07

5.6K 291 59
                                    

Valentin

-¡Suban con cuidado chicos!- Pidió la profesora al ver como todos nos empujábamos para ir a los asientos de atrás del micro que nos llevaba a la Plaza de Mayo de excursión.

Me senté con Dani del lado del pasillo, solo porque él llego primero y me robó el lado de la ventanilla.

-Epa, ¿pegó eso Male?- Preguntó Dam a la morocha con una risa burlona. Dirigí mi vista a ella. Estaba sentada sola con las piernas estiradas, los auriculares puestos y los ojos rojos con ojeras.

-Cerrá el orto Damian- Contestó mientras le sacaba el dedo del medio y le clavaba un mirada que le daría miedo a cualquiera.

-Tan delicada siempre- Habló Mauro sarcásticamente llevando una mano a su pecho con una risa de por medio.

La morocha tiró sus ojos para arriba y se puso unos lentes para ocultar el hecho tan evidente de que había fumado porro antes de venir.

-Dejá de mirarla Valentin- susurró después de pegarme un codazo. Desvíe mi vista de ella sin saber que hacía tiempo la estaba mirando- Te va a meter una perimetral y después no te quejes- mordí mi labio por la exageración que llevaba siempre Daniel ante toda situación comprometedora.

El resto del viaje habló un guía que habían contratado para que nos enseñe más de la historia. Decidí ignorarlo completamnete y me acurruqué en el cuello del castaño para dormir mas cómodo.

-No se despierta boluda- Escuché una voz al lado mío- Pegale una piña, vos tenes más fuerza- Antes de que pudiera reaccionar sentí sobre mi brazo un impacto con mucha fuerza. Abrí los ojos dispuesto a cagar a piñas a alguien, pero al girar la vista a la única persona que me encontré fue a Malena, y a Daniel al lado que sonreía inocentemente.

-Bueno, ¿Ya me puedo ir?- la morocha sacó su vista de mi y la guió al castaño que asentía reiteradas veces. Sin más tomó la mochila del piso y se fue hacia la salida del micro mientras guardaba sus auriculares en un bolsillo.

-¿Sos pelotudo?- Pregunté con un poco de mal humor, sabe que odio que me despierten bruscamente.

-No te levantabas boludo ¿Que querías que hiciera? ¿Que te cantara la Virgen Maria para que te despiertes? Taradito- Respondió un poco de mala gana mientras se ponía la campera- Fijate donde te dormís govir- Dimos por terminado el tema y nos dirigimos a la puerta.

Bajamos y nos adelantamos un poco al ver lo lejos que estaba el curso de nosotros.

-Hagan una fila chicos dale, no tienen 5 años- Pidió un poco estresada la profesora de historia que nos había traído aca. Empezamos a entrar uno por uno a la Casa Rosada mientras nos revisaban las mochilas por un detector de metales. Después de todo pasó el curso entero y seguimos a la guía turística.

-Si no me muero de aburrimiento me muero de lo lindo que está tu amigo Valen- Escuché la voz de Malena y como miraba atenta a Damian. Algo adentro mío se sintió mal, tenía un gusto amargo en la boca por el comentario que había tirado la morocha.

Después de unos segundo escuché su risa y como me pegaba un palmaso despacio en la nuca.

-¿Que pasa?- Pregunté un poco desentendido por todo o que había pasado en menos de 2 minutos. Malena me miró y mordió sus labios ahogando una risa, acto que me derritió, más vale.

-Es un chiste Oliva, Damian no es mi tipo- Reí un poco sintiendome mejor al respecto, aun que todavía había algo que no me cuadraba ¿Que hace interactuando conmigo un Lunes a las 9 de la mañana? Su risa decayó por completo de un segundo para otro, su rostro cambio a un semblante serio y volvimos a conectar miradas- Perdón, drogada y con sueño soy un poco más pelotuda de lo habitual- Ahora si, todo tenía mas sentido.

Caminó un poco más rápido dejándome atrás, me adelanté para quedar a la par de ella, quizás le pueda sacar algo de charla y dejar de cagonearla tanto.

-¿Por qué decís que sos una pelotuda?- Malena me miró extrañada, hizo una sonrisa de labios cerrados y volvió su vista al camino. Y cuando pensé que ya la había cagado y la "conversación" se había cortado, volvió a hablar.

-Todos en parte lo somos, solo que algunos les cuesta darse cuenta y reírse de sí mismos- Se frenó y miró para todos lados. Detuvo su vista a una escalera grande y sofisticada. Inmediatamente me miró complice. Arrugué mi ceño intentado creer que no es lo que yo pensaba, pero antes que pudiera siquiera decir algo, la morocha salió corriendo hacia las escaleras.

Me apuré y sin recalcular lo que estaba haciendo, subí rápidamente a la par de ella.

Llegué al último escalón con el poco oxígeno que quedaba en mis pulmones. Vi a la ojiverde agachada mimando a un gato en un balcón.

-¡Malena!- Pronuncié un poco alterado por toda la situación.

-¿No es re lindo?- Se volteó dejándome ver al gato que cargaba encima, no pude evitar sonreír al ver su contentura por el felino.
"No tan lindo como vos" pensé.

-Si Male- Dejó la mochila en el suelo y observé sus movimientos confundido por lo loca que estaba- ¿Que haces?

-Me lo llevo- Abrí grande los ojos al escuchar lo despreocupada que sonaba.

-No Malena, ¿Como te lo vas a llevar? Mirá si el gato es de algún suministro o algo así- Me acerqué a ella y me arrodillé para sacar al gato de su mochila.

-Ufa- bufó y se sentó en el piso como una nena chiquita cuando no la dejan hacer lo que quiere. Extendí mi mano para levantarla, enseguida me miró y tomó mi mano para pararse.

-¿Vamos?- desvío su vista hacia el gatito que la miraba, me miró con un puchero como queriendo mi aprobación- No dale- Tiró sus ojos para arriba y pronunció un: "Vamos".

Abstraído; WosWhere stories live. Discover now