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El pelinegro ya había llegado al hotel, ahora se encontraba subiendo por el ascensor para llegar a la habitación del pelirrojo, una vez frente a la puerta, llamó a esta y fue el mismo Grell quien le abrió e invitó a entrar.

Se sentó en un sofá delante del pelirrojo, que aún seguía enojado aparentemente.

— Como te había dicho... — suspiró y lo miró directamente a los ojos — Perdoname por lo que hice, de verdad no fue mi intención — tragó en seco.

— Ajá, me he topado con tipos igual que tu antes — Dijo frunciendo el ceño y cruzó sus piernas.

— No me interesa tu pasado, solo quería pedir perdón, eso no tiene que afectar nuestro entorno laboral, olvidemoslo, por favor — Su tono de voz seguía grave, serio, a Grell le iba a dar algo.

Y no solo era William el que tenía un dilema con el contrario, también Grell, solo que el si sabía disimular mejor y ya tenía experiencia con eso.

Desde que lo vio por primera vez se le erizó la piel, Grell quería descubrir todo su cuerpo, las manos de aquel hombre eran gigantes, sus brazos musculosos, marcados o eso es lo que alcanzaba a ver desde el traje que siempre solía usar, ansiaba por verlo con una camisa suelta o sin ropa directamente.

William era un tipo grande en todos los sentidos, podría pasar horas sentando en una oficina confeccionando un vestido, pero parecía más fisicoculturista a diseñador de modas.

Grell lo necesitaba ver sin camisa, ver ese torso que muy probablemente estaba marcado y sobresaliente, pensar en ello lo excitaba, no sería la primera vez que viese a alguien así, pero el pelinegro era distinto a los demás, era serio, mucho, el sonido grave que emitía su voz al hablarle lo enloquecia internamente, la manzana en su cuello era notoria y eso también le fascinaba.
Era como un hombre traído desde los mismos cielos, un dios griego para el pelirrojo, lo sucunbia más a la lujuria.

Quería que William lo levantara contra una pared, ver que tanto aguantaban esos brazos, ver qué tan fuerte era, además de fantasear con el tamaño del miembro del contrario, poder pasar sus manos por todo su cuerpo y poder tenerlo todo solo  y únicamente para el.

Salió de su mente al sentir que el contrario lo llamaba con algo de rabia, a lo mejor se distrajo mucho pensando en cochinadas, pero era parte de su personalidad.

— ¿Si me escuchaste? — Habló aún más molesto.

— ¿Eh? Oh si, obviamente, dah — Dijo en un tono sarcástico.

— Si es así, ya me voy, solo venía a eso y ya — Se levantó del sofá.

Grell no quería que se fuera, no podía permitir que William se largará y fingir como que nada pasó, demonios, porque no lo pudo nalgear en la oficina cuando le dio la oportunidad de alzarse la falda.

Se abalanzó sobre el, tirandolo de nuevo al sofá, estaba encima de Will, mirándolo fijamente, acarició su mejilla mientras sonreía.

— Te pondré a prueba, Wiruu — Dijo coquetamente — Solo tengo que quitar algunas cosas del camino —

Se sentó encima suyo y comenzó a quitarle botón por botón la chaqueta al pelinegro, una vez esta estuvo fuera, se dio cuenta que William estaba más dotado de lo que imaginó hace un momento, el pecho del contrario estaba marcado, se notaba bastante a pesar de que usaba una camisa manga larga, los abdominales de este también eran gloriosos para Grell, pasó su mano por este y abrió su camisa, sentía que recién descubría un tesoro, pero quería más, quería el premio grande.

Obviamente William no se dejaría profanar de esa manera, en un rápido movimiento agarró al pelirrojo de las muñecas y lo empujó para atrás, invirtiendo la posición en la que se encontraban, era bastante prometedora la situación actual de ambos.
Estaba sonrojado, sentía sus mejillas arder a tope, además de que las largas y esbeltas piernas del carmín ahora se encontraban abrazando su cadera.

