Reencarnado como Ikaros en DxD

Capítulo 22: Intenta Luchar - 1/?

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Pov. Narrador

Gilgamesh: ¿Cuánto tiempo planeas seguir ocultándote?. -preguntó deteniendo en seco. - Apolo. -exclamo mirando desde el rabillo hacía unos arbustos. 

De los arbustos salió un hombre de aspecto joven, su cabellera era dorada que era reflejada con su energía divina al igual que el brillo de varios soles, sus ojos purpúreos claros que se asemejaban a la amatistas; mientras que el atuendo que portaba era elegante dejando salir sus aires de divinidad, sus joyas de su cuello, cabeza, anillos, aretes y la pequeña corona de oro puro lo hacía ver extravagante como un verdadero emperador que tenías que respetar aunque.... 

Su expresión de todo denotaba la total seriedad en dirección a nuestro rey de heroes, Gilgamesh, que se había girado su cuerpo completo, dejando a la vista a Ikaros que seguía dormida en sus brazos. 

Gilgamesh: ¿Mhm?. -frunció el ceño al notar la mirada de Apolo, notando que estaba dirigida a su pequeño botín. - Oh.... ¿Te encanta mi nuevo trofeo?. -exclamo burlesco al dios quien solo desprendió un poco de instinto hacía él, pero ni se inmutaba ante su intimidación.

Sabía a quien tenía frente suyo, uno de los hijos de Zeus y Leto, el gemelo de una difunta diosa y ex-posa de Poseidon, quizás Apolo desde hace mucho se haya ocultado pero seguía siendo catalogado por los olímpicos de estar a la par con Hermes sin su arma divina pero si él, la tuviese en sus manos, estaría al mismo nivel que Ares por lo que nuestro Gilgamesh ignoraba las pequeñas muestras de intimidación, ¿Porqué temer al Dios del Sol?, si pudo derrotar a puño limpio a la diosa que fue capaz de asesinar a uno de los 3 grandes celestiales y no un cualquiera, derroto al CELESTIAL más mayor por lo que Apolo solo sería su juguete si se le ocurría hacer una pelea.

Apolo solo seguía mirando en su dirección con ojos sin vida, una aura oscura se dejaba observar a su alrededor pero cada vez que veía la sonrisa del humano frente suyo, solo hacía aumentar las ganas de despedazar extremidad por extremidad, hueso por hueso pero ambos hombres detuvieron su pequeño duelo de miradas.

*Kyuuu*

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*Kyuuuu*

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*Kyuu* 

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