16

4.3K 270 12
                                    

Valentin

Me desperté teniendo como primera vista a Malena despeinada del otro lado de la cama. Reí un poco al ver lo mal que dormía, estaba toda encorvada, tenía la boca medio abierta y sentí un poco de asco cuando la vi babear por primera vez.

Me senté en la cama y froté mis manos por mi cara para despertarme y dejar de ver todo borroso por culpa del sueño, bostecé un poco por lo bajo para no hacer tanto ruido, la morocha parecía no querer despertar nunca.

Agarré mi celular que estaba en la mesita de luz, "18:26" dentro de todo había dormido siestas más largas, pero en ninguna dormí tan bien como en esta.

Me paré de la cama y me dirigí al baño que tenía en su habitación. Nunca había entrado, era grande.

Había unos cajones con algunas boludeces, no pensaba tocar nada, tampoco era de mi incumbencia que tenía guardado.

Hice pis y después me lavé las manos viendo que tan mal me veía. Aunque durmiera 70 horas seguidas iba a seguir teniendo las ojeras de mierda que tengo siempre.

Mojé mis labios al ver lo secos que los tenía, me había salido un grano en medio de la frente. Suspiré cuando me acordé que no había hecho la tarea chota de matemática.

¿Quedaría mal si se la copio? - Pensé mordiendo una de mis uñas, pero ese pensamiento desaparece en cuanto me acordé que Malena no hacía las tareas.

Abrí la puerta encontrándome con la morocha sentada con cara de dormida en la punta de su cama.

-Te despertaste- Comenté viendo como se sobresaltaba y llevaba una de sus manos a su corazón después de verme.

-Me asustaste boludo. Me levanté y no te vi, pensé que te habías ido- agarré mi buzo que estaba en la silla de su habitación y me acerqué a ella poniéndomelo.

-Ya me iba igual- Dije mientras me ataba los cordones, pero una mano en mi muñeca me detuvo.

-¿Ya?- preguntó arriba de su cama aún con cara de dormida. Estiró sus brazos cuando asentí y se tiró para atrás nuevamente- Te acompaño.

-No tranqui, quedate- Respondí levantándome del piso con una sonrisa de labios cerrados de por medio.

-Me quiero despejar un poco- Habló mientras tomaba fuerzas y se ponía un buzo. De una esquina de la habitación agarró su skate y se colocó sus típicas y características Vans negras.

Pasamos la puerta de la habitación y bajamos las escaleras en silencio por lo dormidos que estábamos. Salimos de su casa y encaminamos viaje a mi destino.

-¿Qué te atormenta tanto hoy?- Pregunté viendo como tenía su vista fija en el camino, no había comentado nada desde que salimos, comenzaba a preocuparme un poco el hecho de que no nunca hable sobre ella.

La mayor parte de las veces termino contándole anécdotas boludas mientras ella se ríe y acota burlas un tanto ofensivas a la historia, que igualmente me daban gracia.

Me miró reduciendo un poco la velocidad en la que andaba, se frenó y recargó su skate en uno de sus brazos. Se puso a la par mía y me miró unos segundos mientras caminábamos.

-Bautista- Respondió por fin después de mucho tiempo. Tiré mi cabeza un poco arriba haciéndome el sorprendido, era obvio que era por el pelirojo ese- Valen reitero, no sabes mentir, todos saben qué pasó algo con él y conmigo. No te hagas- Largó un poco frustrada mientras jugaba nerviosa con sus dedos debajo del buzo que los tapaba.

Sonreí un poco ignorando con el mal tono que me respondió. Estaba caminando con Malena por la calle en silencio mientras caía el atardecer y se juntaban los colores en el cielo creando esa vista hermosa, no me podía quejar ni mucho menos ofender presenciando semejante vista junto con la mina que me traía loco.

-¿Y qué pasó?- Se formó un silencio, se detuvo y apoyó su skate para sentarse sobre él.

Me miraba queriendo decirme algo, y me enojaba conmigo mismo al no entender que era lo que tanto pensaba, me perdía tanto en su mirada.

Mordió sus labios y vi sus ojos cristalinos ¿Iba a llorar? Giró su vista y limpió sus ojos, pegó un suspiro y miró para abajo.

-No sé, Oliva. Eso pienso, que carajos hice mal como para que mi mejor amigo de un día para otro me desconozca, me mienta y se junte con gente que me hizo mierda por muchísimos años. Eso me atormenta- Escupió mientras oía como su voz se iba quebrando a mitad de su explicación.

Se paró aún sin mirarme, y antes que pudiera seguir adelante, la abracé intentando pensar que mierda decir para no cagarla y quedar como un pelotudo.

Después de unos segundos entendí que lo mejor que podía hacer era guardar silencio y no decir nada.

Se quedó escondida en mi pecho, y unos minutos después sentí como mi buzo se mojaba un poco.

Llevé una de mis manos a su pelo para acariciarlo, aunque no sabía muy bien como hacerlo.

Cada vez me apretaba más contra ella, como si quisiera no soltarse nunca o fuese una especie de desahogo.

No me bastó mucho más que eso para darme cuenta lo abatida que estaba por sus malos pensamientos e ideas, por lo menos ya no me sentía el único.

Levantó su mirada y antes que pudiera despegarse y seguir actuando su papel de "no me afecta nada" , tomé sus mejillas para conectar muestras miradas.

Cerró los ojos fuertes, sabía que no le gustaba que la vean rota, pero no pensaba mirar para otro lado sabiendo lo mal que es sentirse solo y abrumado por tu propio cerebro.

Pasé mis dedos por debajo de sus ojos intentando parar sus lágrimas, pude apreciar más de cerca que tenía pecas. Cada día me sorprendía un poco más con algo nuevo.

Abrió sus grandes ojos verdes conectando miradas conmigo, su brillo ya no era el mismo de siempre, estaba apagado por tanto llanto, y verla así me dolió más que cualquier piña de rugbier.

Abstraído; WosWhere stories live. Discover now