Grell lo volvió a mirar molesto, agarró a William del mentón y lo besó profundamente, se colgó de su cuello, pegando más su cuerpo al del contrario, que no tardó mucho en corresponderle el beso, sus labios eran dulces, se volvían adictos al contacto con el otro, estaban disfrutando de ello, sus lenguas se encontraron y lucharon, siendo el pelirrojo quien ganaba una vez más, el beso se seguía intensificando.

William acariciaba una de las piernas de Grell, aveces apretaba su muslo mientras continuaba besandolo, le sacaba pequeños gemidos a este.

Ambos escucharon como alguien ponía las llaves en la cerradura de la puerta, rápidamente se separaron y acomodaron sus ropas, se alejaron el uno del otro y fingía que no pasaba nada más que una conversación casual.

Por la puerta entraban Undertaker y una chica albina, Will la reconoció de inmediato, se llamaba Kiral y también era modelo, habían trabajo juntos un par de veces, hace años no la veía literalmente.

— ¿William? — La chica miró sorprendida al pelinegro.

— Nos volvemos a ver — Aún seguía agitado por lo que recién pasó, tosio para aclarar su garganta — ¿Qué haces en Londres? —

— Trabajar, me dieron un contrato para modelar en tu nueva línea, también me dijeron que Grelle estaría aquí — miró al pelirrojo que aún seguía sonrojado.

— Es una pena que siempre te tenga que superar, linda — Dijo burlonamente y se levantó del sillón para abrazar a su amiga.

— Obviamente te ganaré en esta, como siempre, soy mejor que tu — sonrío.

— ¿Ustedes no se llevaban mal? — Lo único que sabía William era que Grell y Kiral se peleaban en cada pasarela o evento, eso siempre lo veía en la televisión o revistas.

— Claro que no, solo es para las cámaras, un pequeño show — Sonrío Grell, aún abrazado a la albina.

— No somos tan diferentes después de todo, al principio si era real que nos llevábamos mal, yo recién empezaba a modelar cuando me obligaron a trabajar con este pendejo — río.

— No me digas así tonta — Le pellizco una mejilla.

— ¡Auch! ¡Deja de hacerme eso! — se quejó alejándose de este.

— Dejen de pelearse de una buena vez, Kiral, ya viste a Grell, ahora vete a tu habitación — Le ordenó Undertaker, ahora la menor había quedado bajo su custodia mientras estaba en Londres.

— Solo si vienes conmigo – Guiño un ojo mientras salía de la habitación jalando al peli plateado del brazo.

Grell suspiró y cerró la puerta, volvió a mirar a William, quien ya se había puesto toda su ropa encima y estaba decidido a irse del lugar de inmediato.

— Me voy — Dijo mientras caminaba a la puerta mirando al piso.

— ¿Encerio me dejarás solita? — se quejó Grell mientras se acercaba al contrario y volvía a colgarse en su cuello.

— Si, cállate y déjame salir de una buena vez — Lo miró seriamente, mientras lo apartaba de su camino.

— Sabes muy bien cómo disfrutaste ese beso ~ — Sonrío — Estabas tan concentrado que me dejaste marcado el muslo, eres un pervertido cariño~ —

— Cállate y más te vale no decirle nada de eso a nadie — salió del cuarto.

Si antes estaba confundido acerca de cómo veía a Grell, ahora estaba muchísimo peor, agradeció al destino por hacer que Undertaker y Kiral llegaran, quien sabe que cosas podrían estar haciendo si no los hubieran interrumpido, al menos no era algo de lo que se podría arrepentir.

👠👠👠

Acabe de dejarles expuestos mis fetiches respecto a los vatos 😳
Parce, es que, weon, me encantaaaa cuando tienen la voz grave y la manzana ahí que se les nota
También tengo algo con las espaldas y brazos marcados alb

Mi cuento con las muchachas es distinto, pero no dejaré tan expuesta mi cochina mente 😗

Btw quien quiere ser mi nobia, nah mentiras :'( toi fea así k nonas

Btw 2, Grell y William dándose sus besotes 😳💕

Ahora zi, arrivederci, i miei ragazzi

Pillense mi italiano ooosi B)


-SaikoSensei_

La Vie Rose -Grelliam- Where stories live. Discover now