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Malena

Estaba sentada en el sillón con el celular al lado del castaño, quería terminar de comer e irme arriba a volver a tener tranquilidad. Pero él insistió en quedarse para charlar con mi querida familia.

-¿Y cómo se conocieron con Malena?- Preguntó uno de mis tantos primos, Martin. Pendejo infumable que tiene 1 año más que yo y si cree que puede conquistar América el pelotudo.

Clavé mi miarda fija contra él, éramos los enemigos de la familia, siempre había una tensión violenta si estábamos los dos solos. Nunca voy a entender porque salió tan pelotudo y forro, la gente con plata es tan rara.

Valentin giró su vista a mí, "en preceptoría porque lo atraparon fumando en un baño y yo me cagué a puteadas con un compañero por" pensé en contestarle, era la verdad, pero la verdad a veces no es la mejor respuesta.

-Compañeros de curso- Mordí fuerte mi lengua siguiendo con la mirada matadora entre medio de los dos. El ambiente se puso tenso, todos los notaron. Valentin veía confundido la situación mientras intentaba mantener su sonrisa para quedar bien ante todos- ¿Vos que onda con Martu? - Se atragantó un poco con la gaseosa que estaba tomando y sentí la mirada fija de mis viejos junto con la de él.

Martina es la ex novia que dejó embarazada y como el cagón y poco hombre que es, no se hizo cargo y la dejó en otra ciudad mientras él volvía guardando todo en secreto y manteniendo su imagen de chico perfecto.

Estaba toda la sala en silencio, sentí la mano del castaño encima de la mía. La apretó mientras me miraba disimuladamente, mordí mis labios y me intenté relajar un poco para no hacer pasar malos momentos a Valentin, que no tenía la culpa de la rivalidad que tenía con mi familia.

-Y Valen, ¿Tenes pensado estudiar algo?- Me estresé aún más ante la pregunta contra atacante de Martin. Sabía que Valentin quería estudiar artes, pero tenía tanta bronca encima que necesitaba descargarla.

-Y a vos que carajo te importa- Contesté levantándome de mi asiento soltándome sutilmente del agarre del castaño.

Subí las escaleras entre murmullos de mi propia familia, sabía que no estaba bien lo que estaba haciendo. Pero estaba en esos momentos de mi vida donde me joden un poco de más y soy capaz de clavarte una papa frita en el medio del orto.

Entré a mi habitación y en cuanto me tiré en la cama me acordé de Valentin. Me puteé internamente mientras pensaba que mierda hacer para ir a buscarlo.

Segundos después sentí unos pasos cerca de mi habitación, y escuché como se abría la puerta poco a poco.

Saqué las manos de mis ojos viendo al castaño entrar al dormitorio con una mala mirada, mierda la cagué.

Se dirigió a la silla donde tenía mi ropa tirada, y agarró su buzo. Se subió el cierre y tomó del escritorio su celular. Todo en un absoluto e inquietante silencio.

-Valen- lo llamé bajo, intentando que me mire de una vez por todas y deje el celular- Valentin- volví a hablar tras no recibir una respuesta por su parte.

Me paré frustrada de la cama cuando me di cuenta que estaba ignorándome. Me quedé frente a él y pegué un suspiro intentando no mandarlo a cagar. Lo peor era que tenía razón en enojarse, pero estaba tan de malhumor que no podía controlar todo mi mal genio en momentos como estos.

-Eu- lo moví un poco logrando que conectemos miradas, tenía un semblante serio que nunca había visto.

-¿Que?- Preguntó seco mientras desvía su vista de mí y la llevaba a cualquier otra parte de la habitación.

-Perdón Valen- Intenté hacer una media sonrisa para convencerlo, pero ni eso me salió bien.

-Bueno- Pronunció levantándose de la silla, tomó su celular nuevamente y se apartó de mí- Me voy Male, después nos vemos- Saludó mientras se dirigía a la puerta del cuarto, dejándome atrás con las palabras en la boca.

Tomé su brazo haciendo que se frene y tiré su cabeza para arriba estresado. Metió sus manos en su bolsillo, sin antes pasar una de ellas por su pelo. Pegó medio giro para verme.

Nos miramos intentando entendernos, no nos salía, por lo menos no a mí. Siempre lograba confundirme un poco más.

-Quedate- pedí en un tono medio de suplica, mientras me acercaba a él y desprendía la capucha de su cabeza para jugar un poco con su pelo castaño.

-Basta Malena- Se despegó de mí, giré mi cabeza sin entender el porque de sus acciones tan bruscas.

-¿Basta con que Valen?- Cuestioné alejándome, sintiendo como mi corazón se aceleraba al pensar que estaba haciendo todo mal, quizás no le interesaba como él a mí, ¿Seré muy intensa? ¿O muy fría? ¿Que hago mal para que todas las personas de mi alrededor se quieran apartar de mí?

Suspiré y tragué en seco pensando lo peor que me podría llegar a decir, sentí ese nudo en la garganta dificultando mi respiración, haciendo que mis ojos se cristalizaran al instante. Desvié mi mirada hacia otra cosa, intentando que el castaño no se de cuenta de todo lo que provocaba en mi cuerpo tan solo con decir una oración.

-Basta de querer arreglar todo sin hablar ¿No ves lo mal que te hace? A vos y a todo el que te rodea- Hice una sonrisa medio irónica y mordí mis labios. Sentí una gota caer por mi mejilla, sabía que el problema siempre había sido yo.

La limpié intentando ocultar el hecho de lo destrozada que estaba por dentro. Era algo evidente, pero peor era que me viera llorar frente a él otra vez.

Hice una media sonrisa de labios cerrados y tomé aire para hablar.

-No todo es tan fácil como parece, Valentin.

Abstraído; WosDär berättelser lever. Upptäck nu