con mi mirada.

-No la conozco-, susurra, señalando a mi madre. -Ella no me quiere-

Sostengo a Allie un poco más fuerte para mí. -Bebé, ella ya te ama. Esa es mi mamá. Te conoce incluso si tú no la conoces-

Allie levanta la cabeza un poco más para mirar a mi madre.

Mamá le sonríe cálidamente. Satisfecha, Allie da un pequeño saludo y le devuelve la sonrisa.

Prácticamente puedo ver el corazón de mi madre derritiéndose por la niña. Ella da un paso adelante para ver a Allie y extiende sus brazos.

-¿Puedo abrazarte, Allie?- Mi mamá pregunta suavemente.

Allie niega con la cabeza y se aferra a mí, enterrando su cabeza en mi cuello nuevamente.

-Bueno, al menos sabemos que le gustas-, bromea mamá.

-Muy gracioso-, dije inexpresivo. -Ahora, ¿tienes galletas para Allie? Ella quería algunas-

Mamá sonríe. -Estás de suerte. Hice un lote hace un momento-, camina hacia la nevera y saca un contenedor de galletas navideñas.

-Bebé, mira,- murmuro al oído de Allie.

Ella levanta la cabeza y ve las galletas. -¿Puedo tener uno?- le pregunta a mi madre en voz baja.

-Por supuesto, cariño. -, le da a Allie dos galletas grandes.

Mi niña sonríe con su sonrisa más grande y comienza a comer las galletas, sin dejarme ir.

La observo mientras ella los come, feliz de que pueda hacerla feliz.

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¡Espero que ustedes disfruten esto! ¡Vota y sigue si quieres! :))

La Bebé Del Alpha |✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora