Lo tomó de las manos, y sonrió suavemente, al igual que él, que la miraba con ilusión.
—¿Alguna vez imaginaste qué esto pasaría?
—No, jamás. Mucho menos que me uniría al hombre que me trató de puta —sonrió con diversión.
—Amor, no recordemos eso —le pidió en un tono bajo.
Ambos se pusieron de rodillas bajo el árbol de Kanat'ma, y tomados de las manos, cerraron los ojos, dando sus votos.
No era la primera, ni iba a ser la última mujer de Eritma, prostituta, que conocía a un hombre con quién unirse.
Lo que había sido una sorpresa para muchos, es que Erit se uniera al mismo hombre que la había despreciando por su antigua profesión.
Jeak abrió los ojos, sonriendo al ver qué ella aún permanecía con los ojos cerrados, y le dio un suave beso en la frente.
Ella se veía tan bonita.
Erit abrió los ojos y ambos se pusieron de pie, sin soltarse de las manos.
—Bajo el árbol de Kanat'ma, y delante de nuestros hijos, yo te pido que seas mi compañera, Erit. A partir de ahora, y por el resto de mis días, prometo amarte, cuidarte, protegerte, acompañarte, apoyarte, y serte fiel —sonrió el rubio, acariciándole las manos.
—Jeak, bajo el árbol de Kanat'ma, yo te elijo como mi compañero de vida, con quién seguir creciendo y aprendiendo. Te elijo como el padre de mis hijos, y prometo amarte, cuidarte, protegerte, y serte fiel el resto de mis días, porque te amo.
—Eres hermosa, mi amor —rio suavemente, antes de correrle el velo y besarla, tomándola del rostro con ambas manos.
Zhanda y Kerish estaban con las familias de ambos lados. Incluso la abuela de Erit estaba también allí presente, para ver cómo su adorada muchacha se unía a un hombre.
Y claro, conocer también a la bebita.
—Ahora eres oficialmente mi mujer —sonrió entre besos cortos el rubio.
—Uff, ahora sí tendré que aguantarte todos los días —bromeó.
***
Iban ambos tomados de las manos, caminando por la costa de la playa. Si bien Erit no quería una luna de miel, ya que Kerish sólo tenía tres meses para dejarla sola por un par de días, sí habían aceptado irse esa misma noche a un hotel, y volver a la siguiente a su hogar.
—Erit.
—Dime.
—¿Crees qué Kerish me siga queriendo cuándo sepa la verdad?
—Jeak, ella sólo te conocerá a ti como padre, por más que sepa la verdad, que no eres su padre biológico, seguirá amándote.
—¿Y si quiere saber quién es el verdadero? —le inquirió en un tono bajo.
—En la clínica donde me realicé la inseminación, me dijeron que ella podría conocer su verdadera identidad al cumplir la mayoría de edad. Pero Jeak, no por eso ella cambiará el amor que siente por ti.
—Sí, tienes razón...
Erit miró hacia arriba, y luego se puso en puntas de pies, para tomarlo del rostro y besarlo suavemente.
—Mientras la ames, nada más le va a importar.
***
—Mamá Tisai ¿Llevaremos a Kerish a Eritma también?
