05

6.4K 337 22
                                    

Valentin

Llegué a la joda que había organizado un compañero del curso, después de un rato de buscar entre la gente logré encontrar a mis amigos.

Estaban sentados en un sillón y cerca de ellos una mesa donde había escabio. Los saludé uno por uno para después prepararme un fernandito, no quiero sonar agrandado pero se rumorea por ahí que hago los mejores Fernet con Coca.

Me senté en una esquina junto a ellos, charlamos un rato hasta que me fui quedando solo ya que todos se iban con sus wachas o por ahí a buscar alguna mina.

Después de unos 15 minutos me aburrí y decidí pararme para ir a bailar sólo entre la gente, saqué de mi campera un porro ya armado y lo prendí en cuanto encontré mi encendedor.

A lo lejos ví a una morocha bailando al compás de la música, bajé un poco mi mirada y mordí mis labios al notar el terrible orto que cargaba. Llevaba una pollera blanca pegada al cuerpo, con una top escotado abierto por la espalda.
La figura de esa mina resaltaba entre las otras, sacudí mi cabeza al notar que llevaba mucho tiempo observándola, sentí su mirada fija en mí y por un momento tuve miedo de mirarla otra vez. Con mi cabeza aún cabizbaja, un poco avergonzado por lo pajero que había sido, logré visualizar como se acercaba dejándome ver unas vans negras en mi campo visual. Sentí como tocó mi hombro, levanté la cabeza haciéndome el boludo, pero me sorprendí todavía mas cuando me encontré con que la mina que tanto estaba mirando sin filtro alguno, era ni más ni menos que González.

-Hola- dijo resbalando un poco sus palabras, con suerte capaz ni se dió cuenta que la miraba a ella. La sostuve un poco cuando casi cae encima mío.

-Hola- Respondí enderezándola para que se pueda mantener de pie- ¿Estás bien?- asintió rápidamente y vi como su cara se transformo un poco- ¿Segura? Porque pareciera que vas a vomi- mis palabras fueron interrumpidas por el líquido que expulsó la muchacha.

Sin tanto que pensar tomé su cabello y formé una colita medio improvisada para que no le moleste. Cuando vi que pudo frenar la lleve tomándola de la cintura a la cocina, viendo como la gente miraba el piso con un poco de asco, como si nunca hubiesen quebrado che.

Abrí la heladera como si fuera mi casa, y luego de sentarla en una silla para que no se caiga le llevé un vaso con agua.

-Uy, perdón pibe- dijo un poco avergonzada cuando cayó en cuenta de lo que había ocurrido.

-No pasa nada, tranquila- Pareció alarmarse al escuchar mi voz e instantáneamente llevó su vista a mi. Apretó sus ojos con fuerza como queriendo borrar lo que acababa de pasar.

-Perdón Oliva, no me agarraste en un buen estado- reí por el apodo que ya me había quedado.

-Veo- dije haciendo referencia a su comentario- ¿Y tu amigo?

-No vino- contestó con un poco de malhumor, cuantos cambios en menos de 15 minutos la puta madre.

- ¿Por qué?- al no recibir una respuesta por su parte me di cuenta que quizás la había cagado, ademas no me incumbía a mi lo que hace o no su amigo. Me putee internamente por haberlo preguntado.

-No sé, la verdad no tengo ni idea- respondió después de un largo rato tomando su cabeza con sus manos. Se paró de la silla y casi cae por lo rápida e inesperada que fue su acción, por instinto llevé mis manos a su cintura para que no se diera el palo de su vida. Levanté mi mirada hacia sus ojos e hicimos contacto visual por primera vez en la noche, estábamos muy cerca, y no era algo muy cómodo. Hizo una sonrisa de labios cerrados media incómoda y se separo de mi palmeando mi espalda- Nos vemos el lunes Oliva, gracias.

-Nos vemos- pude contestar antes de que saliera por aquella puerta y se perdiera entre la multitud, la música y el humo.

Abstraído; WosWhere stories live. Discover now