Capítulo 6.

297 133 36
                                    

Sentía su corazón acelerado. Sus manos tapaban mi boca para evitar que nos descubrieran.

- ¿Estás bien, Elisabeth?- preguntó levantándome la barbilla.

Cuando me di cuenta de nuestra cercanía, le empujé enérgicamente alejándole de mí.

- Sí- respondí secamente.

- Vamos a buscar al grupo. Las novatadas están a punto de acabar- dijo saliendo del rincón apresuradamente dejándome atrás.

Le seguí a una cierta distancia, con todos mis sentidos alerta por si volvían a atacarnos.

Íbamos hacia el campo de futbol cuando vimos a nuestro grupo escondido en las gradas. No había ningún otro equipo cerca. O al menos, eso parecía. Harry nos agrupó a todos, cogió una bocina de color rojo y la hizo sonar. No sabía el significado de ese acto. ¿Por qué estaba exponiendo nuestro escondite al resto?

Al rato, empezaron a llegar todos los grupos. Dylan se acercó a mi y me susurró al oído que las novatadas habían terminado. Los cuatro capitanes subieron a las gradas, mientras todos los demás nos situábamos en medio del campo de fútbol expectantes y nerviosos por el resultado final.

- Oficialmente las novatadas han finalizado- gritó Harry mientras todos aplaudían y alzaban la voz sonrientes- gracias a todos los veteranos que han participado y en especial, a los capitanes de los equipos. Espero que las novatadas hayan servido para conocer a otras personas y para aprender a sobrevivir. Como es habitual, daremos los resultados- terminó diciendo mientras se giraba hacia Asher.

- Seguro que te he ganado- añadió Asher riéndose.

- No te confíes tanto, hermano- contraatacó Harry.

- Antes de nombrar al equipo ganador, me gustaría hacer una interrupción para dedicar un fuerte aplauso a los dos nuevos miembros del equipo de fútbol, cuyos nombres descubriréis el día del partido- comentó Asher deteniendo el pique y recibiendo numerosos aplausos.

- Bien, ahora sí, el equipo que menos novatos ha obtenido y más nuevos ha perdido es- hizo una pausa para dar intriga- el verde, seguido del rojo. La cosa está reñida entre los equipos azul y amarillo. Uno de ellos ha conseguido alcanzar un total de nueve novatos, mientras que el otro tan solo ocho- Harry se dio la vuelta para coger un sobre que le tendía Jones.

- Y el ganador de este año es- intervino Asher.

- El equipo amarillo- gritó eufórico Harry.

Emocionada, me puse a saltar y a abrazar a todos los miembros de mi grupo. Habíamos vencido. Nos pidieron que subiéramos a las gradas junto a ellos y allí, después de felicitarnos, nos dieron docenas de huevos para tirárselos a los perdedores, es decir, al verde.

Una sonrisa malvada se dibujó en mi cara al ver que en ese equipo se encontraba Adelaide. Jones se situó a mi lado y tras dedicarnos una mirada cómplice, ambos apuntamos directamente a la cabeza de Adelaide. Ella gritó desesperada e intentaba esconderse detrás de Olive, la cual recibió varios impactos en la cara. Rogaban que paráramos.

- Está bien, parad- sentenció Dylan. Todos nos detuvimos y los atacados suspiraron aliviados. Aunque ellos pensaban que sus súplicas habían hecho efecto en nosotros, la realidad era otra, nos habíamos quedado sin huevos.

- ¡Que empiece la fiesta!- dijo alguien. Nos miramos desubicados. ¿Qué fiesta? De la nada empezaron a traer barriles de cerveza al campo de fútbol y conectaron unos altavoces gigantes. Pusieron pequeñas luces que no llamaban mucho la atención pero que eran suficientes para iluminar la zona. La música empezó a sonar. Patty vino a mi encuentro y tiró de mí para que la acompañara a por bebida.

El (estúpido) internadoWo Geschichten leben. Entdecke jetzt