XIV

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Al entrar a su lujoso y enorme hogar, todo se sentía frío, sin vida o color alguno, William sintió nostalgia, recordaba cuando su vida no estaba tan arruinada emocionalmente como ahora, cuando no le importaba si estaba solo o acompañado, aún así el ambiente ya no era tanto de su agrado, ¿acaso se sentía triste? Era imposible, no dejaría que un sentimiento así lo controlara por quién sabe cuanto tiempo.
Suspiró y miró a su alrededor, no quedaba rastro alguno de Grell, de verdad se llevó todo y lo dejó igual que antes de su llegada, se supone que eso debía ser bueno, pensaba, era lo mejor para ambos después de todo.

Pasaron 5 meses, la foto donde se besaban ya empezaba a perder popularidad, cada vez eran menos los rumores y ya casi nadie estaba interesado en saber qué pasó realmente, porfin la tormenta de William había acabado, a pesar de eso vendría otra y peor que lo perseguiría por años, el haber perdido una tan maravillosa oportunidad de poder tener a Grell a su lado por años o incluso hasta que ambos murieran, pero ya era imposible, el mismo lo dejó irse de su vida, más bien lo obligó a largarse, extrañaba el molesto sonido de su voz, el olor dulce que tanto le relajaba y al mismo tiempo le daba un dolor de cabeza, esa alegría que emitía tan fácilmente y lo que más extrañaba era su compañía, el simple hecho de tenerlo cerca, así no estuviesen haciendo absolutamente nada.

Su carrera seguía estable, aún ganaba millones por cada prenda que vendía, podía decir que el dinero le caía desde el cielo, fue tanta la popularidad de su última línea que se mudó a un pent house aún más grande y en una zona mucho más segura y de mejor estatus, tenía todo lo que podía soñar, no sabía nada acerca de la vida del pelirrojo, aunque le haría daño saber lo más mínimo de este.

Adopto un par de gatos, uno negro al cual llamó Thomas y uno blanco llamado Artemis, el lugar era tan grande que podía adoptar muchos más, pero dos eran más que suficientes, el odiaba a los gatos, pero Grell lo hizo cambiar de opinión en su corta estadía, quizás esa sería una de las muchas consecuencias que le dejaría el estar con aquel modelo.

William no solía beber a no ser de que fuese una ocasión especial, pero durante todos esos meses que pasó "en pena" la bebida y el tabaco fueron sus mejores amigos, sabía sus límites, aún no era un adicto del todo.

— ¿No has hablado con Grell-San? He visto su nombre en varias revistas francesas, esta ganando bastante popularidad, ¿acaso no es eso bueno? — Alan sonrió inocentemente.

— No es mi problema — Continuo hablando serio como de costumbre.

— ¿De verdad no pasó nada más entre ustedes dos...? Desde que Grell se fue has cambiado bastante, incluso tienes gatos... Nunca me esperaría eso de usted, Spears — Hablaba sorprendido.

— Solo... — miro a su cuaderno por unos segundos — El nuevo pent house es enorme, no me haría mal tener dos gatos en casa, además no son tan malos como pensaba — suspiró.

— Claro, por supuesto — Decía en un tono sarcástico — Pensé eramos más que compañeros de trabajo, yo siempre te digo lo que me pasa y nunca me prestas atención —

— Estoy trabajando Alan, no tengo tiempo para tu vida, perdón — continuo dibujando, ignorando todo y la culpa que volvía a apoderarse de si mismo.

....

Grell continuó con su vida en París, varios le ofrecían trabajos por montones, ahora entendía las muy duras palabras de William, después de todo si fue lo mejor que pudieron hacer, separase, por siempre, olvidar y superar era lo mejor en ese momento para el.
Cada vez se volvía más popular en Paris y posiblemente llegaría a ser el mejor del país, nada se pondría en su camino, el pasaría encima de todos, incluso del mismo amor, no le importaría nada, así como al cínico que le rompió el corazón sin antes haberse acostado con el, que idiota.

— Dentro de poco es tu cumpleaños, ¿Qué harás este año? — Eric miró al pelirrojo.

— No lo sé, creo que nada, no me importa, de qué sirve invitar miles de personas a las que jamás les importe realmente — suspiró mientras se peinaba — Estaré en mi hogar supongo, con Kiral, Othello y tu si quieres, son en quienes más puedo confiar ahora — sonrío levemente.

— Cuenta conmigo entonces, traeré el pastel que te gusta, ya no estás en dieta a muerte, así que estará bien — sonrío.

— Eres tonto — río suavemente y miró al contrario — Pero es perfecto así —

— ¿Encerio? — alzó una de sus cejas.

— Si, no me imagino cómo estaría si me hubiese quedado en Londres con William... me seguiría usando — bajó su mirada.

— Al menos el tipo confesó rápido que no quería nada más — se levantó y se paró junto a el, sobando su espalda.

— Supongo que tienes razón – suspiró.

— Tendrás 22 dentro de poco, no te amargues tan rápido, tienes mucho por delante Grelle —

— Lo sé — sonrío — Eres todo un amor Eric — lo abrazó alegremente y besó su cabeza — Deberías dejar de pintarte el cabello, te quedarás calvo algún día, oxigenado —

— Mi cabello es natural imbecil — dijo riendo y tiró suavemente a un lado al pelirrojo.

— Si claro, te quedarás tan calvo que... — no era muy bueno para los insultos, pero hacia lo mejor que podía — Eh... Brillarias más que un poste de luz, aja, si, eso perfectamente —

— Trata mejor para la próxima vez — suspiró y sonrió.

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Olaaaaaa no sabía que escribir pero ya para el próximo capitulo tengo una idea xd creo aaaaaah

No tengo nada más k decir, los amo muaks

-SaikoSensei_

La Vie Rose -Grelliam- Where stories live. Discover now