XI

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—Dos meses después—

—Yo creo que es positivo.

—Yo también, me siento como cuando me enteré que estaba embarazada de ti. Lo único que quería tomar todo el día, era batido de fresas —sonrió, tomando su vaso con dicho batido.

Erit y Zhanda estaban sentados en el sillón de la sala de su casa, esperando para saber cuál era el resultado del test de embarazo.

Erit ya llevaba un tiempo queriendo tener un nuevo bebé, y finalmente, al parecer, lo había conseguido.

—¿Qué te gustaría que sea, ma?

—No me importa si es niño o niña, cariño, sólo que nazca sano —sonrió.

—¿Y cómo es el donante?

—Es anónimo, hijo. No pregunté sus características físicas, así que será una sorpresa conocer al bebé —sonrió divertida.

Zhanda vio que el tiempo había pasado, y tomó el test con cuidado, antes de sonreír y mirar a su mamá.

—¡Estás embarazada!

—Tendrás un hermanito, mi amor —sonrió abrazándolo—. ¿Estás feliz?

—Sí, será lindo tener un hermanito bebé. Yo voy a ayudarte a cuidarlo.

—Ow, estoy segura que serás un gran hermano mayor, mi vida —le dijo abrazándolo fuerte, besando su cabeza—. Ahora seremos tres en casa.

—Lástima que hay que esperar nueve meses —suspiró el pequeño rubio.

—Pero verás que valdrá la pena, hijo —sonrió.

***

Hacía un mes, sin poder seguir con la incertidumbre que ya no lo dejaba ni dormir, Jeak había decidido tomar unas muestras de ADN de su hija, para realizarle un exámen de parentezco de forma privada, sin que su mujer lo supiera, en dos laboratorios diferentes.

Y finalmente los resultados habían llegado, con una semana de diferencia.

Meris estaba jugando con la bebé de seis meses ya, en la sala de la casa, ayudándola a dar sus primeros pasos.

Él por su parte, estaba en la habitación, con ambos sobres, intentando encontrar el valor suficiente para abrirlos.

Respiró profundo, y luego frunció el ceño. Era una estupidez ponerse de ese modo, era obvio que esa pequeña era su hija, esos resultados dirían lo que él ya sabía desde siempre, pensó abriendo ambos sobres, sacando los dos resultados.

Le pediría perdón a Meris luego, y se irían los tres de viaje a algún lugar bonito. Iosopal en ese época del año se ponía muy bonita, era cuando las aguas calidad llegaban...

"LA PROBABILIDAD DE PATERNIDAD ES DE 0,00%" se leía en letra mayúscula, luego de decir que él no era el padre biológico de Taeli, en la conclusión del exámen.

Volvió a leer lo que decían ambos resultados, y algo dentro de él se quebró. Entonces... Taeli no era su hija, Meris... Lo había engañado.

No, no podía ser cierto, de seguro, algo había salido mal, quizás las muestras se habían contaminado, o se habían equivocado.

—Cariño ¿Qué haces aquí solo? Ven, la bebé está muy entusiasmada con caminar —sonrió la pelirroja entrando a la habitación—. Jeak ¿Qué pasa? —le preguntó preocupada, al ver qué tenía lágrimas en los ojos.

—¿Quién es el padre?

—¿Qué?

—Ya deja de fingir y dime quién es el padre de Taeli.

—¿Seguirás con lo mismo? ¡Creí que habías dejado eso atrás, Jeak! ¡¿No puedo creer que sigas pensando-?!

—¡Dime quién mierda es el padre! —rugió callándola, haciendo llorar a la bebé del susto.

—Eres un estúpido —gruñó saliendo de la habitación, apoyando a su hija contra su pecho, intentando calmarla.

—Dime quién es el padre, Meris, no volveré a repetirlo, quiero saberlo —gruñó furioso.

La pelirroja tomó el bolso de la niña, y se dirigió a la puerta para irse, pero Jeak se apresuró a llegar a ella, y la cerró con su mano.

—De aquí no te vas hasta que me digas con quién mierda me engañaste —gruñó.

Ella lo miró a los ojos, tiró sus orejitas hacia atrás, y gruñó en advertencia.

—Déjame ir, Jeak.

—¿Quién carajos es el tipo? ¡Contesta!

—Déjame ir.

—¡Dime quién es!

Furiosa, le arañó el rostro, y cuando él se tomó de la cara, Meris salió rápidamente de la casa. Jeak bajó la mano y vio la sangre en su palma, sintiéndose más furioso.

—¡Eres una puta! —le gritó siguiéndola por detrás—. ¡Me engañaste! ¡¿Cómo pudiste hacerlo, Meris?! ¡No vales nada!

Ella continuó caminando, abrazando a su hija. No le importaba que tan loco se pusiera, gritándole todas esas cosas. El único que estaba haciendo el ridículo, era él.

...

EritmaWhere stories live. Discover now